Casi pierde el ojo al teñirse la parte blanca de morado

Catt Gallinger, una canadiense de 24 años, nunca podía imaginar que apuntarse a una moda le iba a salir tan caro. Para los amantes de las modificaciones corporales, cambiar el color del globo ocular es algo que está muy de moda, así que Catt fue a un especialista le inyectase un líquido de color para manchar su glóbulo ocular de morado.

Pero las cosas no salieron como ha joven pensaba y su ojo rápidamente empezó a expulsar un líquido de color púrpura. Preocupada, fue al hospital donde le dieron unas gotas antibióticas que hicieron que se le hinchara el ojo por completo, por lo que los médicos tuvieron que contrarrestarlo con unas gotas de esteroides.

Tres semanas después, Gallinger continuaba con el dolor y con la visión borrosa y el color morado se empezó a agolpar alrededor de la córnea. Catt ha querido hacer público su caso para advertir a otras personas que quisieran hacer lo mismo que no lo hagan.