Kanye West llega a Madrid convertido en el rapero más polémico: racismo, fascismo y homofobia
Es la gran estrella del rap, pero Kanye West ocupa más titulares por su carácter, sus inadecuadas declaraciones y polémicas que por su música. En medio de la última controversia tras la denuncia de un trabajador acusándole de acoso y discriminación racista, el ahora rebautizado como Ye aterriza en España para presentar su nuevo disco Vultures con dos conciertos en el Madrid Arena los días 17 y 18 de agosto.
Kanye West y Bianca Censori: ¿una relación de amor o de abuso?
El rapero, productor musical y diseñador de moda Kanye West es uno de los músicos con más éxito de la historia, un dato que acreditan sus astronómicas cifras: 100 millones de discos vendidos, 24 premios Grammy y cinco trabajos en la lista de 'Los 500 mejores álbumes de todos los tiempos' elaborada por la revista Rolling Stone en 2020.
Pero casi cada éxito del ahora rebautizado Ye —en 2020 decidió adoptar este nuevo nombre porque es el que "más veces aparece en el Libro Sagrado y por eso es tan importante para mí"— ha ido acompañado de una polémica que le ha situado en el ojo del huracán.
La humillación televisada a la que sometió a Taylor Swift en la entrega de los premios Grammy en 2009 al subir al escenario para decirle que Beyoncé tenía mejor videoclip que ella; el acoso público al que sometió a Pete Davidson, la que fuera pareja de su exmujer Kim Kardashian por celos; y los rocambolescos actos de campaña que protagonizó en 2020 cuando decidió presentar su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos son algunos de los capítulos más mediáticos de la estrella del rap y expareja de la infuencer por excelencia.
Y aunque las opiniones y las provocaciones en redes sociales y en actos públicos han sido una constante en su vida, en los últimos tiempos se han disparado los episodios racistas, fascistas y homófobos del rapero que, en algunas ocasiones, ha tratado de ‘justificar’ su comportamiento agresivo y errático por los trastornos mentales que padece. En 2018 reveló que tenía un trastorno bipolar y en 2023 aseguraba que era autista.
"Black Lives Matter fue una estafa"
En octubre de 2022, Kanye West presentó en la Semana de la Moda de París la nueva colección de su firma de ropa Yeezy en un escenario secreto, cerca del Arco del Triunfo. A la fiesta estaban invitados numerosas celebridades como Anna Wintour, la mujer más poderosa del mundo de la moda, el diseñador John Galliano o la modelo Irina Skayk, quien mantuvo una relación sentimental con el músico en el pasado.
La aparición en la pasarela de varias modelos con una camiseta con el mensaje "White Lives Matter (Las vidas blancas importan)", la réplica al movimiento antirracista Black Lives Matter, fue interpretado como un contundente desafío. Además, en la parte delantera de esas prendas había estampadas algunas fotografías del Papa Juan Pablo II, símbolo de la iglesia ultraconservadora, con la frase "Seguiremos tu ejemplo".
En ese desfile, el rapero contaba con el apoyo y la complicidad de una mujer del entorno de Donald Trump, Candace Owens, conocida por su activismo negando la opresión racial en Estados Unidos.
Jaden Smith, el hijo de Will Smith, fue uno de los que decidieron marcharse del desfile. "No me importa quién sea, si no estoy de acuerdo con el mensaje, me voy", escribió en Twitter, donde añadió que "las vidas de los negros importan". También la editora de moda Lynette Nylander abandonó el espectáculo y escribió un editorial en el que arremetía contra las ideas del productor, músico y diseñador.
"Todo el mundo sabe que Black Lives Matter fue una estafa. Ahora ya ha terminado. De nada", se justificaba el rapero, que incluso llegó a afirmar que George Floyd, el joven asesinado en manos de la policía que dio origen al movimiento antirracista, murió por una sobredosis de fentanilo. Una polémica que la influyente editora de moda Gabriella Karefa-Johnson avivó aún más asegurando que el desfile "fue profundamente ofensivo, violento y peligroso". "Eres un matón y una broma", contestó la modelo Gigi Hadid a West en redes sociales defendiendo a Karefa-Johnson.
