Mario Vargas Llosa abre la puerta a una reconciliación entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Parece que el huracán mediático que se ha desatado tras la infidelidad de Íñigo Onieva a Tamara Falcó todavía está dando sus últimos coletazos.

Que su compromiso saltase por los aires menos de 24 horas después de hacerse público supuso que todas las miradas se centrasen en el culebrón del momento.

El relaciones públicas lo negó primero, lo confirmó después y este domingo se enfrentaba a los medios para pedir respeto y mostrar sus disculpas públicas a Tamara Falcó.

Lejos de que amaine la tormenta, la Marquesa de Griñón era acusada hace unos días de homofobia tras sus declaraciones sobre los "diferentes tipos de sexualidad" en su discurso ultracatólico en la XIV edición del Congreso Mundial de las Familias, que se celebró hace unas semanas en México DF. "No lo es para nada, no hay ninguna duda", la ha defendido su madre este lunes.

Así, con este cóctel de actualidad a la orden del día, no son pocos los reporteros de calle que buscan las respuestas y testimonios de los protagonistas.

Uno de ellos es el periodista de Europa Press, que este lunes esperó a Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa para preguntarles su opinión a su salida del Teatro Real de Madrid, donde el premio Nobel recibió el título de Madrileño del Año. Es la ciudad en la que vive desde que comenzó su relación con Isabel Preysler en el año 2015.

"Gracias a Isabel, que es una madrileña más antigua que yo pero ahí nos vamos en nuestro amor a Madrid y en nuestra simpatía por esta ciudad que nos ha acogido con tanto cariño", dijo el escritor hispano-peruano antes de recoger el Premio.

Poco después, Preysler se pronunciaba por primera vez sobre el estado de ánimo de su hija tras su ruptura. "Tamara se encuentra estupendamente y va muy bien. Yo, mientras están tranquilos mis hijos, y Tamara está tranquila, yo estoy tranquila", decía la socialité.

Aunque el reportero preguntó a Preysler por la posibilidad de que Íñigo Onieva y Falcó hiciesen borrón y cuenta nueva, la socialité se apresuró a entrar en el coche y no contestó. El que sí respondió fue Vargas Llosa, que con la boca pequeña dejaba la puerta abierta a una posible reconciliación.

"¿Y a usted Mario, le gustaría una reconciliación?", le preguntaban desde Europa Press. "Pues sí, que ellos decidan, que ellos decidan. Yo no opino", dijo. "¿Le ha defraudado Íñigo, verdad que sí?", insistía el periodista. "Mucho", sentenció el Premio Nobel.