Taylor Swift denuncia que su anterior discográfica le prohíbe cantar sus grandes éxitos
Taylor Swift ha utilizado las redes sociales para denunciar el chantaje que está sufriendo por parte de Scott Borchetta y Scooter Braun, los jefes de su anterior discográfica. Ambos, que tienen los derechos de su música, le prohíben cantar sus antiguas canciones en televisión y por lo tanto, su actuación en los American Music Awards podría cancelarse.
Taylor Swift ha iniciado la guerra contra Scooter Braun, su exmanager y actual representante de Justin Bieber que compró los derechos de música.
La cantante acusa a Braun y Scott Borchetta, otro jefe de su anterior discográfica, Big Machine Label Group, de ejercer un "control tiránico" sobre sus canciones.
"En la ceremonia de los American Music Awards me entregarán el Premio Artista de la Década. He estado planeando hacer una mezcla de mis éxitos a lo largo de la década", escribe Swift en Tumblr, donde expone que el problema es que "Scott Borchetta y Scooter Braun han dicho que no se me permite tocar mis antiguas canciones en la televisión porque afirman que no puedo volver a grabar mi música antes de tener de nuevo el derecho a interpretarla el próximo año".
Además, añade que esta prohibición también le afecta al documental que está preparando para Netflix porque "Scott y Scooter han rechazado el uso de mi música anterior para este proyecto, a pesar de que no se les menciona ni a ninguno de ellos ni a Big Machine Records".
Taylor Swift confiesa que ha sentido la necesidad de compartir "lo que me está sucediendo" porque cree que "podría cambiar el nivel de conciencia de otros artistas y ayudarlos a evitar una situación similar".
La artista tiene muy claro que seguirá luchando por sus derechos porque "ninguno de estos hombres participó en la escritura de esas canciones. No hicieron nada para crear la relación que tengo con mis fans". Y, quiere que "Scott Borchetta y Scooter Braun sepan cómo se siente al respecto" pero también quiere pedir ayuda a "The Carlyle Group, que puso dinero para la venta de mi música a estos dos hombres".
Con sus últimas palabras, Taylor Swift suplica una vez más poder "interpretar mi propia música". Y, tras intentar resolver esta polémica "de forma privada a través de mi equipo", pide el apoyo de sus fans porque su actuación en los AMA, el documental de Netflix y otros proyectos están en peligro y quizás no los podrá realizar.
Tras su publicación, sus seguidores se han movilizado para que las celebridades apoyen a su ídolo. De momento, Selena Gomez y Camila Cabello han sido las primeras en romper el silencio y opinar sobre esta polémica.