Suspendida la pena de prisión para el 'hacker' que robó y vendió música inédita de Coldplay o Shawn Mendes
Las autoridades han suspendido la pena de 21 meses de encarcelamiento de Skylar Dalziel, el hacker de 22 años condenado por haber accedido ilegalmente a material inéditos de artistas internacionales y haberse lucrado con miles de libras tras vender estas canciones en la dark web.
Las autoridades llevan años poniendo cerco a los piratas informáticos en pro de la protección de los derechos de propiedad intelectual. Una estrategia que ha derivado en decenas de detenciones y casos, aunque pocos han alcanzado la notoriedad del de Skylar Dalziel, un hacker de 22 años que ha recibido una severa condena de 21 meses de cárcel, que finalmente se ha visto suspendida.
Este joven consiguió acceder ilegalmente a música inédita de artistas como Coldplay, Shawn Mendes, Melanie Martínez, Upsahl y Bebe Rexha a través de cuentas de almacenamiento en la nube vinculadas a los artistas.
Un robo de propiedad intelectual con el que, según la policía de Londres, ganó aproximadamente unas 42.000 libras entre abril de 2021 y enero de 2023, llegando a almacenar alrededor de 290.000 canciones de artistas.
Tras una denuncia por parte Sony Music Entertainment, que descubrió que una cuenta en la nube propiedad de Upsahl había sido comprometida, Dalziel fue detenido en la ciudad de Lutton donde reside y ha sido el propio tribunal de la población quien ha decidido suspender la pena de cárcel a pesar de haber sido setenciado tras declararse culpable de nueve delitos de propiedad intelectual y cuatro delitos de uso indebido de ordenadores.
"Dalziel no tuvo ningún respeto por la creatividad y el arduo trabajo de los músicos para producir canciones originales y la consiguiente posible pérdida de ingresos", ha indicado el fiscal Richard Partridge, añadiendo que "este tipo de actividad no solo afecta a los propios artistas, sino también a los empleados de las compañías discográficas involucradas. Él utilizó egoístamente su música para ganar dinero vendiéndola en la red oscura".
Daryl Fryatt, agente de la unidad de delitos contra la propiedad intelectual de la policía de Londres, ha asegurado que "robar material protegido por derechos de autor para obtener un beneficio económico propio es ilegal. Pone en peligro el trabajo de los artistas y el sustento de las personas que trabajan con ellos para crear y publicar su música". Además, pone cifras a los perjuicios causados por esta activida, estimando que "contribuye a la pérdida de más de 80.000 puestos de trabajo cada año".