Emotiva carta de Pau Donés a sus enfermeras
El trabajo que realizan los sanitarios de este país no se paga con dinero. Es el mensaje que transmite Pau Donés en una emotiva carta de agradecimiento a los y las enfermeras que le han cuidado tras su operación de cáncer de colon. Y es que, a pesar de que nos paguen por trabajar y no por sonreír, no cuesta nada hacerlo con una sonrisa.
Pau Donés ya está en casa, donde se recupera de su reciente operación de cáncer de colon, tras recibir el alta del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona. Sus mensajes a través de las redes sociales no pueden ser más vitalistas y esperanzadores. Sin duda, tener buen ánimo es vital para la recuperación. En su caso, además, la detección a tiempo de su tumor ha sido clave, de ahí la insistencia de sus palabras en la prevención.
El vocalista de Jarabe de Palo elogia el trabajo de las enfermeras y enfermeros del centro hospitalario, agradeciendo sus cuidados y atención. Una carta que merece ser leída íntegramente y que demuestra la grandísima calidad humana que existe entre el personal sanitario de este país:
¡Pau Donés!¿Qué haces aquí?
Enfermeras en mi vida ha habido tres (en el sentido…amoroso me refiero). Tres grandes mujeres a las que quise y sigo queriendo mucho, y a las que ahora, después de haber pasado por el hospital, valoro, respeto y quiero todavía mucho más.
Salíamos de fiesta, íbamos a cenar, a divertirnos. Yo les contaba mis cosas y ellas, muy discretamente y solo muy de vez en cuando, como les iba la vida en el “hospi”. Además de guapas, en las 3 había varios rasgos en común. Eran muy independientes, muy valientes y siempre estaban de buen humor.
Ahora ya no son 3 las enfermeras que llevo en el corazón. Son muchas más. Ahora también están Olga, Núria, Manoli, Ainoa, Mercedes, Loli, Eli, Maite, Mireia, Isa, Gemma y un montón de mujeres como la copa de un pino. ¿Alguno de vosotros se puede imaginar lo que es trabajar 10h al día, 5 días a la semana, en la planta de rehabilitación de un hospital?. O en cuidados intensivos, o en urgencias, o en el turno de noche de la planta 4 del Hospital de la Vall d’Hebron.
¡Eso sí que tiene mérito!. Siempre amables, dispuestas, super-atentas a todo (en su trabajo no hay lugar para el despiste), preparadas para cualquier contratiempo. Para ellas no existe el cansancio, ni el sueño, ni siquiera el descanso. No paran. Y no es que no paren de “trabajar”. No paran de auxiliar y curar a gente.
¡Flipo con las enfermeras!. ¿ Que tipo de personas vivirán detrás de sus limpios uniformes blancos y sonrisas permanentes?.
Os adoro. Os admiro. Os quiero mucho. Y os doy las gracias por hacer el trabajo que hacéis, porque no hay nada en el mundo que pueda pagar un cariño de los vuestros cuando estás jodido en la cama de un hospital. Gracias por vuestra generosidad y entrega.
En serio, muchas gracias.
P.D.: Y exactamente lo mismo pienso y digo de los enfermeros.
Parafraseando una de las grandes canciones de Jarabe de Palo, El lado oscuro, su trabajo "no se paga con dinero, como decirte que sin ti muero..."