El impacto cultural de 'Not like us', la canción de Kendrick Lamar contra Drake
Desde el lanzamiento por parte de Kendrick Lamar de Not like us, la canción dedicada a Drake en la que lo acusa, entre otras cosas, de pedofilia, diversas voces se han pronunciado acerca de las implicaciones culturales que tiene el tema ganador de dos premios Grammy en las categorías de Grabación y Canción del año.
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Los beefs entre artistas han sido algunos de los momentos de mayor repercusión musical de la historia del rap. Desde el enfrenamiento con las peores consecuencias que mantuvieron Tupac Shakur y The Notorious B.I.G., pasando por el mediático entre 50 Cent y The Game o el más reciente entre Gucci Mane y Young Jeezy, estas batallas han sido el origen de algunas de las canciones más trascendentes de sus protagonistas.
El año 2024 ha sido testigo del que, probablemente, se convierta en el beef más importante a nivel comercial y reputacional de la historia del género: Kendrick Lamar VS Drake.
Las canciones enfrentadas
Para poder contextualizar este enfrentamiento hay que remontarse a la publicación de First Person Shooter, la colaboración de Drake y J. Cole en el álbum del canadiense For All The Dogs, en octubre de 2023. En ella, J. Cole da a entender que ellos y Kendrick Lamar son el "big three" del rap en ese momento. Una apreciación que no pareció gustar al de Compton, que respondió con un contundente "motherfuck big three, nigga it's just big me" en la canción Like What, del disco conjunto de Future y Metro Boomin, productor de algunos de los hits de Drake.
Una batalla entre artistas que pareció profundizar con el lanzamiento de 7 Minute Drill por parte de J. Cole, en su álbum Might Delete Later, en la que admitía su admiración por Kendrick Lamar pero le instaba a no volver a lanzar líneas sobre él. Sin embargo, el mismo autor se mostró arrepentido de esta publicación apenas dos días después durante su concierto en el Dreamville Festival de North Carolina, amparándose en las presiones recibidas por responder a Lamar.
Por su parte, Drake sí que quiso responder en Push Ups, la canción en la que se mete con la altura del de Compton, además de acusarlo de ser un juguete de su discográfica por haber colaborador con Maroon 5 o Taylor Swift y de que raperos como SZA, Travis Scott o 21 Savage eran mejores.
Una ofensa que se incrementó cuando al poco tiempo lanzó Taylor Made Freestyle, en la que afirma que Kendrick Lamar tiene miedo de sacar música la misma semana que la diva del pop y utilizó herramientas de IA para pronunciar los insultos con las voces de los ídolos de Lamar, Tupac Shakur y Snoop Dogg, aunque finalmente eliminó la canción ante las quejas de los herederos de Tupac.
La respuesta de Kendrick Lamar no tardó en llegar en forma de Euphoria(una canción con referencia a la serie de MAX de la que el canadiense es productor ejecutivo), con calificativos como "predecible", "maestro manipulador" y haciendo referencia a su rol de padre; y 6:16 in LA, en la que indicaba que alguien dentro del equipo de Drake le filtraba información.
Fue esta referencia a la crianza de sus hijos por parte de Drake la que prendió la mecha final en este beef, con la publicación por parte del dueño de OVO de Family Matters, en la que sugería que Kendrick Lamar podría ser un maltratador. Acusaciones a las que el angelino contestó con Meet The Grahams, un tema en el que cada verso está dirigido a uno de los familiares más cercanos de Drake y que apunta a que podría tener un hijo secreto y ser adicto al juego, al sexo y a las drogas.
Este encadenamiento de sucesivas canciones enfrentadas finalmente se zanjó con el lanzamiento de Not Like Us por parte de Kendrick Lamar, el tema ganador de dos premios Grammy en el que acusa a Drake de pedofilia, con un primer vídeo de la casa del canadiense señalando donde supuestamente habrían tenido lugar los abusos, y con juegos estilísticos también señala su falta de negritud. Unas referencias que, de hecho, se ven aumentadas en el videoclip oficial con referencias a la explotación como icono sexual que sufrió Mila Jovovich con apenas 11 años.
La Costa Oeste por bandera
Kendrick Lamar se ha erigido como el rapero con más repercusión de la Costa Oeste durante los últimos años. "Vamos a dedicar esta canción a la ciudad", expresó Lamar al recoger el Grammy el pasado domingo 2 de febrero en la categoría de Grabación del año (aunque también se llevó los de Canción del año, Mejor canción de rap, Mejor interpretación de rap y Mejor vídeo musical). "Compton, Watts, Long Beach, Inglewood, Hollywood, hasta el Valle, Pecoima, IE, San Bernardino, todo eso".
Toda una declaración de intenciones de poner en valor la ciudad de Los Ángeles y su cultura frente a la plana mayor de la industria musical estadounidense. "Este es la zona que me sostuvo desde que era un cachorro joven… Desde que estaba en el estudio raspando para escribir los mejores raps y todo eso… Para hacer discos como estos, así que no puedo dar suficientes gracias, ya sabes, a estos lugares por los que estuve desde la escuela secundaria".
