Love of Lesbian demuestra que menos es más en un concierto cargado de energía y afectividad

Este miércoles, la sala El sol de Madrid, uno de los pocos garitos en los que se sigue respirando el ambiente de La Movida madrileña, acogió con los brazos abiertos el showcase de Love of Lesbian, uno de los grupos de rock/indie más consolidados del país. Sus 20 años sobre los escenarios los avalan. Gracias a Europa FM, los seguidores más devotos pudieron disfrutar de un directo íntimo y a la vez soberbio.

Después del éxito de sus dos anteriores álbumes, La Noche Eterna/Los días no vividos y 1999, el público estaba deseando que El Poeta Halley aterrizase en las salas de aforo limitado. El grupo lleva todo el año de gira por el país, dando conciertos en grandes escenarios. Pero ellos saben que la magia de una sala es capaz de emocionar mucho más que un estadio y este directo era tan necesario como deseado por los fans que siguen al grupo desde sus inicios. Para todos ellos, la banda tuvo regalos. ‘Un día en el parque’, ‘1999’ o ‘Domingo Astromántico’ hicieron recordar a los presentes esas historias personales que guardan todas las canciones.

La banda conectó con el público desde el minuto uno. Santi Balmes confesó que venían “calentitos” por la situación en Cataluña, pero en una ocasión tan especial era necesario que “reinase la paz”. No hay nada que no se arregle con un ‘Contraespionaje’. Canciones como esa, de su último disco, se mezclaron con clásicos como ‘La niña Imantada’ o ‘Me Amo’, que desató la locura en la sala.

Balmes y los suyos establecieron un juego con el público en los coros para que toda la sala pudiera formar parte del show. Esa cercanía convirtió el concierto en una reunión entre amigos, en la que Balmes reveló su deseo de postularse como candidato para las elecciones generales de 2020. Si por los asistentes fuera, el cantante hubiera sido nombrado presidente allí mismo. Por su parte, Julián Saldarriaga, guitarrista, se queda con el Ministerio de Asuntos Exteriores. Entre canciones se intercalaban bromas, confesiones y piropos. Reinaba el buen rollo y Balmes lo sabía:“deberíamos hacer esto cada dos semanas”.

Con los sonidos lentos y tranquilos la atmósfera se relajó y, después de un vibrante ‘Incendio de Nieve’, sin que nadie lo esperase, llegó el final. Como colofón, ‘El Planeador’ descendió del escenario y el huracán terminó dejando paso al silencio. Después, tremenda ovación y sincero agradecimiento.

Un espectáculo sencillo y personal que demuestra que cuando hay talento, menos es más.