El polémico objetivo de esta pareja: que ella coma hasta que no pueda moverse
Monica Riley y su novio Sid están decididos a llevar a cabo una polémica misión, que Monica se convierta en la mujer más gorda del mundo. Con su pareja Sid como “alimentador”, logran que ella consuma unas 8.000 calorías al día. Con 27 años, Monica pesa ya 317 kilos y su objetivo es llegar a los 435 kilos para ser la mujer más obesa del mundo y quedarse postrada en la cama.
Con un menú diario que incluye cosas como un galón de helado (unos 3,6 litros), seis salchichas, 30 nuggets de pollo, cuatro cheeseburgers dobles o cuatro sándwiches de pollo del McDonald’s, siguen su meticuloso plan para que ella alcance tanto peso que no pueda moverse. “Me sentiré como una reina”, asegura.
Sid adora cocinar para me y alimentarme y he logrado mucho desde que estamos juntos. Él me alimenta todo el rato y no tengo que levantarme nunca para hacer nada”. “Mi madre no lo entiende y dice que me estoy matando. Entiendo su preocupación pero es mi vida, y ganar peso me hace feliz”, comenta Monica.
“Podría sufrir un accidente de coche mañana y mi vida habría acabado. Al menos si muero de esta forma habré vivido la vida que quería y cumplido todos mis sueños”, concluye Monica.
En cualquier caso, aunque Monica lo tenga muy claro, no deja de ser polémico producirse un daño se ese calibre y hacerlo, además, con ayuda.