Además, dedicó uno de sus gramófonos a algunos de los referentes menos conocidos del rap de la ciudad, destacando la influencia que han ejercido en su propia obra. "Todos los artistas de la costa oeste, desde el principio: G Malone, Problem, Bad Lucc, K-Bo, Daylyt... Estos son los gatos que me inspiraron a ser el MC que soy hoy... Colegial, J-Roc, Ab-Soul, de esto se trata, hombre. Porque al fin y al cabo, no hay nada más poderoso que la música rap, no me importa lo que sea. Somos la cultura".
Un espíritu reivindicativo de su territorio que siempre ha acompañado a K. Dot y que ha plasmado a lo largo de su obra con el videoclip de Not like us como gran ejemplo de ello. Uno de los aspectos más destacados es la inclusión en las imágenes de miembros de las bandas con mayor presencia en Los Ángeles, los Bloods, los Crips y los Piru, cuyos enfrentamientos se remontan décadas atrás en el tiempo.
Una circunstancia sobre la que se han pronunciado algunos de los raperos más veteranos de la escena como Snoop Dogg y Dr. Dre, vinculados con los Crips, que aseguraron en el podcastDrink Champs queNot like us ha "unificado el Oeste", poniendo como ejemplo el ya legendario concierto de Kendrick Lamar en el Kia Forum de Inglewood, en el que cantó cinco veces seguidas la canción y solicitó la presencia sobre el escenario de todos los barrios de la ciudad. A pesar de que el "98% de quienes estaban sobre el escenario eran Bloods" en el que estaba el propio Dre, como indicó Snoop Dogg, Kendrick Lamar había conseguido que los miembros de las bandas "se mirasen y se demostrasen el amor que se tienen".
Un valor que también ha destacado Xzibit en el mismo espacio, asegurando que junto a Kendrick Lamar "había artistas pero también gente muy importante de las calles que, normalmente, no están uno al lado del otro". "Cuando pasó eso, mucha mierda quedó de lado y fue como: Vamos a unirnos alrededor de esta W (en referencia a West), unámonos a este genio que está haciendo este trabajo. Podemos enfrentarnos internamente, pero para el resto del mundo unámonos", sintetizaba el rapero.
Todo el mundo canta 'Not like us'
Hace unas semanas, el periodista de Billboard Michael Saponara reflexionaba acerca de como el éxito multitudinario que ha tenido una canción con las reivindicaciones culturales y de pertenencia que hace Kendrick Lamar en Not like us ha traspasado casi cualquier límite. Lo hacía en base a la imagen de Vivek Ranadivé, el multimillonario dueño de los Sacramento Kings, vistiendo una camiseta con el título de la canción como respuesta a Drake durante el partido de la NBA que enfrentaba a su equipo contra los Toronto Raptors.
Lo hacía también como respuesta a las críticas de Drake hacia DeMar Derozan, exestrella del conjunto canadiense y que ahora milita en en los Kings, a quien se ha enfrentado el autor de God's plan tras haber sido uno de los rostros más destacados del videoclip de la canción de Kendrick Lamar, con quien mantiene una buena relación personal y comparte el mismo barrio natal de Compton. Un gesto de apoyo que, sin embargo, no resulta del todo comprensible para el autor del artículo, que se pregunta sobre la empatía que pueda tener un hombre de origen indio y una fortuna de 800 millones de dólares con el mensaje identitario trasladado por el autor.
Los más de 400 millones de reproducciones en YouTube y los más de 1.000 millones en Spotify muestran que Not like us ha roto las barreras de éxito marcadas previamente por cualquier beef entre raperos, conquistando los números 1 de decenas de listas de éxitos, radios o rankings desde su lanzamiento. De hecho, durante los Juegos Olímpicos de París del pasado verano se hizo viral un clip en el que el jugador de baloncesto Stephen Curry confesaba sentirse "harto" de la canción, mientras que Lebron James respondía que a él le "encantaba".
A juicio por Universal
Además de las consecuencias artísticas y reputacionales asociadas a este beef, Drake ha decidido llevar a cabo una estrategia judicial para demandar a Universal, su propia discográfica, por la repercusión de la canción. "[Universal] decidió publicar, promover, explotar y monetizar acusaciones que sabía no solo que eran falsas, sino también peligrosas. [...] Drake nunca ha tenido relaciones sexuales con una menor ni tampoco ha sido imputado o condenado por ningún acto criminal", alega la denuncia interpuesta por el equipo legal de Drake en un tribunal federal de Nueva York.
Según la defensa, que pide que se celebre un juicio y que se compense al rapero por daños y perjuicios, UMG llevó a cabo una "campaña implacable" de promoción del tema porque sabía que iba a ser "una mina de oro".
Por su parte, el sello discográfico responde que el caso es "ilógico". "No solo estas afirmaciones son falsas, sino que la idea de que buscaríamos dañar la reputación de cualquier artista —y mucho menos la de Drake— es ilógica", escribió la discográfica. "Hemos invertido enormemente en su música, y nuestros empleados en todo el mundo han trabajado incansablemente durante muchos años para ayudarlo a alcanzar un éxito histórico".