"Me han hecho sentir que no era suficiente": Nuria Fergó publica disco y habla de sus compañeras de profesión
Después de estar ocho años dedicada al cuidado de su hija, Nuria Fergó vuelve a la música con un nuevo disco. Eso sí, la artista no olvida sus inicios hace 20 años, cuando tuvo que lidiar con la repentina fama tras su paso por Operación Triunfo.
Tiene 43 años y han pasado 21 desde que su cara se hizo famosa en toda España gracias a su participación en Operación Triunfo, el concurso de talentos que terminó convirtiéndose en un fenómeno de masas sin precedentes.
El chicle se estiró a más no poder y después del ruido y la atención mediática llegó el silencio. Se casó, tuvo una hija y se divorció. Durante los últimos ocho años se ha dedicado al cuidado de su niña. Aunque ha pisado escenarios en conciertos y bolos de verano, su trajín diario nunca ha vuelto a ser el mismo.
Por eso este 2022 Nuria Fergó se reinventa y autoedita un nuevo disco sin el apoyo de una discográfica. Un salto al vació que compara con "el que pide un crédito para una casa. Hago las cosas a mi manera". Con Permiso es el título de este nuevo álbum, que incluye colaboraciones con Ana Belén, Manu Tenorio o Marina Carmona. "Es una apuesta por mi carrera y por mi futuro", dice en una charla con Raquel Peláez para El País.
"Éramos productos"
Cuando echa la vista atrás es capaz de ver lo que sucedió durante su paso por la Academia de OT en 2003, cómo la organización decidió poner sobre ella la etiqueta de la artista folclórica.
"El día que canté Noches de Bohemiadijeron: 'Ya tenemos a la jovencita que va a hacer flamenco'. Y así saqué tres discos de flamenco, me tocó eso porque éramos productos. Pero yo me metí en un reality y es normal que decidiesen por nosotros. Yo luego pude haber hecho lo que quisiese", apunta.
Para gestionar el boom mediático necesitó ayuda profesional. Lo contó en un encuentro con Fran Rivera en Espejo Público, donde explicó que le incomodaban las miradas ajenas. Su timidez chocaba directamente con el éxito mediático
"Tuve que ir al psicólogo y no he dejado de ir cada vez que lo he necesitado. Pues para desahogarme, para explicar la sensaciones, el agobio que tenía, todo. Porque de la noche a la mañana de ser anónima a ser conocida y no poder bajar a comprar el pan era como ¿Qué hago?", contó.
La familia y sus compañeras, grandes pilares
Unos vínculos familiares fuertes y arraigados son los que la han mantenido con los pies en la tierra. Aunque hace dos años que se mudó a Madrid para trabajar en su carrera -hubiese lanzado este disco antes si la pandemia no hubiese paralizado el mundo- estuvo los ocho anteriores viviendo con sus padres.
"Mi padre era albañil y mi madre dependienta en una tienda y siempre nos han apoyado, a mi hermana, que quería ser profesora de matemáticas y a mí, que quería ser artista", asegura.
Con sus compañeras de Operación Triunfo, con las que vivió ese estrepitoso ascenso al éxito, ha continuado manteniendo relación a pesar de los años. Su amistad es "muy real" más allá de los titulares y la rumorología de los fanáticos.
"Cuando me divorcié, por ejemplo, se preocuparon y siempre estuvieron ahí. Jamás hemos competido entre nosotras", apunta antes de lanzar un dardo a otras artistas y compañeras de profesión que no le han mostrado su mejor cara.
"En esta profesión sí veo que algunos artistas no se alegran de los triunfos ajenos. Me ha pasado, algunas compañeras que me han hecho sentir que no era suficiente y he dicho: ‘Madre mía, que feos más feos’. Pero yo no soy así y luego tampoco guardo rencor. Sigo saludándolas y hablando tan normal", añade.