Chrissy Teigen habla por primera vez tras la pérdida de su hijo con John Legend
A principios de mes Chrissy Teigen y John Legend hacían pública la triste noticia de que habían perdido al bebé que estaban esperando tras 20 semanas de embarazo. Tras casi un mes de silencio, la modelo y presentadora ha querido compartir su experiencia en un extenso texto destinado para todas aquellas personas que están pasando por una situación similar y como forma de liberación para continuar con su vida.
John Legend y Chrissy Teigen estaban esperando a su tercer hijo, al que ya le habían puesto el nombre de Jack. La modelo y presentadora había estado compartiendo las dificultades a las que se estaba enfrentando en su nuevo embarazo a través de las redes sociales hasta que, finalmente, a principios de mes confirmaron la pérdida de su bebé.
El 1 de octubre Chrissy anunciaba la triste noticia en redes sociales con una serie de fotos personales en el hospital que mostraban el dolor de este fallecimiento.
La pareja se mantuvo alejada de los focos desde entonces y dos semanas después John Legend dedicaba su actuación a los premios Billboard a su mujer. "Esto es para Chrissy", dijo el músico antes de empezar a interpretar su tema 'Never Break'.
Casi un mes después, Chrissy ha querido explicar esta traumática experiencia en un extenso texto en su blog en Medium. Tras explicar qué no sabía cuándo llegaría el momento de hablar sobre lo sucedido, Chrissy empezaba agradeciendo todas las muestras de apoyo que había recibido tanto por parte de sus seres queridos como de personas desconocidas a través de las redes sociales.
"Algunas de las mejores mensajes comenzaron con: "No tienes que responder a esto, pero...". Después de que perdimos a Jack, me sentí increíblemente preocupada por no poder agradeceros a todos vuestra extrema amabilidad. Muchos compartieron increíbles experiencias personales, algunos compartisteis libros y poemas. Quería datos las gracias a todos por compartir vuestras historias", escribe.
"Uno de los momentos más destacables de esa mañana (¿o noche? No tengo idea) fue cuando yo estaba caminando por el pasillo del paritorio y John estaba diciendo "¿Qué, hay una maldita fiesta aquí?"Aquí estábamos, yo cubierta con una fina manta para esconderme, sabiendo que estaba a punto de entregar por completo lo que se suponía que era el quinto miembro de nuestra hermosa familia, un hijo, solo para despedirme momentos después", explica , para añadir su frustración en un lugar en el que, en teoría, solo pasan cosas felices: "Se escuchaba gente vitoreando y riendo justo afuera de nuestra puerta, comprensiblemente por una nueva vida. Te preguntas cómo alguien piensa en algo más que en ti".
"En este punto ya había aceptado lo que sucedería: me pondría una epidural y me inducirían a dar a luz a nuestro hijo de 20 semanas, un niño que nunca habría sobrevivido en mi vientre", explica añadiendo que antes de llegar a este punto, había pasado un mes sin moverse de la cama intentando que el bebé llegase a las 28 semanas de gestación, el tiempo a partir de que un bebé prematuro puede sobrevivir.
Chrissy sufrió un desprendimiento parcial de placenta, algo con la que ya tuvo que lidiar en sus otros embarazos. "Tuve que dar a luz a Miles (su segundo hijo) un mes antes porque su estómago no estaba recibiendo suficiente comida de mi placenta", añade.
Teigen describe con detalle todas las complicaciones durante estas 20 semanas de gestación, como los constantes sangrados que sufría y que provocaron este triste desenlace: "Finalmente, tuve una noche bastante mala en la cama (...) Mi sangrado se estaba volviendo más y más fuerte. El fluido alrededor de Jack se había vuelto muy bajo, apenas podía flotar. En algunos momentos, juré que estaba tan bajo que podía acostarme de espaldas y sentir sus brazos y piernas desde fuera de mi vientre", describe.
"Después de un par de noches en el hospital, mi médico me dijo exactamente lo que sabía que vendría: era hora de decir adiós. Él simplemente no sobreviviría a esto, y si continuaba, yo tampoco podría. Habíamos probado bolsas y bolsas de transfusiones de sangre, cada una de las cuales me atravesó como si no hubiéramos hecho nada en absoluto", narra describiendo el inmenso dolor que sintió cuando vio que no podían hacer nada por salvar al pequeño Jack.
El artículo termina explicando que no le importa si hay personas a las que no le ha gustado que compartiese esas duras imágenes en el hospital: "No tenía sentido para John en ese momento. Pero sabía que necesitaba saber de este momento para siempre, de la misma manera que necesitaba recordarnos besándonos al final del pasillo, de la misma manera que necesitaba recordar nuestras lágrimas de alegría después de Luna y Miles. Y sabía absolutamente que necesitaba compartir esta historia".