El padre de Britney Spears defiende la tutela de la cantante: "Sin ella no sé si estaría viva"
Por primera vez desde que la Justicia dio la razón a Britney Spears y le retiró la tutela a la que llevaba 13 años sometida, James Spears ha dado sus primeras declaraciones sobre el control que se impuso a la cantante.
Hace poco más de un año que Britney Spears es libre para tomar sus propias deciciones. Durante el tiempo que duró la tutela a la que estuvo sometida no pudo tener el control sobre sus finanzas, sus contratos de trabajo ni sobre cuestiones tan cotidianas como actualizar sus redes sociales, conducir o irse de viaje con el que ahora es su marido, Sam Asghari.
Su padre, Jamie Spears, era el responsable de su tutela. Un juez se la concedió en 2008 tras los polémicos sucesos que la cantante protagonizó.
El acoso de los paparazzi hizo mella en su salud mental y su estabilidad pendía de un hilo, por lo que fue internada en rehabilitación. Sin embargo y a pesar de haberse recuperado, la tutela continuaba férrea y la artista no podía tomar sus propias decisiones. Tildó la situación como un auténtico "infierno" y comenzó un proceso legal para que su padre dejase de ser el responsable tanto de su vida laboral como personal. El movimiento #FreeBritney la impulsó a enfrentarse a su familia y el juez le dio la razón.
Desde entonces son muchas las ocasiones en las que Spears ha atacado a su padre, reprochándole sus años de estricto control. Él nunca había respondido pero ahora ha roto su silencio en una entrevista con The Mail on Sunday en una entrevista en la que pone en duda si su hija hubiese salido adelante por sí misma.
James Spears asegura que todas las decisiones que tomó cuando inició el proceso tutelar fueron por el bienestar de la cantante. "No todo el mundo va a estar de acuerdo conmigo. Fue un momento muy difícil, pero amo a mi hija con toda mi alma. ¿Dónde estaría Britney sin la tutela? No sé si estaría viva. No lo sé", mantiene.
El padre de la cantante defiende que la custodia no solo protegería a la cantante, también a sus hijos. "Para protegerla y proteger a los niños, la tutela fue una gran herramienta. Sin ella, no creo que hubiera podido recuperar a sus hijos".
Los hijos de Britney Spears, Preston (17) y Jayden (16), nacieron fruto de su relación con Kevin Federline. Cuando el acoso mediático estaba en su punto álgido sobre la artista, el bailarín se ocupó de su educación y la relación entre madre e hijos se distanció. "Mi relación con Kevin les dio una sensación de paz y protección", dice Spears. "Te lo dirá Kevin también, fuimos nosotros los que les criamos. Hice lo que se suponía que tenía que hacer o sentía que tenía que hacer", afirma.
Lo cierto es que Britney Spears y su exmarido, Kevin Federline, compartían la custodia de sus dos hijos al 50% hasta agosto de 2019. Un incidente de su hijo Sean con su abuelo, el padre de Britney, provocó que el bailarín pidiera un cambio en las condiciones. Al parecer Jamie Spears le puso las manos encima al adolescente de entonces 13 años.
Tras este episodio Federline y Spears acordaron un cambio en la custodia: el 70% para Federline y el 30% para la intérprete. Por su parte, Jamie no ha podido acercarse a sus nietos desde 2019.
Actualmente la relación de Britney Spears con sus hijos se ha enfriado. La cantante no mantiene con ellos el contacto que le gustaría ya que los adolescentes se han posicionado del lado de su padre en los últimos tiempos, algo que la cantante lamenta a pesar de que su intención pase por recuperarlos.
Otro de los puntos que Jamie Spears defiende es el control que tuvo sobre las finanzas de la cantante. Britney no tenía acceso a sus cuentas y aunque recibía una cantidad mensual no superior a 1.500 euros para sus gastos, no podía gestionar su patrimonio.
Todo estaba bajo el control de su padre y un equipo de asesores. Ellos firmaron los contratos de los cuatro álbumes que editó bajo la tutela, las dos giras y las dos residencias en Las Vegas. Ella no tuvo más remedio que aceptar los trabajos aunque su estabilidad mental no fuese la adecuada.
La cantante ha acusado a su padre además de obligarla a acudir a terapia, medicarse y utilizar métodos anticonceptivos en contra de su voluntad. Él continúa defendiendo que lo hizo para protegerla. "Lo que puedo decir es que mucha gente no tiene ni idea de cuál es la verdad. Su abogado no lo sabe, los medios no lo saben, han escuchado la versión de Britney. No me importa recibir golpes porque sé que no es verdad y por que no quiero empezar nada, para que mi hija deje de seguir cayendo en el agujero en el que estaba", asegura.