Quién era La Chunga, la bailaora descalza que ha muerto a los 87 años
Micaela Flores Amaya, conocida como La Chunga, fue una bailaora y pintora hispano-francesa. A sus 87 años, ha muerto tras haber sido diagnosticada con un cáncer de pulmón en 2011. "Es triste y nunca es una noticia agradable", explica su hijo.
La bailaora y pintora Micaela Flores Amaya, conocida popularmente como La Chunga, ha muerto este viernes 3 de enero por un fallo multiorgánico, más de una década después de haber sido diagnosticada con un cáncer de pulmón.
"Llevaba días entrando y saliendo del hospital. Nos temíamos que acaba falleciendo", ha contado su hijo en Y ahora Sonsoles. En este mismo programa de televisión, la folclórica Charo Reina se ha enterado en directo de lo sucedido. "Empezar el año con esta noticia ha sido muy complicado. [...] Lo de las manos de Micaela era algo espectacular. Era una mujer de raza", ha dicho.
''Se crio en Barcelona, hablaba siempre de su Barcelona querida, aunque también quería mucho a Zaragoza, donde vivía su hija Pilar. Ella era una mujer tremendamente cariñosa y con mucho genio'', ha añadido Charo Reina. ''Me quedo con nuestras conversaciones cuando pintaba, sentadas alrededor de la pintura que estaba haciendo ese día. Esos ratos se quedarán para siempre en mi corazón. La vamos a echar todo de menos.
La Chunga, bailaora y pintora
Aunque se crio en Barcelona, Micaela Flores Amaya nació en el año 1938 en Marsella (Francia), donde vivían sus padres, inmigrantes andaluces gitanos. Cuando solo tenía un año, su familia regresó a Cataluña, donde empezó a bailar en un local muy conocido entre los gitanos de la época: la Bodega de El Paralelo.
Durante una actuación callejera improvisada, La Chunga conoció en Barcelona a Paco Rebés, quien se convirtió en su padrino para convertir a la mujer en una bailaora de renombre. Así, ella saltó a la fama por sus danzas salerosas sin zapatos, descalza.
"Paco Rebés la llevó a la maestra Emma Maleras allá por el año 1956, para que le diera clases y ampliara su repertorio", cuenta el bailaor José de la Vega en ABC. "Llegó al estudio y se sentó en el suelo. Era una gitana salvaje, no sabía leer ni escribir. Emma le compró unos zapatos y La Chunga se los puso y se los quitó rápido, le dijo que no bailaba con zapatos y los tiró en un rincón".
En los años 80, Micaela Flores Amaya se retiró del baile para dedicarse a la pintura. Muy conocidos son sus cuadros de bailarinas gitanas, obras que conquistaron a personalidades como Alaska.
"He pasado hambre y frío, viviendo en las barracas", contó La Chunga a Vanity Fair. "Pero aun así, creo que desde que estaba en la barriga de mi madre, ya tenía suerte, porque hasta le regalaban ropa para mí. Puede que haya nacido con estrella, por eso siempre que veo pasar un avión pienso: 'Ahí voy yo'".