Jarabe de Palo celebra la vida y emociona en el Gran Teatre del Liceu
La gira de Jarabe de Palo tenía una parada muy especial anoche en Barcelona el Gran Teatre de Liceu, en la que Pau Donés celebró sus “50 Palos” con un repertorio desnudo y emotivo que emocionó a los asistentes.
Tras retomar su gira, Pau Donés y su banda se encuentran a pocas fechas del ecuador de su gira española, con un formato renovado que contrasta la sobriedad de su puesta en escena con la emoción que transmiten sobre el escenario.
Me encuentro con Pau esa misma tarde, está nervioso "Vamos mal de tiempo". Y es que el cantante cuida al milímetro todos los detalles de su espectáculo, como puedo ver poco después en las pruebas de sonido.
Afina todos los instrumentos con una rapidez y una precisión envidiables. Digna de quien, como él, lleva 20 años recorriendo carreteras y subiéndose a los escenarios. Pero también está pendiente de las proyecciones que van a verse en cada canción, y está atento a que sus compañeros tengan el mismo protagonismo que él: "Ilumina más a Jaime, tiene una sombra en la cara" o "Aquí Andrea irá hasta el filo del escenario".
Con los nervios más calmados sabiendo que todo está a punto, empieza el espectáculo. "No quiero estar nervioso por tocar en un sitio como el Liceu, quiero disfrutarlo", me dice horas antes.
Y una vez apagadas las luces y con los gritos del público, un único foco ilumina a Pau y si guitarra para interpretar Mmmm. Sin proyecciones, sin juego de luces, solo el público y él, dando un claro ejemplo de lo que vamos a encontrar esa noche.
Tras el primer tema, todo se tiñe de rojo para dar paso a Dicen, mientras se proyecta imágenes de un robot de juguete. Le siguen Tiempo, Depende y varios temas más hasta llegar a Humo, la única canción nueva de este disco que el público acoge con gran emoción contenida, mientras se proyecta un vídeo de un niño vestido de blanco pintando las paredes de rojo.
Pau sabe cómo romper esta emoción dándole un toque más alegre pasando directamente a Yep, una de las canciones más animadas de la noche en las que se van proyectando coloridas imágenes de Pau con bombín viajando por el mundo.
Siguen sucediéndose canciones de toda la carrera de Jarabe de Palo que el público se sabe a la perfección, coreando con gran efusividad teniendo en cuenta lo íntimo del formato. Hasta que llega ella, La Flaca, probablemente la canción más representativa y esperada de la banda.
Y cuando parecía que La Flaca iba a ser el broche de oro para una noche tan mágica, llega el bis con Tu Me Hacías Sonreír y Grita, en la que literalmente gritaron todos juntos cerrando una noche única e irrepetible que, tal como me dijo Pau no se puede repetir: "estos conciertos son para vivirlos, y solo quién esté en ellos lo hará, no habrá DVD ni otra manera de vivirlos".