"Estaba pasando por mucho dolor y no quería morirme": Demi Lovato reflexiona sobre su consumo de drogas
La cantante Demi Lovato ha dado unas sinceras declaraciones en las que razona sobre los motivos que la empujaron al abusivo consumo de drogas, algo que le provocó una grave sobredosis en el verano de 2018.
El próximo 23 de marzo se estrena en Youtube el documental 'Dancing With The Devil', un relato autobiográfico audiovisual en el que Demi Lovato reflexiona no solo sobre las dificultades que ha tenido que superar a lo largo de su carrera profesional, sino también sobre las consecuencias que el consumo de drogas ha dejado en su cuerpo y su mente. "Tuve tres derrames, un ataque al corazón. Mis doctores me dijeron que me me podían haber quedado 5 o 10 minutos más cuando llegué", revelaba hace unos días en el tráiler.
La cantante, que nunca ha ocultado sus problemas de inseguridad, intenta ahora dar visibilidad a los problemas de salud mental relatando su propia experiencia, con la intención de que su testimonio ayude a otros a comprender sus sentimientos y sensaciones.
"Si la gente toma drogas o está luchando contra un desorden alimenticio o se hacen daño, es que quieren morir", dice la joven, que ha llegado a esta conclusión tras meses de terapia. Aun así, la cantante asegura que las drogas la ayudaron a "evitar que muriera".
"Las drogas casi me matan pero también me salvaron"
"De la misma manera que casi me mataron, a veces también me salvaron la vida porque había ocasiones en las que tenía que lidiar con pensamientos suicidas. Y habría ido más allá con eso en ese momento si no hubiese tenido otro mecanismo destructivo para paliarlo. No estaría aquí para contar mis historia", explica a la periodista Diane Guerrero en su podcast Yeah No, I’m Not Okay.
Así, la cantante se ha dado cuenta que las drogas eran solo un entretenimiento con el que intentar desviar los pensamientos suicidas. Sin embargo, las drogas la llevaron a un lugar igual de peligroso: las adicciones, que terminaron provocándole una sobredosis en el verano de 2018.
"Adopté esos mecanismos para afrontar las cosas, porque en realidad estaba pasando por mucho dolor y no quería morirme, y no sabía que más hacer", cuenta sobre esos momentos de vulnerabilidad en los que recurría al alcohol o las drogas para mejorar su estado de ánimo.
Sin embargo, el aprendizaje y la terapia han ayudado a que la cantante sepa ahora gestionar sus emociones y su salud mental con otros mecanismos diferentes, sin recaer en este consumo abusivo de sustancias. "Hice lo mejor que pude a veces y ahora que tengo otras herramientas y recursos, sé de qué otra manera manejar y afrontar para no tener que recaer en aquellos comportamientos otra vez".
La inseguridad, su peor enemiga
Desde sus inicios en la pequeña pantalla como niña Disney, Demi Lovato ha estado presionada para mantener una imagen que cumpliese los cánones de la industria. Esto le provocó problemas de bulimia cuando era adolescente, algo que ha tenido que trabajar a lo largo de estos años.
"Solía mirar a la gente en los medios y compararme, sintiéndome no lo suficiente buena ni lo suficiente delgada, deseando saber cómo esa gente vivía vidas que parecían perfectas y yo estaba sufriendo tanto dolor. Y cuando salté a la luz de los focos, dije ‘Vale, esto no es perfecto, nadie tiene una vida perfecta, tan solo es la imagen que da".
El peligro de las redes sociales es la idealización de otras personas, con quien nos terminaremos comparando y contra el que siempre perderemos. Ahí es donde entran en juego conceptos y emociones como la inseguridad y el autoestima.
"He intentado adoptar tantas identidades a lo largo de los años... Como la de la estrella de pop femenina sexy que sentía que la gente quería que fuese, o la de la niña de los posters, y ahora estoy abrazando el hecho de que mi falta de entrega hacia una identidad no es una falta de compromiso. Tan solo es una apertura a continuar evolucionando", sentencia.