Quién es Marcus Cooper, el abanderado de España en los Juegos Olímpicos
Marcus Cooper, el piragüista mallorquín nacido en Oxford, lleva años preparándose para dar la mejor versión de sí mismo en París y engordar su medallero con dos nuevas adquisiciones. Para ello, el abanderado español tiene un plan, el Plan Cooper, que pone especial atención en la preparación psicológica del deportista de élite —además del entrenamiento físico, la nutrición y el descanso—.
"La bandera más bonita del mundo, del mejor país del mundo. Y que todo el mundo tenga clarísimo que la bandera está en las mejores manos, en las manos de alguien que de verdad siente los colores cada vez que hacen sonar nuestro himno en las competiciones internacionales". Así de emocionado y feliz recibía Marcus Cooper la noticia de que iba a ser, junto a Támara Echegoyen, abanderado del equipo olímpico español en los Juegos Olímpicos de París.
El piragüista toma así el relevo a su compañero Saúl Craviotto, que ya asumió este papel protagonista en Tokio 2020 —olimpiadas que se pospusieron a julio-agosto de 2021 por la pandemia—. Semanas antes, cuando el nombre de Marcus comenzaba a sonar para el ‘papel’, Craviotto manifestó su deseo de que su compañero fuese el elegido para desfilar encabezando la delegación y le dio un consejo: "Lo más importante en ese momento es que mire para atrás y vea la cara de los deportistas, que eso va a ser inolvidable".
A sus 29 años, este mallorquín nacido en Oxford, de madre alemana y padre británico, llega a sus terceras olimpiadas con la intención de luchar por dos medallas —en K2 y K4— y con el objetivo de que "la bandera de España sea la bandera que más arriba ondee en la apertura de los Juegos".
Cooper atesora ocho medallas mundiales, tres medallas conseguidas en campeonatos europeos, además de un oro en K1 en Río de Janeiro 2016 y una plata en Tokio 2020 en K4. Si en París se cumple su objetivo y suma dos más, el mallorquín contaría con cuatro en su palmarés olímpico, rozando la gloria de sus dos compañeros de disciplina, David Cal y Craviotto que tienen cinco y son los deportistas españoles más laureados en las olimpiadas.
El Plan Cooper
Cooper descubrió el piragüismo a los 12 años, por un amigo, y se apuntó al club de Portopetro, localidad del sur de Mallorca. Pronto llegaron los primeros trofeos y con 15 años entró en la selección nacional júnior y se mudó a Asturias para formarse en el centro de élite de Trasona. "Renuncié a la vida normal de adolescente. Es un sacrificio, pero tenía claro el camino a tomar y me ayudaba tener compañeros de tanto nivel que sentían lo mismo que yo", declaraba en una entrevista.
Han pasado quince años y Cooper, convertido en un reconocido deportista de élite, confirma que detrás de cada éxito deportivo hay disciplina, esfuerzo y un estudiado plan de entrenamiento basado en ejercicio, dieta, descanso y preparación psicológica. Es lo que él llama Plan Cooper, una forma de concebir la preparación deportiva que ha querido hacer extensivo a deportistas y personas que quieren superarse.
"Nace de la necesidad por cubrir la demanda de salud psicológica, nutricional y de ejercicio físico, por vía online, manteniendo el más alto estándar de calidad y de manera práctica, personalizada y con garantías. Los usuarios sienten la confianza y tranquilidad de estar en manos de verdaderos profesionales, especialistas en su materia y enamorados de su vocación", asegura en su web donde ofrece asesoría y programas personalizados completos.
El hombre de los nervios de acero
En cada entrevista, el piragüista insiste en la necesidad de cuidar la salud mental del deportista, sea cual sea la disciplina: "En el deporte se cree que lo importante es de cuello para abajo, pero más lo es la cabeza. Y va dentro de nuestro trabajo estar bien psicológicamente", destaca sobre el necesario bienestar emocional para competir.
En este sentido, coinciden todos los que conocen y siguen la carrera de Marcus Cooper en que parte del secreto de su éxito es que sabe mantener los nervios a raya.
"Controlo muy bien los nervios en la competición. Es cierto que soy un poco así para todo en la vida. Tengo mucha mente fría y mantengo la calma en cualquier situación. En una competición importante, los deportistas están muy nerviosos, les entran muchas dudas y les rondan muchos pensamientos por la cabeza. Esto hace que el deportista se despiste y olvide los básicos como la buena costumbre de alimentación, el calentamiento al que está acostumbrado y varios detalles más, además de que esas situaciones estresan y cansan mucho. Esto afecta al rendimiento", reconoce el piragüista.
Marcus ha dedicado sus últimos años a ser la mejor versión de sí mismo y así llegar a lograr dos medallas en los juegos de París, aunque “el resultado no depende al 100% de mí. También depende de mis compañeros de equipo —Rodrigo Germade, Carlos Arévalo y un tal Saúl Craviotto—, de la Federación Española de Piragüismo y varias partes más”.
Con esa seguridad y confianza aparecerá en el Estadio Náutico de Vaires-sur-Marne, donde se celebran las pruebas de piragüismo, consciente de que va a ser el protagonista de emocionantes momentos en los que se acordará de su entrenador y de sus compañeros, pero sobre todo de su familia, de su padre, de su hermana, de su sobrino y especialmente de su madre que le llevaba a entrenar cada día. "Dice ser mi fan n°1, pero... ¡resulta que yo soy el suyo!", escribía en Instagram junto a una de sus fotos preferidas con ella.