Los graves peligros de las lentillas de Halloween para tus ojos
Con Halloween a la vuelta de la esquina, las lentillas de fantasía se convierten en un accesorio imprescindible para muchos disfraces.
Estos son los maquillajes más 'terroríficos' de los artistas para Halloween
Gracias a su infinidad de colores y formas, las lentillas de fantasía cambiar radicalmente el aspecto de la mirada. Al fin y al cabo, ¿quién no se ha asustado al ver los ojos blancos y amarillos de la niña en El Exorcista? Pero ¡mucho cuidado! Estas lentillas pueden causarnos daño e incluso dejarnos ciegos si no se toman las precauciones necesarias.
Las complicaciones asociadas al uso de estos complementos festivos van desde síntomas leves como sequedad, picor o irritación hasta otros más graves como infecciones, cicatrices e incluso la pérdida de visión. ¿Por qué son peligrosas? ¿Y qué podemos hacer para minimizar los riesgos?
Cuidado con la composición
En Halloween, la compraventa de estas lentillas se dispara y pueden encontrarse en cualquier lugar. Esto favorece que cualquier persona pueda adquirir unas sin prestar atención a la procedencia. No hay nada más aterrador para un óptico-optometrista que encontrarse con un paciente que ha decidido complementar su disfraz con unas lentillas de fantasía.
En este sentido, la calidad de los materiales es un factor importante. Algunos estudios han hallado en su composición tintes y otras sustancias no autorizadas, como el cloro o el hierro, cuyo contacto con los ojos puede causar irritación, ardor e incluso desencadenar reacciones alérgicas.
Asimismo, muchos de los pigmentos que componen estas lentillas favorecen la adherencia microbiana. Esto aumenta el riesgo de sufrir una infección.
Para minimizar estos riesgos, cualquier persona que decida comprar estas lentillas debe hacerlo en un establecimiento sanitario y siguiendo siempre las indicaciones de su óptico-optometrista.
Cabe destacar que las lentillas son productos sanitarios regulados que deben cumplir estrictos criterios de seguridad y calidad en cuanto a su fabricación, comercialización y uso. Estos son establecidos por organismos como la AEMPS (Agencia española de medicamentos y Productos Sanitarios).
Heridas, infecciones y úlceras
Si las lentillas no están bien adaptadas a las características oculares del paciente, o los materiales no son los adecuados, se pueden producir heridas en los ojos. Estas heridas favorecen la entrada de bacterias, virus y hongos, que pueden causar infecciones oculares muy graves como la queratitis.
Además, si la herida se complica puede acabar en una úlcera corneal y provocar que el paciente pierda la visión.
Si a todo esto le sumamos que la mayoría de las personas que compran estas lentillas nunca las han usado y, posiblemente, tampoco vuelvan a hacerlo, las probabilidades de que las utilicen mal se multiplican.
Uno de los errores más comunes es limpiar o almacenar las lentillas en agua en lugar de utilizar una solución específica. Ese líquido puede contener microorganismos peligrosos como la Acanthamoeba, que, al entrar en contacto con los ojos, pueden causar infecciones oculares graves.
De igual forma, el estuche o portalentillas tampoco debe limpiarse con agua, sino siempre con una solución específica para lentillas. Así se asegura una mayor protección. Además, las lentillas no pueden permanecer almacenadas en el líquido de mantenimiento durante mucho tiempo, por el crecimiento microbiano que produce.
Por este motivo, es muy importante tomar algunas precauciones al usar estas lentillas de Halloween. Y si tiene dudas, mejor no consulte con la inteligencia artificial (IA).
La IA puede ofrecer recomendaciones basadas en datos, pero no es capaz de adaptarse a las particularidades de cada usuario como lo haría un profesional de la salud visual. Esto es debido a que ni puede realizar una exploración física ni es capaz de interpretar matices y síntomas.
Además, depende de la información con la que ha sido entrenada y de las actualizaciones que reciba, por lo que debe usarse como una herramienta complementaria y no como un sustituto a la consulta de un profesional de la salud visual.
Recomendaciones para un uso seguro
- No use estas lentillas sin la supervisión de un profesional de la salud visual.
- Pregunte a su óptico-optometrista si es un buen candidato para estas lentillas y consúltele las opciones disponibles actualmente en el mercado.
- Compre lentillas de calidad en un establecimiento sanitario y asegúrese de que los productos que adquiere son seguros.
- Mantenga una buena higiene de manos antes de manipular las lentillas. Utilice siempre una solución específica para lentillas y nunca use agua o saliva.
- Si le molestan, quíteselas de inmediato. Si el malestar continúa, acuda a un profesional de la salud visual.
- Las lentillas no se comparten nunca, ya que esto puede aumentar enormemente el riego de infecciones.
- Maquíllese después de ponerse las lentillas.
- Limite el tiempo de uso a las indicaciones del fabricante.
- Quíteselas siempre antes de ir a dormir.
Las lentillas de fantasía pueden ser un complemento perfecto para conseguir un look terrorífico este Halloween, pero no se olvide de proteger sus ojos para que la noche no termine dándole un susto.
Sofía Rendo González, Investigadora predoctoral Xunta de Galicia, Universidade de Santiago de Compostela; Justo Arines, Catedrático de Universidad , área de especialización de Óptica y Optometría, Universidade de Santiago de Compostela y Nery García Porta, Investigadora distinguida - óptica y optometría, Universidade de Santiago de Compostela
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.