Billie Eilish nos lleva a su mundo oscuro en su concierto en Barcelona
Con una puesta en escena vacía, acompañada solo por un teclado y la batería, tres pantallas anticipaban la llegada de Billie Eilish: una cama y un pequeño ser que se convirtió en nuestro guía, cayendo sin cesar como Alicia lo hacía por la madriguera, hasta ser engullido por la sonrisa de un gato que nos llevó al país de las pesadillas. Y todos pensamos: ¿A dónde vamos cuando nos quedamos dormidos?
La potente 'Bad guy' abrió el concierto, viéndose la voz de Eilish ahogada por los gritos del Palau Sant Jordi. Con la pista medio vacía ( y eso que había adolescentes llorando por una entrada a las puertas) el público entregado coreó todas y cada una de las canciones de la cantante americana. Aún habiéndose torcido los dos tobillos, uno hace escasos dos días, Billie Eilish no hizo ni un atisbo de necesitar parar el ritmo y entregó al publico barcelonés toda su energía.
La cantante jugó con su público, la mayoría adolescentes con padres esperando a las afueras del recinto, haciéndoles crear huecos entre la multitud para correr en ellos en 'You should see me in a Crown'. Los problemas con el sonido (los graves estaban demasiado fuertes) no permitían apreciar los matices de la voz de Eilish en los temas más potentes, aunque finalmente pudo lucirse con 'Ilomilo' y 'I love you' que cantó junto a su hermano Finneas, teclista y bajo en la gira, y productor de su álbum. Uno de los momentos más emotivos del show fue cuando Eilish pidió al público que disfrutara del momento, aunque eso significara que dejaran de lado el teléfono.
Finalizó el concierto con el aclamado hit 'Bury a friend', poniéndose en pie en esa cama que coronaba el escenario durante todo el show, llevando al público a una locura anticipada. En una hora y media, y volviendo al escenario para cerrar con ese tsunami musical en que se ha convertido 'Bad guy', Billie Eilish hizo un repaso a su corta discografía, dejando claro que aún le queda mucho por dar, y que esa corona de anti diva del pop del siglo XXI va a ser muy difícil de arrebatar.
Barcelona no es la única cita de la estadounidense en nuestro país. Esta noche ofrecerá un nuevo concierto en el Wizink Center de Madrid.