"Yo amo a Hitler"
Sólo unas semanas después de la polémica con sus camisetas racistas, Ye volvió a destapar la caja de los truenos con unas declaraciones en las que defendía a Hitler. West fue invitado al podcast Drink Champs, del teórico de la conspiración Alex Jones, y opinó sin pelos en la lengua sobre el Führer: "Yo amo a Hitler. Yo amo a los judíos, pero también amo a los nazis. No me gusta ver la palabra maldad junto a nazis".
Por supuesto, esta defensa del nazismo no se pasó por alto y, ante la oleada de denuncias recibidas, el rapero echó manos de las redes sociales para reivindicar sus declaraciones. Un tuit amenazante, "Ir DEFCON 3 a la gente judía", y otro posterior, el Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud, con una esvástica y una estrella de David entrelazadas, propiciaron la cancelación de su cuenta de Twitter por "incitación a la violencia", como explicó el propio Elon Musk, en dos ocasiones. Su perfil de Instagram también fue cerrado por el mismo motivo.
Sus afirmaciones racistas y antisemitas no solo tuvieron consecuencias en redes sociales. Las firmas Adidas, Foot Locker y Gap con las que el rapero colaboraba también decidieron rescindir sus contratos.
"Dejadme explicar de manera clara lo que está ocurriendo con Adidas. No solo están poniendo modelos en colores fake que no están siendo aprobados, también me están demandando por 250 millones de dólares y, además, no me están pagando por estos zapatos que están sacando y que llevan mi nombre en ellos (Yeezys). Están usando cláusulas del contrato y 50 años de experiencia en el negocio para violar a un artista, a vuestro artista favorito, delante de todos vosotros, a la clara luz del día", explicaba en redes sociales el músico sobre la tensa situación en la que derivó la ruptura con la marca deportiva. La cancelación de ese contrato, en cambio, pasó una seria factura a la marca que vio reducidos cuantiosamente sus ingresos por ello.
"¡Voy a por los gays!"
La última de las polémicas que han situado a Kanye West en el foco parten de la denuncia presentada por Trevor Philips, un extrabajador negro de la marca Yeezy y de su escuela Donda Academy —institución católica también denunciada por dos profesoras por racismo, fascismo y escaso programa sanitario y de primeros auxilios—.
Según el documento de la denuncia del trabajador, Philips "sufrió severa discriminación, acoso y castigos por parte directamente de Kanye West" por el color de su piel. Además, detalla el documento, la estrella del rap aseguró durante una reunión: "Hitler fue genial. ¡Hitler fue un innovador! Inventó tantas cosas. Él es la razón por la que tenemos autos".
Tampoco escaparon a Ye los comentarios homófobos y, según el denunciante, la megaestrella, además de afirmar que los gays no eran buenos cristianos, llegó a gritar "¡Voy por los gays! Primero los judíos, luego los gays".
"Ya en desventaja debido a su color de piel, cuando Phillips rechazó la intolerancia de Kanye y sus órdenes de violar la ley, se convirtió en un objetivo aún mayor. A cambio, Kanye respondió sin piedad, con acoso incesante, humillación e intentos de controlar y destruir mentalmente a Phillips", recoge la denuncia en palabras de Philips.
Racismo, opresión y discrimanción también son los delitos de los que es acusado en la última de las denuncias de las que ha sido objeto, esta vez por los empleados que fueron contratados para desarrollar una app para promocionar su música. Según este grupo de desarrolladores informáticos —entre los que había menores de 14 años—, estuvieron sometidos por parte del músico, su mujer Bianca Censori y su socio Milo Yiannopoulos, periodista de ultraderecha, a "trabajos forzados y tratos crueles, inhumanos o degradantes".
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