Sergio Jaén, el español que hizo la tenebrosa puesta en escena de Irlanda en Eurovisión

Doomsday Blue, la canción de Irlanda en Eurovisión, habla precisamente de lo que transmite su puesta en escena: encontrar belleza en la oscuridad.

Bambie Thug, su intérprete, ha llamado poderosamente la atención del eurofandom por su peculiar personalidad. Ha practicado magia de sangre durante su propio período, se define como una persona no binaria y cataloga su estilo como "ouija pop". Un género totalmente único que ha conseguido un sexto puesto en Eurovisión. La propuesta musical, que mezcla electrónica, metal, pop e incluso jazz, ha contado con la participación de un joven valenciano.

Sergio Jaén ha sido el responsable de crear la puesta en escena y la realización que se vio a través de las pantallas de todo el mundo. Jaén, que descubrió su pasión por el certamen europeo en 2013, ha logrado con 22 años formar parte de él de la mano de Irlanda. En sus redes sociales se ha mostrado exultante y orgulloso del resultado, que ha asombrado a Europa.

"Tres meses de muy poco sueño, al crear este espectáculo, realmente se siente como dar a luz. Estoy muy orgulloso de cada persona de este equipo, somos jóvenes y extremadamente ambiciosos. Gracias Bambie Thug por seguir siempre presionando, nos inspiras a todos", decía al compartir la perfomance en su Instagram personal.

En una entrevista con El País cuenta que sintió desconfianza al tratarse de un proyecto tan importante y ambicioso. "Hay quien dudó de que pudiera hacerlo por mi edad, pero tengo una gran ventaja, que conozco muy bien Eurovisión, sé sus tiempos y lo que busca visualmente", asegura el joven en una charla con Héctor Llanos Martínez.

Natural de Elche (Alicante), el joven lleva cinco años viviendo en Londres, que ha sido cuna de su formación y aprendizaje. Ha estudiado Cine y Televisión en la Universidad de las Artes de Londres (UAL) y, después de trabajar en el videoclip de Dua Lipa para Training Season, la televisión irlandesa le contactó para trabajar con Bambie Thug.

De su cosecha es la tenebrosa escenografía que se ha sentido en Europa como un rito satánico. Hay quien, incluso, se ha atrevido a tildar a la cantante de descendiente de Satanás y de practicar un "diabólico ritual" en la televisión.

Los primeros planos se conjugan con miradas cenitales, círculos de velas y fuego, una combinación irresistible para los ojos, que se quedan atrapados -quizá embrujados- por el poder de Bambi Thug. Las reproducciones en Youtube rozan los dos millones y medio de visualizaciones.