Chiara Ferragni se blinda ante Fedez
La influencer italiana Chiara Ferragni podría haber demandado a su aún esposo para evitar que haga declaraciones sobre sus problemas legales.
Los problemas para la influencer italiana Chiara Ferragni no parecen tener fin y el último de ellos, además, viene de la mano de su aún esposo Fedez.
Apenas hace unas semanas que la italiana recibía una multa de un millón de euros por parte de la Autoridad Antimonopolio italiana por “haber incurrido en una práctica comercial desleal al anunciar el Pandoro Pink Christmas”. Es decir, por haber incurrido en una suerte de estafa a los consumidores al hacerles creer que realizaban una donación solidaria a un hospital pediátrico.
Una multa que ha venido acompañada de una notable crisis de reputación de la que la influencer intenta resarcirse evitando llevar a cabo estrategias en las no se combine “publicidad y caridad”, pues su estrategia de defensa para su último escándalo ha sido aludir a un “fallo de comunicación”.
A este panorama hay que sumar su reciente separación del rapero e influencer italiano Fedez, con quien llevaba más de siete años juntos y es el padre de sus dos hijos.
A pesar de que en un primer momento Chiara Ferragni se refería a este episodio como una “crisis es un poquito más que las demás”, todo apunta a que se trata de una separación definitiva.
A pesar de que no se ha anunciado oficialmente el divorcio, tanto Chiara Ferragni como Fedez han publicado fotos independientes correspondientes a la celebración del cumpleaños de su primogénito, gestos que denotan que la situación entre ambos no se ha reconducido.
Además, según han indicado algunos medios italianos, la programación de una entrevista de Fedez en el programa Belve ha hecho que la influencer se blinde antes de que se vaya de la lengua en lo que respecta a sus problemas con la justicia.
De hecho, tal y como apuntan esas informaciones, Chiara Ferragni habría demandado a su esposo para curarse en salud y, así, controlar toda la información personal relacionada con el caso.
No se sabe cómo acabará este culebrón, pero de momento no parece que una reconciliación forme parte de su horizonte.