"A mí me hacían bullying": Kiko Rivera relata los abusos que sufrió en el internado de Toledo
Kiko Rivera ha vuelto a abrirse en canal, esta vez para confesar que fue víctima del bullying y reconocer que ese sufrimiento dio origen a sus malos hábitos. En un post en Instagram, el hijo de Isabel Pantoja cuenta lo que le hacían en el internado de Toledo y anima a los que están en su situación a que denuncien a tiempo. "Se puede salir, no cometas el error de quedarte callado y caer en malos hábitos", escribe.
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Kiko Rivera pasó dos años interno en un colegio de Toledo. Su madre lo matriculó para que mejorase su rendimiento académico, pero lejos de eso se quedó en una etapa complicada en la que nació un sentimiento de soledad. En esa época, Kiko Rivera fue víctima del bullying.
El hijo de Isabel Pantoja y Francisco Rivera Paquirri ha relatado su sufrimiento en una de sus últimas publicaciones en Instagram con el fin de animar a quienes viven una situación similar a no quedarse callados. Hablar sirve para pedir ayuda y la ayuda puede evitar que se caiga en malos hábitos, como le pasó a él.
"Es un tema que nunca he tocado, quizás difícil para mí, pero hoy salió hablando al parecer un compañero de mi colegio interno en Toledo. Y sí, me hacían bullying, quizás no como lo ha explicado él, pero sí fui objeto de patadas, puñetazos, me robaban y fue una época bastante dura para que engañaros, por la simple razón de venir de donde venía", escribió este lunes en Instagram tras escuchar en televisión a un compañero del internado de Toledo.
Según contó en el programa Socialité, "los compañeros se metían mucho con él solo por ser el hijo de la Pantoja. Más de una vez, le pegaron. No tenía muchos amigos y lo pasó bastante mal. Se le hizo bastante cuesta arriba el internado".
Kiko Rivera no quiere dar pena ni mucho menos, quiere ayudar y lo que busca es mandar un mensaje de esperanza. "Conseguí salir, conseguí convertirme en lo que soy hoy en día y aunque me costó, siempre tiré para delante, aunque de ahí vienen mis malos hábitos 😰 Me gustaría mandar un mensaje esperanzador a todos los chavales que sufren de esto! Se puede salir, no cometas el error de quedarte callado y caer en malos hábitos, por favor💪🏻✌🏻 Todos juntos debemos de luchar para que desaparezca este tipo de actos ⛔️ Bueno, ya sabéis, una cosa más de mi parte de vida más amarga. Os quiero familia... ❤️ #stopbullying", termina su post.
Cinco bolos semanales, el origen de su adicción
En el bullying está el origen de la adicción de Kiko Rivera a las drogas (ahora superada), aunque la llama la prendió la noche y el dinero que con 18 años ganaba por hacerse fotos en discotecas.
"Un representante de artistas se puso en contacto conmigo para proponerme realizar un bolo en la discoteca Pirámide de Castellón y acepté. Me ofrecían 25.000 euros por aparecer en aquel local y hacerme fotos con los clientes. ¡Qué fácil!, pensé", contó en 2020 en una entrevista en Semana.
En la entrevista reconoce que la culpa no la tuvo ese empresario, sino lo que vino después: "Siempre digo que el problema no fue que a mis 18 años un empresario pudiera pagarme hasta 25.000 euros por una noche, sino que durante algo más de un año estuve haciendo cuatro y cinco bolos semanales que rondaban esa cantidad". Ganaba cerca de 500.000 pesetas al mes (3.000 euros) por salir de noche a hacerse fotos.
El primer bolo fue un poco antes de su primer cumpleaños. Kiko Rivera aprovechó el dinero para celebrarlo por todo lo alto: "Tres días duró aquella celebración. Y sin saber muy bien cómo, comenzó en Madrid y terminó en Barcelona, pasando por Sevilla y Valencia. Y no hace falta que explique como pudimos aguantar tres días de celebración sin terminar desfallecidos".