Una mujer sobrevive al atentado de Manchester gracias a la carcasa metálica de su móvil
Lisa Bridgett salía del concierto de Ariana Grande el pasado lunes con su hija cuando se produjo el atentado. Si no hubiera sido porque la mujer tenía su teléfono pegado a la oreja, un tuerca hubiera impactado en su cabeza, algo que podría haber tenido horribles consecuencias.
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El atentado que asoló Manchester el pasado lunes ha abierto una brecha el corazón sus ciudadanos, que han visto cómo el grupo terrorista DAESH reivindicaba la autoría de la explosión que se llevó por delante la vida de 22 personas y ha dejado más de un centenar de heridos, la mayoría fans de Ariana Grande que habían acudido a su concierto.
Un montón de artistas han lamentado este terrible suceso. Bruno Mars, Katy Perry o Taylor Swift son algunos de ellos. También la propia Ariana ha asegurado en su cuenta de Twitter que está "rota" y la cantante se ha ofrecido a pagar el funeral de los fallecidos. En su llegada a su ciudad natal, en Florida, la artista estaba visiblemente afectada. Ariana se refugia ahora en el apoyo de sus familiares y amigos. Su madre se encontraba en primera fila cuando se produjo el atentado y no dudó en refugiar a un grupo de fans en los camerinos.
Lisa Bridgett, una mujer de 45 años, estaba en el concierto el pasado lunes con su hija. Al igual que al resto de espectadores, el atentado le pilló de lleno y por sorpresa. Sin embargo, Lisa y su hija sobrevivieron gracias a una de esas casualidades que solo pueden ser responsabilidad del destino.
Steve Bridgett, el marido de Lisa, ha desvelado que su mujer estaba hablando por teléfono en el momento de la explosión. El impacto le alcanzó en varias partes de su cuerpo, pero por suerte no llegó a su cabeza porque en ese momento Lisa estaba con el móvil pegado a la oreja, ha explicado Steve a The Guardian.
"Es muy afortunada de estar viva. El hecho de que ella estuviera hablando por teléfono en el momento exacto probablemente salvó su vida. La tuerca ha afectado al móvil, que no solo desvió su trayectoria, sino que también la ralentizó considerablemente", asegura el hombre.
Aún así, la mujer sufrió heridas de cierta consideración. Perdió un dedo, se fracturó un tobillo y tiene una gran herida en el muslo, además de otras tres lesiones pequeñas. Tras el atentado, tuvo que ser operada de urgencia y los médicos del Manchester Toyal Infirmary tienen prevista otra operación.
Aunque su marido recuerda que "el dedo no le volverá a crecer", está contento porque su mujer se recuperará totalmente.
"En particular, quiero dar las gracias a Peter, un guardia del Manchester Arena que ayudó a Lisa a salir y encontrar un lugar seguro", termina Bridgett.