Marina Carmona relata su verano más duro: "Decidí ponerme a beber"
Marina Carmona, la hija mayor de Antonio Carmona y Mariola Orellana, no guarda buen recuerdo del verano de 2016. "Me quedé sin voz, muda", dice al recordar cómo vivió el momento en que su novio la dejó. La artista, de gira con C. Tangana, lo recuerda en una extensa entrevista.
Marina Carmona, la hija de 29 años de Antonio Carmona y Mariola Orellana, vive un gran momento profesional y personal. De gira con C. Tangana, han encontrado el amor sobre el escenario. Su chico es el músico Víctor Martínez, con el que lleva un año de relación y al que conoció cuando empezaron los ensayos del Tiny Desk de El Madrileño.
Este verano redondo no tiene nada que ver con el que vivió en 2016. "El peor de mi vida", dice rotunda al recordar esos meses en una entrevista con LOC de El Mundo. Lo recuerda con detalle y señala a su exnovio como responsable de su crisis.
"Vivía en Miami con mi ex. Él me fue infiel y me volví a Madrid. Había ido a EEUU para estudiar educación musical y justo ese verano me graduaba y volvía a España. Lo hice con una sensación muy agria por todo lo que había pasado con él. Convivíamos y un día me envió un email diciéndome que no quería estar más conmigo. Me puse fatal", cuenta la artista, que se enfrentaba a los exámenes finales del último año de carrera. "Tenía que preparar seis canciones en diferentes idiomas y me quedé sin voz, muda. Me petó el cuerpo".
La joven pensaba que su chico le había sido infiel y el tiempo se lo confirmó. Se fue a Cambridge, a ver a su hermana Lucía y superar el mal trago, y una vez allí descubrió fotos de su exnovio con aquella chica con la que ella sospechaba que había iniciado una relación.
"Me encontré con una foto de esta chica con él en la Torre Eiffel. Y en el pie decía: "Por fin juntos después de tanto tiempo. Eres el amor de mi vida", cuenta la artista que en ese momento tomó una decisión fatal. "En ese momento mi cabeza empezó a dar vueltas y vueltas y entonces decidí ponerme a beber, desconectar del mundo y escuchar Amy Winehouse a toda tralla. Me quería olvidar de todo y se me fue la olla. Fue horroroso".
"Eso no fue lo peor"
Mientras Marina estaba en esta situación, su hermana Lucía se enfrentaba a su último examen. "Mi madre le pidió a Lucía que fuera inmediatamente a casa para calmarme, yo estaba muy afectada. Además, esa misma tarde nos teníamos que subir a un avión y volver a Madrid", continúa su relato.
"Llegó corriendo y me encontró de la risa al llanto, desbordada por la situación. Ese mismo día tenía que vaciar el piso en tan sólo cuatro horas y yo estaba en shock, no podía ayudarla", añade Marina, cuatro años mayor que Lucia. "No tenía tiempo para atenderme pero aún así supo qué hacer conmigo y lo solucionó todo. Me pidió que me quedara quieta y acostada para que se me pasara".
La situación se fue tornando surrealista porque ese día tenían que coger un avión de vuelta a Madrid. No fue del todo fácil. "Finalmente logramos llegar al aeropuerto y volar a Madrid. Cuando llegué, estuve 15 días totalmente destruida hasta que fui consciente de todo lo que me había pasado, que fue bastante duro pero superé. Mi hermana logró recuperar al tiempo el dinero que se había olvidado en Cambridge [lo dejó debajo del colchón y se dio cuenta en el taxi de camino al aeropuerto] por la agencia que había alquilado el piso. Fue un lío porque no era una cifra nada desdeñable y tardó meses en recuperarlo, y encima no del todo".
Seis años después reconoce que todo ese caos fue fruto de su inocencia. "Era la primera vez que me rompían el corazón", dice Carmona, que no ha vuelta a ver a su ex. "Con él estuve tres años y fue mi primera relación seria. No sé nada de él. Sólo que sigue viviendo en Miami y quién sabrá qué hace con su vida".