Brooklyn Beckham y sus inseguridades en la boda con Nicola Peltz: "Pensé que no quería casarse conmigo"
Brooklyn Beckham se ha abierto para hablar sobre su relación con Nicola Peltz y ha confesado que el día de la boda llegó a pensar que no acudiría.
Brooklyn Beckham y Nicola Peltz están felizmente casados y disfrutando de una tranquila relación, sin embargo, no siempre ha sido así y hubo momentos en los que las inseguridades casi destruyen la pareja.
En una entrevista con Interview, el hijo del exfutbolista ha revelado los miedos y ansiedades que tuvo antes de casarse con su mujer, incluso el mismo día de la boda.
"Estaba un poco nervioso. La verdad es que estaba muy nervioso. Justo antes, estaba como, "Oh, Dios mío, ¿y si ella no baja?", ha reconocido el joven. No obstante, en el momento en el que ella apareció todo cambió y se volvió de color de rosa.
"Tan pronto como ella salió, me eché a llorar. ¡Fue un día increíble! Casarte con tu mejor amigo es lo mejor que puedes hacer. Encuentra a la persona que te hace una mejor persona y cásate con ella. Encontrar a la persona adecuada cambia tu vida y la hace 100 veces mejor", ha explicado Brooklyn.
La boda de Brooklyn Beckham y Nicola Peltz
Nicola Peltz y Brooklyn Beckham se dieron el 'sí quiero' este abril sábado durante una lujosa ceremonia celebrada en Palm Beach, en Florida, donde no faltaron los detalles más glamourosos.
Los jóvenes decidieron celebrar su amor rodeados de cientos de invitados VIP pertenecientes tanto a la sociedad británica como a la estadounidense. Un hecho que convirtió su boda en una de las más esperadas de este 2022 y también de las más caras de los últimos años, pues no escatimaron en lujos.
La primera boda de uno de los hijos del clan Beckham fue judía y oficiada por un rabino, siguiendo la tradición de la familia de la novia.
Y es que el hijo mayor del futbolista y la cantante decidió sumarse al rito judío, luciendo una Jupá –un palio nupcial judío, decorada con plantas y flores– durante la ceremonia.
De hecho, el joven, de 23 años, también tuvo que llevar a cabo la tradición judía de romper un vaso envuelto en una servilleta con el talón poco después de que su esposa y él fueran bendecidos por el rabino. Un gesto que vino seguido de un largo beso de seis segundos frente a sus invitados para inmortalizar su amor.