¿Quién es Mery Bas? Conoce la historia de la cantante de Nebulossa
Hasta hace unos meses, Mery Bas disfrutaba de una vida anónima junto a su marido, Mark Dasousa, y sus hijos en Ondara (Alicante). Hoy vive entre entrevistas, actuaciones y viajes, y su nombre y la canción con la que llega a Eurovisión, Zorra, protagonizan cientos de titulares como referentes de activismo contra el edadismo, el machismo y el puritanismo.
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Se llama María Bas (Mery), tiene 56 años y vive en Ondara, un pueblo de Alicante. Está casada, tiene dos hijos, dirige un centro de estética y spa y hasta hace unos meses disfrutaba de una vida normal en la que la música siempre estaba presente.
Hasta que un día decidió presentar Zorra a la preselección del Benidorm Fest 2024 sin avisar a su marido. "Yo soy quien me ocupo habitualmente de hacer las inscripciones para concursos o para girar en salas. Y no se lo comenté porque era un domingo, lo estaba haciendo corriendo... ¡y quién iba a pensar que nos elegirían!", ha contado en numerosas ocasiones en las entrevistas.
Y no sólo fueron seleccionados. Lo ganaron y su canción se convirtió en la flamante candidata española a Eurovisión. En ese momento, Mery dijo adiós a su vida anónima: ahora vive entre entrevistas, ensayos, actuaciones y viajes, y ya tiene conciertos programados para el verano.
“Yo sé que no tengo una gran voz ni soy una gran bailarina, pero realmente estoy aprendiendo mucho de esto. Y con ello quiero decir que a cualquier edad puedes cumplir tu sueño”, explicaba en una entrevista Bas quien en estos meses se ha convertido en referente de activismo contra el edadismo, el machismo y el puritanismo.
De madre trabajadora a estrella del pop
Mery Bas se casó hace más de veinte años con la otra mitad de Nebulossa, Mark Dasousa, al que conoció siendo un niño, cuando ella era su canguro —se llevan siete años—, y tienen dos hijos: María, de 23 años, y Neo, de 11.
En Ondara ella trabaja y dirige el Fina Estética y Spa, el centro de belleza que montó su madre en 1974 y del que ahora, metida en la vorágine de Eurovisión, se está encargando su hija mayor. En él se hacen tratamientos de estética facial, manicura y pedicura, depilación láser por diodo, maquillaje contouring, láser vascular… y de bienestar y salud.
Aunque ya hacía la voz de los coros en Solar, uno de los grupos que lideró su marido, fue en 2018 cuando Mery decidió dar rienda suelta a su vena artística y junto a su marido, músico y productor profesional, dio un paso adelante con Nebulossa, un proyecto en el que Mark decidió ceder todo el protagonismo a su mujer.
En 2020, lanzaron su primer single,La Colmena, y un año después el primer álbum Poliédrica de mí. Uno de sus sencillos, Glam, fue escogido como Mejor Canción de 2021 por el jurado de Indie Cool. Además, con otro de los singles de ese álbum, Anoche, en diciembre de 2022 participaron en Una voce per San Marino, el programa que elige al representante de ese país para Eurovisión, y se quedaron a las puertas de la final.
En 2023 estuvieron trabajando de lleno en el que iba a ser su nuevo EP Virturrosismo. Además de la canción con la que llegan al escenario de Malmö (Suecia), tres más formaban parte de ese proyecto: Me pones a Mil, Me ha dado por no y Cuando te veo. Los cuatro llevan el sello indiscutible del dúo: "Hacemos MPYMS (mucho pop y mucho sinte)”. Y en los videoclips de todas sus canciones, también de clara factura pop, ella es la auténtica protagonista.
Ha nacido una nueva diva
Desde que se proclamaron ganadores del Benidorm Fest el 3 de febrero, Mery Bas se ha convertido —y la han convertido— en una diva nacional. Sus respuestas a las críticas de la letra de la canción o a sus limitadas cualidades vocales —”No tenemos 20 años. Me la suda todo”—, además de su actitud desafiante hacia el machismo o el edadismo han acaparado cientos de titulares y debates en redes sociales que ella ha ignorado mientras desfilaba por la alfombra roja de los Goya o sobre la pasarela en la Semana de la Moda de Madrid.
La cantante de Nebulossa se ha tatuado una zorra en el hombro porque ese animal se ha convertido ya en su amuleto y la canción en un himno. “Me han llamado muchas veces 'zorra', muchas mujeres se han sentido así. Es una manera de transformar esa palabra en algo bonito. ¿Por qué tiene que ser el zorro algo bueno y la zorra algo malo? Ser una zorra es saber lo que uno quiere”, explicó en la presentación del tema, cuando lo de llegar a Eurovisión aún era un sueño que terminó haciéndose realidad —aunque muchos creyesen que su tren ya había pasado—.