Manuel Carrasco: su mujer Almudena Navalón, dos hijos, un bajón emocional y su vida 'destroyer' antes de 'OT'
El cantante cosecha innumerables éxitos pero no tiene aires de divo. Manuel Carrasco triunfa por su estilo sencillo, su cercanía y su humildad, pilares que le han encumbrado a lo más alto de la música desde que salió de Operación Triunfo hace ya 20 años.
Manuel Carrasco nació en 1981 en Isla Cristina, un pequeño pueblo de la costa de Huelva. Allí vivió una infancia como la de cualquier chaval de familia humilde. Su madre trabajaba en el campo y su padre en el mar.
De cinco hermanos, fue el único que heredó el talento de su padre -que hacía conciertos en el barrio- para cantar y Operación Triunfo sería el trampolín que años más tarde lo daría a conocer al gran público. Pero su éxito ha crecido de manera natural, sin hits ni estridencias. Es su público el que lo ha llevado hasta donde está hoy.
Una vida 'destroyer' durante su adolescencia
Al acabar 8º de EGB cursó Formación Profesional en Electrónica, pero no encajaba. Se formó como pintor, oficio que siguen desempeñando sus tres hermanos varones mientras su hermana trabaja en una tienda.
Desde los 16 a los 20 años llevó lo que el artista, en una entrevista con El País en 2019, denominó vida "destroyer". Hacía lo mismo que cualquier adolescente pero quizá con algo más de responsabilidad.
"Había de todo un poco en el aire... Tampoco fui muy de drogas. Más con el alcohol. Recuerdo que bebía White Label con Seven Up. Que lo pienso ahora y es colonia, por Dios. No sé si en los sitios de puerto de mar se bebe más, pero... Allí se bebía tela. Eran unos buenos trastos", contó en una charla con Carlos Marcos.
Fue entonces cuando le llegó la oportunidad de presentarse a los castings de Operación Triunfo. Mientras iba pasando fases de selección, decidió bajar el ritmo y centrarse en lo que podría ser un futuro muy prometedor. "Me dije: 'Tengo una oportunidad en esta vida, que por mí no quede'. Iba a los botellones y en lugar de irme a las ocho de la mañana, como siempre hacía, me aburría y me iba a las dos. Todos mis amigos estaban con el puntito y yo me aburría. Bebía agua o refrescos. Es que sentía que me iba a cambiar la vida con la participación en OT. Sentía miedo, sentía vértigo por todo lo que me iba a pasar. Pero era una oportunidad que no iba a dejar pasar. Y mi vida no volvió a ser la misma", contó.
20 años desde que salió de Operación Triunfo
Carrasco tenía 20 años cuando quedó en segundo puesto en la segunda edición del formato que reventó los audímetros españoles. Un fenómeno musical sin precedentes que aunque le aupó a una fama meteórica, también supuso una dificultad en su camino.
"Estoy a punto de llevar la mitad de mi vida siendo conocido por esto. Es mucho tiempo, pero no olvido la mitad anterior, cuando tenía un trabajo más común siendo pintor y vivía como cualquier otro chaval de mi barrio", contó a Iñako Díaz-Guerra para El Mundo hace dos años.
Se considera un auténtico privilegiado por poder vivir de su pasión, la música. "Yo me he criado en un entorno donde no llamaríamos trabajo a esto que yo hago. Y trabajo mucho, ojo, pero como un privilegiado. Sé lo que es el trabajo duro, mi madre en el campo, mi padre en el mar... ¿Cómo voy a quejarme? ¿Qué presión tengo yo? No quiero quitarle valor a la música, pero sólo soy un tipo que hace canciones", apuntó.
Un bajonazo en sus primeros años de carrera
Tras salir de la Academia, la discográfica le recomendó vivir en Barcelona para continuar con su carrera, pero las cosas le venían dadas y no podía decidir sus pasos.
"Llega un momento en el no controlas tu vida. Hay gente que la controla. Te dicen lo que tienes que hacer: por aquí no vayas, por aquí sí. Cuando yo preguntaba algo ya estaba hecho. ‘¿Pero qué está hecho? ¿El disco? Es que no estoy de acuerdo con ese disco’. Muchas veces me dije: ‘Mira, esto no me merece la pena, me marcho para casa’. Tuve ataques de ansiedad… Lo pasé mal, muy mal", dijo a El País a la vez que aseguraba que la terapia con una psicóloga llamada Dulce fue lo que le ayudó a salir adelante.
"Me lo quedé todo dentro. Fueron muchos años de tragármelo todo. No disfrutaba haciendo discos ni en el escenario. No era feliz. Y me preguntaba: ‘¿Me merece la pena?’. Fue justo cuando decidí ir a terapia", mantuvo.
Cogió las riendas en el segundo disco y poco a poco recuperó la confianza en sí mismo, arropado también por un público que siempre se ha mantenido fiel.
Su mujer Almudena Navalón y sus dos hijos
Conoció a la que hoy es su mujer, la periodista Almudena Navalón, durante una entrevista para Atresmúsica. Rápidamente saltó la chispa entre ellos y en 2018 se daban el sí quiero en una romántica boda.
Juntos han formado una familia. Su primera hija, Chloé, nació en 2017 y el pequeño Manuel lo hizo pocos días antes de declararse el Estado de Alarma, en marzo de 2020.