La polémica campaña de Yves Saint Lauren, acusada de incitar a la violación
Los franceses piden a Yves Saint Laurent que retire la publicidad de su última campaña tras tachar sus imágenes de "degradadantes" para la mujer.
La última campaña de la marca de moda francesa Yves Saint Laurent ha desatado la ira de los parisinos, que han despertado con su ciudad llena de imágenes en las que más que vender moda, se vende a la mujer como sumisa. Una hipersexualización que reduce a la mujer a la condición de objeto.
En una de las imágenes, la modelo (extremadamente delgada) posa para el fotógrafo con las piernas muy abiertas, centrando la atención en su entrepierna. En la otra instantánea, una mujer adopta una posición de sumisión inclinándose sobre un taburete.
Bajo el hastag #YSLRetireTaPunDegradante (Yves Saint Laurent retira esta publicidad degradante) las redes sociales han denunciado el mal gusto de las imágenes, que no reflejan de ninguna manera "el lujo francés" y "la elegancia" que ha representado la marca desde su nacimiento en 1961. "Es momento de reivindicar una imagen positiva de las mujeres y no servirlas como trozos de carne", opinaba un usuario de twitter.
Le luxe à la française ? L'élégance ? #YSLRetireTaPubDegradantepic.twitter.com/jOxh3vT7GS
— Virginie Martin (@VirginieMartin_) 4 de marzo de 2017
Por su parte, la Autoridad Reguladora Profesional de Publicidad tomará las medidas oportunas. Su director, Stéphane Martin, ya se ha posicionado en sus declaraciones. "No creo que las clientas de la firma quieran verse asociadas a estas imágenes", ha asegurado. Este organismo ha asegurado haber recibido medio centenar de denuncias por "imágenes degradantes", "mujeres objeto" e "incitación a la violación".
Por otro lado, la asociación feminista francesa 'Osez le feministe' ha pedido la retirada de las imágenes de las calles de la ciudad. "Esta publicidad tiene todos los elementos sexistas: hipersexualización, conversión de la mujer en objeto, posición de sumisión. Simbólicamente, es muy violento", ha explicado su portavoz, Raphaelle Remy-Leleu.
Sin duda, la campaña ha conseguido el objetivo de cualquier anuncio publicitario: que todo el mundo hable de él. ¿Estrategia o falta de sensibilidad?