Cómo es Patricia Conde realmente: tímida y de "perfil bajo"
Aunque su faceta como presentadora fue la que le dio la fama, Patricia Conde se considera intérprete. No le ha resultado fácil sumergirse en su último proyecto, en el que no le queda más remedio que apañárselas entre fogones mientras intenta ser ella misma.
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La inmensa mayoría del público conoció a Patricia Conde cuando su tándem con Ángel Martín en Sé lo que hicisteis se volvió infalible. Mientras él analizaba y parodiaba sketches, ella hacía el papel de una presentadora terriblemente ingenua que siempre caía en las trampas, bromas y chistes de su copresentador.
Una exageración llevada al límite de ese tópico, con tufo machista, de 'rubia tonta'. La fórmula fue un éxito y el programa de laSexta acumuló grandes datos de audiencia. Pero esa no era Patricia Conde. Era un papel, un personaje, un guion. Su vida personal no tiene nada que ver con aquello que se vio por televisión. De hecho, se considera antes intérprete que presentadora.
"No es normal la persona que se vio en 'Sé lo que hicisteis'. Si existiese esa persona a mí no me caería bien, pero a la gente le gustaba y le hacía muchísima gracia", cuenta la vallisoletana, de 42 años. "Soy intérprete, pero moriré y seguirán poniendo 'ha muerto la presentadora...'", bromea.
"No soy una cómica que se prepara sus guiones"
El último proyecto de Patricia Conde ha supuesto todo un desafío para ella. Meterse en las cocinas de MasterChef Celebrity suponía salir de cualquier tipo de zona de confort. Así lo confesaba en una entrevista con El Confidencial dentro del marco del FesTVal de Vitoria.
"Me costó decir que sí porque no lo conocía, pero Miki Nadal me animó a participar. Cuando ya supe más o menos que iba a entrar me hice una maratón de la última temporada celebrity. No vi todo, solo las partes en las que salía Miki para ver en qué me iba a meter", decía, recordando el paso de su excompañero por el formato culinario, donde terminó resultando ganador junto a Juanma Castaño, un doble premio inédito en el concurso.
Ponerse el delantal ha sido toda una experiencia de aprendizaje. "Cuando un intérprete se pone en un programa así va a pecho descubierto, sin ninguna herramienta. Y cuando te dicen 'venga, pásatelo bien'... y ves tanta presión, el tiempo va a contrarreloj, no tienes ni idea de hacer el plato, pero te insisten y te dicen 'pásatelo bien'... Es como cuando haces paracaidismo, que no tienes dónde agarrarte", relata Conde.
Siempre había trabajado con un guion y sobre un texto, por eso asegura que este proyecto le ha resultado muy difícil a la hora de calibrar qué aspectos de sí misma debía mostrar ante las cámaras. "¿Cómo hago ese papel que sea parecido a mí, pero sin que quede muy preparado y sin que sea muy falso? Para los actores, este programa es muy complicado. Además, yo no soy una cómica que se prepara sus guiones o se escribe sus monólogos", manifiesta la intérprete, que tras cinco años de abrumador éxito (SLQH se emitió entre 2006 y 2011) optó por colocarse en un "perfil bajo".
"Aprendí una vez a ser perfil bajo y me encanta. Dije 'cómo mola ir por la vida de perfil bajo'. Perfil bajo siempre, es mucho que ir ahí a tope", asegura, sabedora de que en el mundo de la comedia hay primeras espadas con las que no pretende competir. Participó hace poco en el programa de comedia 'Lol: si te ríes pierdes', donde fue de las primeras expulsadas.
"Soy tímida y estoy haciendo un trabajo de catarsis tremendo"
Conde no reniega en ningún momento de su faceta como madre. Asegura que lleva a su hijo al colegio como lo haría cualquiera, es decir, por encima del personaje siempre prevalece la persona. Su hijo Lucas tiene nueve años y es fruto de su relación con su exmarido Carlos Seguí.
"Es muy complicado cuando el público quiere algo de ti y tú no eres como ellos creen que eres. ¿Cómo creéis que soy yo? ¿Creéis que voy a entrar aquí haciendo volteretas o 'perreando'? Es que yo no soy así. Soy tímida en el fondo. Estoy haciendo un trabajo que es una catarsis tremenda para mí. Y si encima hago de vez en cuando un plato que no está tan mal, me doy por servida", reconoce sobre la aventura que desempeña frente a los jueces de MasterChef Celebrity.
Participar en un programa de televisión grabado y editado a posteri le ha supuesto un punto extra de presión. No saber qué terminará viéndose después de tantas horas de rodaje es ahora una preocupación más. "Es verdad que tienes mucho miedo del resultado final porque una cosa es lo que suceda y otra cómo lo vendan, cómo lo editen. Siempre tienes ese miedo de ¿qué van a hacer con esto?", termina.