Quién es Támara Echegoyen, la abanderada de España en los Juegos Olímpicos
Es de Orense, tiene 40 años y una de las trayectorias más brillantes en el deporte español. La regatista Támara Echegoyen desfilará en la ceremonia inaugural de París en primera fila y portando la bandera. Al día siguiente comenzará, junto a su compañera Paula Barceló, su verdadera competición por hacerse con la medalla que se escapó en Tokio 2020.
Ser abanderado del equipo olímpico es un privilegio reservado solo a unos pocos deportistas y más en el caso de las mujeres. Solo tres atletas femeninas lo han sido en las 24 olimpiadas en las que España ha participado: Mireia Belmonte en Tokio 2020, Isabel Fernández en Atenas 2004 y Cristina de Borbón en Seúl 1988.
Pero esa cifra se romperá el 26 de julio en París: la regatista Támara Echegoyen se sumará a esa corta lista de abanderadas. Y no lo hará sola, le acompañará el piragüista Marcus Cooper.
Un envidiado palmarés
Ser la deportista que encabece el desfile del equipo olímpico en la ceremonia inaugural es una manera de reconocerle a la regatista orensana todos sus méritos deportivos, que no son pocos. Echegoyen fue medalla de oro en las olimpiadas de Londres, además de ser campeona mundial en la categoría 49er FX en 2016 y 2020, y medalla de oro en el Campeonato Europeo de 2011 y en el Campeonato Mundial Match Race de 2013. También fue Premio Nacional del Deporte como deportista revelación en 2012.
"Fue una noticia increíble y cualquier deportista se siente afortunado de tener este honor. Va a ser un momento muy emotivo, muy especial y que perdurará en la memoria de todos", admitía tras conocerse la noticia. "Lo más simpático es que he estado en dos inauguraciones, Londres y Río, a Tokio decidimos no desfilar por las circunstancias (la pandemia). Siempre decía que yo quería salir última a la izquierda y, fíjate tú, ahora no va a poder ser posible", añadía divertida.
A sus 40 años, el hecho de que seguramente estas sean sus últimas olimpiadas le añade un significado especial a esa bandera, además de hacer justicia y premiar al deporte que más medallas ha dado a nuestro país en toda su historia olímpica. "Ya es hora de mirar la vela con otros ojos y reconocer lo mucho que aporta", reclamaba recientemente en El HuffPost.
A la cita en Marsella, sede de las pruebas de vela de estos Juegos Olímpicos, llega con ‘sed de venganza’, después del disgusto que le supuso el cuarto puesto en Tokio 2020, cuando la medalla se escapó en el último momento. Reconoce sin pudor que va a por el oro, que es ambiciosa: "Quiero ser mejor y mejor. No me conformo con ser buena, quiero ser excelente. Soy superfiel y supercreyente en el trabajo. El gen competitivo me hace salir todos los días a por más".
Un hermano y una “casi hermana”
A lo largo de su carrera deportiva, Támara ha tenido muchas compañeras de aventura. La medalla de oro de Londres la consiguió haciendo equipo con Ángela Pumariega y Sofía Tor, y con Berta Betanzos logró el Campeonato Mundial de 49er en 2016. Hasta que en 2018 llegó a su ‘embarcación’ Paula Barceló, con la que volvió a coronarse en el campeonato mundial y con la que rozó la medalla en Tokio. Con ella luchará, seguro que esta vez sí, por el oro.
"Tenemos una relación de amistad increíble, somos un equipo muy consolidado que disfrutamos de competir juntas. No pudo haber mejor opción", afirmaba en ¡Hola! la abanderada sobre su compañera, a la que considera su “casi hermana”. Para comprobarlo, basta con echar un vistazo a sus redes sociales en las que hay una buena muestra de la complicidad y el buen rollo entre ellas.
Claro que el gran protagonista de las fotos que sube a Instagram es, como no podía ser de otra manera, el mar, en el que pasa gran parte de su vida y con el que reconoce tener una especial conexión desde que era pequeña. "La familia de mi padre tenía un barco e íbamos por la ría de Pontevedra. Empecé con cinco años, esperando con un chaleco en la rampa a que llegaran mis amigos de navegar con viento, que yo no podía. Fue el único deporte que jamás he podido dejar. Siempre quería volver a navegar. Fue enamoramiento a primera vista para una pequeña de cinco años que decidió que el mar era su lugar", ha contado en numerosas ocasiones.
Pero entre esas largas e intensas jornadas de entrenamiento y competición, también hay algo de tiempo para disfrutar de otros pequeños placeres, como viajar y divertirse con sus amigos.
Por supuesto, sus padres y su hermano también ocupa un lugar especial en su vida, igual que sus perros, de los que también presume en redes sociales.