La baloncestista Anna Cruz arremete duramente contra el entrenador Lucas Mondelo: "Utilizaba lo del peso como presión y acoso"
La baloncestista Anna Cruz, que abandonó su equipo el pasado enero, ha arremetido duramente contra su entrenador, Lucas Mondelo, acusándolo de "hacerle la vida imposible". Estas declaraciones llegan poco después de las de su compañera Marta Xargay, que ha confesado haber sufrido bulimia por culpa del exseleccionador.
Hace unos días la exjugadora de baloncesto, Marta Xargay, reveló que sufrió bulimia durante sus últimos años como profesional, señalando directamente al exseleccionador español Lucas Mondelo como culpable de su desorden alimenticio.
Ahora, su excompañera Anna Cruz, ha revelado en una entrevista paraEl Paíslos métodos "obsesivos" del entrenador que la obligaron a abandonar el equipo el pasado mes de enero.
En su comunicado de despedida, Cruz no nombraba directamente a Mondelo, pero sí que dejó numerosas indirectas al que fue su entrenador: "A la familia no se le trata así". Pero parece que tras el testimonio de Xargay ha querido poner de manifiesto las prácticas de "presión y acoso" hacia las jugadoras utilizando principalmente el peso de estas.
"Sus aspavientos detrás de la báscula eran de escarnio público. Como si mis compañeras rusas no le entendieran. Ha hundido a muchas jugadoras", ha explicado al mencionado diario, recordando su etapa en el equipo ruso Dynamo Kursk.
En su entrevista, Anna Cruz ha continuado explicando que la exigencia a la que sometió Mondelo al equipo durante el Mundial de 2018 en Tenerife y el Eurobasket de 2019, donde España se alzó con el oro, sobrepasaron todos los límites: "No todo vale para ganar y ganar no lo puede justificar todo" y que el objetivo de poner de manifiesto las prácticas nocivas del entrenador es que "ninguna compañera tenga que vivir nunca este trato".
"Nos dijo que nosotras no teníamos postre porque estábamos gordas"
A pesar de que Cruz reconoce que Mondelo no pudo hundirla con el tema del peso y la comida, aunque asegura que la fue "minando por otras vías", sí que lo consiguió con su compañera Xargay.
"Nos pesaban cada semana y él siempre estaba detrás vigilando todo. Hubo varias situaciones, en concentraciones del equipo, en las que se acercó a Sonja Petrovic y a mí y nos dijo que nosotras no teníamos postre porque estábamos gordas", ha asegurado recientemente Xargay, añadiendo: "En ese momento, yo pesaba 67 kilos, y mido 1,82 m. Me encontraba bien físicamente, pero eso me generó mucha inseguridad, dentro y fuera de la pista. Constantemente me decía que estaba fuera de peso... Esto me causó una revolución física y mental".