SU ENTREVISTA MÁS SINCERA

La madurez de Dani Martín en 'Lo de Évole': de considerarse "un yonki del éxito" al sosiego de una vida en calma

Dani Martín ya no es el niño gamberro del pop español que conocimos en su etapa con El Canto del Loco. Su paso por Lo de Évole saca a relucir todo lo que le ha pasado en su vida para llegar a este punto de madurez personal en el que se encuentra ahora.

Dani Martín: "Si desde El Canto del Loco hasta hoy me hubiera drogado estaría muerto"
Dani Martín: "Si desde El Canto del Loco hasta hoy me hubiera drogado estaría muerto" |

Europa FM

Madrid24/02/2025 16:44

Dani Martín sintió como un halago que Jordi Évole se pusiera en contacto con él para grabar la que puede ser su entrevista más sincera y abierta hasta ahora.

Lejos de preocuparse por los clickbaits que pudieran darse una vez emitida, al artista le interesaba contar la verdad en una conversación distendida en la que ha analizado su historia como artista, pero también como persona. Lo de Dani Martín aterriza en laSexta casi tres meses después de publicar su disco El Último Día de Nuestras Vidas.

Una infancia rebelde

Évole y Dani Martín se encuentran en el bungalow de un camping que al cantante le evocó a los veranos en familia de su infancia. Dormían en tiendas de campaña y era "salvaje total, lleno de vacas". "Mis padres quisieron que mi hermana y yo tuviéramos lo que ellos no tuvieron", dice antes de reconocer que a su hermana Miriam le caló más la disciplina que a él, que renegó durante un tiempo de los estudios. "Yo llegaba del cole me iba a fumar y tirar piedras a los cristales. Llegó un momento que le dije a mi madre que necesitaba límites", asegura.

Repitió tres veces primero de BUP. Lo que se le daba bien era "escribir poemas, hacer canciones".

Sin miedo a contar lo mucho que le ayudó la terapia

Hace relativamente poco que aprendió a recibir con gratitud los halagos, tanto personales como laborales. "He sido mi peor enemigo, pero desde hace un año y medio, con un trabajo terapéutico con una psiquiatra, he conseguido agradecer cuando me dicen que estoy guapo o que el concierto ha salido bien", aseguraba sobre una terapia de la que habló por primera vez en diciembre de 2022, cuando en un post en redes sociales se mostró vulnerable y sensible. "Me llamó Serrat preocupado. Los medios me mandaron al psiquiátrico", recuerda. "El jefe me dijo 'hay que contar menos'. Lo amo, pero yo no sé contar menos", asegura.

"Contar que he estado medicado y que lo he necesitado para regular la química de mi cabeza, creo que es una ayuda para alguien que pueda necesitarlo", asegura. Para él, ir a terapia es algo normal en la actualidad, por fortuna.

Con la muerte de su hermana maduró de golpe

Miriam solo tenía 36 años cuando murió de forma repentina de un infarto cerebral.

Esta pérdida tambaleó los cimientos de una familia que tuvo que aprender a sobreponerse ante la adversidad. "Yo maduro con la muerte de mi hermana. Eso es un bofetón terrorífico que te tambalea", asegura ante Évole. "Dejé de ser el niñato que era con El Canto del Loco para convertirme en un hombre maduro porque mi hermana se había ido de una manera inesperada", rememora de aquel 9 de junio de 2009. Ese día fueron las insistentes llamadas perdidas de su madre Carmen las que le alertaron. Recibió la peor noticia de su vida.

"Estaba durmiendo, y tenía el teléfono en el salón cargando. Fui al salón y tenía 75 llamadas perdidas de mi madre. Devolví la llamada y mi madre me dijo que mi hermana había fallecido. Es una historia dura, y sobre todo dura para ellos, porque pierden a una hija y colocar eso...", cuenta con calma y sosiego después de 15 años y mucho trabajo interno.

Tanto él como sus padres tardaron mucho tiempo en recuperarse."Hemos vuelto a celebrar las Navidades. Hubo un momento que no apetecía, no apetecía hablar de ella, y yo ahora hablo de Miriam. La quiero mucho, era una crack, era una veterinaria maravillosa. Muy discreta, completamente diferente a mí", se sincera.

Más allá del físico

A Dani Martín le han salpicado mucho los comentarios sobre sus cambios físico. A él no se le ocurriría decirle a alguien si ha adelgazado, o si ha engordado, pero él sí que ha tenido que enfrentarse a esas críticas. "Yo he ido a la playa y no me he quitado la camiseta en la puta vida. Sabiendo que me pueden hacer una foto... Hasta este año, que me subí a un barco en Ibiza, me quité la camiseta y pensé '¿dónde están los paparazzi ahora que estoy delgado?'. En la gira que más entradas he vendido también ha sido cuando estaba más gordo. A mi público no le importa mi físico", recuerda. "Tenía la cara que parecía un pimpollo".

El cantante se pregunta qué es estar bien en esta sociedad de hoy en día. "Yo no he tenido abdominales en la puta vida".

El peligro del éxito y su relación con Amaia Montero

Tocaban sus propias canciones y llenaban Las Ventas con solo 24 años. Con tantos años de carrera a sus espaldas, no es de extrañar que los cimientos se tambaleasen en algún momento. "El éxito es una droga muy peligrosa. Si el aplauso disminuye, tiendes a buscar tu dosis, y si no las encuentras, la buscas en otras cosas que te suban a ese nivel", dice, recordando aquella foto de Amaia Montero que hizo saltar las alarmas en las redes sociales. "Me he sentido un yonki del éxito y luego he sabido distanciar la dependencia de estar ahí todo el rato. Si no haces ese curro, se te va la gaita", asegura.

"La tía se hizo una foto y la puso en redes. Diciendo 'así estoy por esta mierda del éxito'", rememora después de desvelar que entre ellos "hubo un encuentro". A día de hoy mantienen una relación bonita y se guardan mucho cariño: "Amaia Montero es más rockera que muchos rockeros que he conocido".