Indignación por los mensajes de vecinos que piden a sanitarios y cajeras que se vayan de casa para evitar contagiarse
Cada tarde a las ocho, tenemos una cita en el balcón para aplaudir la labor de los médicos y sanitarios, y agradecer el trabajo de todos aquellos profesionales que salen cada día de casa para que el resto podamos quedarnos. Pero eso es lo que vemos 'de balcón para fuera'. Pero, ¿qué está pasando en las comunidades donde residen estos trabajadores? En algunos edificios, se han encontrado muestras de hipocresía e insolidaridad en forma de notas anónimas. Miriam, que recibió una "nota anónima" por debajo de la puerta y que encontró su hijo de 10 años, comenta a Antena 3: "No lo entiendo, ayudamos a que a la gente no le falte de nada".
Algunos de los trabajadores sanitarios o de sectores esenciales, como la alimentación, que no han podido quedarse en casa durante este mes, se han encontrado con que en los mismos vecindarios donde les aclamaban cada tarde a las 20h por su profesionalidad y sacrificio, les pedían con notas anónimas vergonzosamente lanzadas por debajo de la puerta, que se fueran a vivir a otro sitio durante este período de confinamiento por el coronavirus.
Por miedo a contagiarse o por falta de empatía, lo cierto es que algunos profesionales, como un médico de Ciudad Real, tuvo que sumar a su preocupación y tensión diaria, el mal trago de encontrarse en la puerta de su vivienda al regresar del trabajo, una nota que decía: "Hola vecino, sabemos de tu buena labor en el hospital y se agradece, pero debes pensar también en tus vecinos. Aquí hay niños y ancianos. Hay lugares como el Barataria donde están alojando a profesionales. Mientras esto dure, te pido que lo pienses".
Ha sido una amiga de este médico, quien ha publicado en redes sociales una fotografía de esta notoria hipocresía, comentando lo que haría si fuera el facultativo: "Podrías poner al lado un cartel que recuerde que si esos vecinos enferman, será el médico quien tenga que cuidarles jugándose la vida en muchos casos. Que lo piensen también".
Pero no solo los trabajadores del sector sanitario han visto estas muestras de insolidaridad. También otros profesionales de los sectores esenciales, como el alimentario, se han encontrado notas anónimas.
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Es el caso de Miriam, una empleada de un supermercado, cuyo hijo se encontró una carta que los vecinos habían metido por debajo de la puerta de su vivienda: "Somos tus vecinos y queremos pedirte por el bien de todos que te busques otra vivienda mientras dura esto ya que hemos visto que trabajas en un supermercado y aquí vivimos muchas personas. No queremos más riesgos".
Al compartirlo en redes, pide a los vecinos "menos aplausos a las 20h y más empatía", asegurando que es más que consciente de las medias higiénicas que debe tomar antes de poder abrazar a su hijo de diez años, y que la situación le ha hecho llorar. Una respuesta que se ha vuelto viral.
Antes de meter una nota de esas, pensemos que si alguien puede contagiar a esos trabajadores, somos nosotros, a quien nos atienden cada día mientras muchos buscan excusas para bajar a hacer la compra varias veces al día, y quienes nos auscultarán en caso de presentar síntomas de la COVID-19.