Marina Llorca defiende a Georgina Rodríguez ante las críticas de su foto en bikini

¿Cómo afecta Instagram a la imagen que tenemos de nuestro cuerpo?

Todas sabemos que nuestro cuerpo varía en función de la pose, de la luz e incluso del ángulo desde el que esté tomada la fotografía. El problema está en que las veces que vemos fotografías que muestran esta cara de la moneda se pueden contar con los dedos de una mano.

¿La razón? La lluvia de críticas que recibimos por no ser perfectas y seguir los cánones de belleza que dictan los estigmas sociales.

Como es lógico, las personas que más críticas reciben son aquellas que más expuestas están a las redes sociales, como los celebrities, entre los que se encuentran cantantes, actrices, influencers y todo tipo de personajes públicos.

Esta situación se ha repetido hace tan solo unos días, cuando Georgina Rodríguezpublicaba unas imágenes desprevenida en su barco, en bikini y con una pose de lo más natural. Lejos de alagar su naturalidad, dicha fotografía despertó numerosas críticas a su cuerpo, donde se entrelazaban comentarios sobre su "vejez", sus "estrías", su "tripa" y su "dejadez".

Ante los comentarios, Marina Llorca dedicó un post en Instagram al polémico tema expresando libremente su opinión. La influencer española de 26 años expresó libremente su opinión, considerando cómo podían afectar a Georgina los comentarios, especialmente después de haber perdido a uno de sus bebés en abril.

La abanderada del body positive imitó exactamente la misma fotografía, con una pose similar y desde el mismo ángulo. En ella, Marina Llorca reivindicaba la necesidad de aceptar la naturalidad de todos los cuerpos, sin que existan críticas y prejuicios que puedan afectar a nuestra salud mental.

"Exigimos naturalidad, pero cuando la vemos, la despreciamos. El #MarinaImitandoXL de hoy es muy diferente, no es una campaña de moda, ni la portada de una revista, ni la foto del año. Es @georginagio desprevenida, con una luz fuerte, relajada y sin maquillaje.

Tal como es, tal como podríamos ser cualquiera de nosotras. Y las descalificaciones y burlas hacia su cuerpo no han tardado en aparecer.

Que si celulitis, que si barriga, que si dejadez… ¿Hemos olvidado que ha pasado por un parto? ¿Qué los cuerpos cambian? ¿Qué no es un robot? ¿Y su salud mental? ¿Ya no importa? Solo importa que sea perfecta. Porque DEBE ser perfecta. Pues os voy a contar, lo que parece ser, un secreto: este es el estado natural de una mujer la enorme mayoría del tiempo.

Y si, lo que pasa en nuestra vida también puede afectar a nuestro físico. Parece que es mucho más importante cómo te ves, que cómo te sientes. Pretendemos que las personas se muestren tal como son, y cuando las vemos, nos reímos de ellas, las humillamos y las avergonzamos. ¿Así queremos reducir la presión hacia la imagen de uno mismo?

Hagamos las paces con nuestro cuerpo, porque nuestros prejuicios van de la mano de nuestras inseguridades", reivindicaba Marina Llorca en su publicación.

No obstante, la joven influencer no ha sido la única que ha salido en defensa de la mujer de Cristiano Ronaldo.

Ivana Rodríguez: en defensa de su hermana

Lejos de mantenerse en silencio, la familia de la modelo también ha querido dedicar unas palabras para defender a Georgina. Concretamente Ivana Rodríguez, la hermana de la protagonista, que ha calificado esta actitud como "innecesaria" y más entre mujeres, las que principalmente han criticado el físico de la empresaria con nacionalidad argentina y española.

"No todas son capaces de ponerse en la piel de otra mujer que ha vivido algo así", comentaba Ivana Rodríguez, agradeciendo a esas "mujeres empáticas y buenas" que han mostrado su apoyo "en este duro momento". Además, ha pedido públicamente que le "den tiempo, que está recién parida”.

La influencer ha mostrado su gran enfado recalcando que hay que tener "muy poca vergüenza" para que las redes escriban esas críticas. “Que mala es la envidia, las fotos de veranos anteriores no eran Photoshop, no estaba recién parida de un embarazo doble. Un poquito de corazón y menos usar el cuerpo de una mujer de cebo y comerciar con él sin su consentimiento”, concluía.