Violencia familiar, problemas con el sexo y pensamientos suicidas: las revelaciones más duras de Will Smith
Will Smith se abre en canal en su biografía Will (Zenith), un libro lleno de confesiones que incluyen violencia familiar, problemas con el sexo y pensamientos suicidas. Recogemos las revelaciones más duras del actor de 53 años.
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Will Smithllegó a nuestras televisores hace más de tres décadas. El actor de 53 años se hizo famoso con El príncipe de Bel-Air, una serie que se emitió entre 1990 y 1996 y que lo convirtió en una estrella mundial.
Cuando debutó en televisión era ya un conocido rapero. Tenía 22 años y tuvo que aprender a lidiar con la fama, lo que no fue precisamente fácil. Lo cuenta en su biografía Will (Zenith), un libro en el que con ayuda del escritor Mark Manson repasa los episodios más complicados de su vida.
"En los últimos treinta años, como todos nosotros, me he enfrentado al fracaso, a la pérdida, a la humillación, al divorcio y a la muerte. He visto cómo mi vida peligraba, cómo me quitaban mi dinero, cómo invadían mi privacidad, cómo se desintegraba mi familia, y, aun así, todos los días me levantaba, mezclaba cemento y ponía otro ladrillo. Da igual por lo que estés pasando, siempre hay otro ladrillo en el suelo, delante de ti, esperando a que lo pongas. La pregunta es: ¿te vas a levantar a ponerlo?", escribe en el libro, que salió a la venta el pasado 1 de diciembre.
Will incluye pasajes de violencia familiar, problemas con el sexo y pensamientos suicidas. Estas son algunas de las revelaciones más duras.
Un padre maltratador
"Cuando tenía nueve años, vi cómo mi padre le daba un puñetazo a mi madre en la sien con tanta fuerza que se desplomó. La vi escupir sangre. Ese momento en ese dormitorio ha definido lo que soy ahora", escribe en las primeras páginas del libro sobre su padre, un vendedor de calefactores de queroseno fallecido en noviembre de 2016 y para el que también tiene buenas palabras. "Pese a sus todos defectos, siempre trajo comida a la mesa y habría preferido morir antes que abandonar a sus hijos".
"Vi cómo mi padre le daba un puñetazo a mi madre en la sien con tanta fuerza que se desplomó"
Esos episodios marcaron su vida y nunca ha olvidado ese capítulo concreto."Todo lo que he conseguido desde entonces, los premios y los reconocimientos, los focos y la atención mediática, los personajes y las risas, han estado marcados por un sutil deseo reiterado de pedir perdón a mi madre por mi inacción aquel día", escribe el actor.
Will Smith y los pensamientos suicidas
En aquella época también pensó en suicidarse. Fue cuando tenía 13 años. Su madre, Caroline Bright, se fue de casa huyendo de la violencia en la que estaba sumergida.
"Se fue a trabajar a la mañana siguiente y no volvió a casa. No fue muy lejos, solo a unas pocas manzanas de la casa de la abuela Gigi, pero el mensaje era claro: había terminado", cuenta el actor.
Fue un duro golpe para el intérprete, que en ese momento pensó en quitarse la vida con pastillas. Estaba abrumado por la culpa y la soledad.
No lo hizo por varias razones, pero probablemente la principal fue su abuela. "Escuchaba a Gigi decir que suicidarse era un pecado", apunta el actor que tuvo pensamientos suicidas en otra ocasión.
El día en que pensó matar a su padre
Muchos años después de los episodios de abusos de su padre hacia su madre (se separaron cuando Will era adolescente y firmaron el divorcio en el 2000), el actor pensó en vengarse y matar a su padre.
"Una noche, mientras lo sacaba delicadamente de su dormitorio para llevarle al baño, una oscuridad se apoderó de mí. El camino entre las dos habitaciones pasa por la parte superior de las escaleras. Cuando era niño, siempre me dije a mí mismo que algún día vengaría a mi madre. Que cuando fuera lo suficientemente grande, cuando fuera lo suficientemente fuerte, cuando ya no fuera un cobarde, lo mataría", cuenta sobre su padre, William Carroll Smith, que en aquel momento luchaba contra el cáncer.
"Podría empujarlo hacia abajo y salirme con la mía fácilmente"
Ese día tuvo su oportunidad. Se le pasó por la cabeza, pero no lo hizo.
"Me detuve en la parte superior de las escaleras. Podría empujarlo hacia abajo y salirme con la mía fácilmente", escribe. "A medida que las décadas de dolor, ira y resentimiento desaparecieron, negué con la cabeza y procedí a llevarlo al baño".
"Yo elegí traficantes"
Will Smith se vio abrumado por el éxito. De pronto se vio joven y millonario y su nueva realidad se le quedó grande.
"El éxito plantea una paradoja extraña y perturbadora. Cuando no tienes nada, sufres el temor y el dolor de tener que esforzarte al máximo para lograr tus objetivos. Pero, cuando lo tienes todo, sufres la pesadilla brutal y recurrente de perderlo", dice el actor, consciente de que en sus inicios se rodeó de compañías equivocadas.
"Cuando eres un rapero de veinte años del centro de la ciudad de Filadelfia que acaba de ganar su primer millón de dólares, las únicas personas que pueden permitirse pasar el rato contigo son otros raperos, deportistas profesionales o traficantes de drogas. Yo elegí a los traficantes de drogas".
Orgamos y arcadas
Los problemas con el sexo de Will Smith empezaron después de que tras su primera gira se enteró de que su primera pareja le había sido infiel. Buscó una cura en el sexo.
"Necesitaba un alivio, pero no hay píldora para el desamor y he recurrido a remedios homeopáticos y a relaciones sexuales desenfrenadas", relata el actor, que tras este desengaño mantuvo relaciones con muchísimas mujeres. "No había tenido sexo con ninguna otra mujer que fuera Melanie [Parker], pero durante los siguientes meses me convertí en una hiena". Un desenfreno sexual que, lejos de resultar satisfactorio, fue “desagradable”.
"Desarrollé una reacción psicosomática a tener un orgasmo"
"Tuve sexo con tantas mujeres y fue tan desagradable para de mi ser, que desarrollé una reacción psicosomática a tener un orgasmo. Podía literalmente tener arcadas y a veces incluso vomitaba", cuenta el actor, que buscaba desesperado una mujer que fuera la indicada para amarle. "Esperaba por Dios que alguien consiguiera hacer desaparecer ese dolor, pero ahí estaba yo, con arcadas y miserable. Y la mirada en los ojos de la mujer con que estuviera profundizaba aún más mi agonía”.
La competición de sexo de Jada y Will
Tras esta etapa, Will Smith acabó casándose con Sheree Zampino, de la que se separó en 1995. Fue ella quien le pidió el divorcio y ese mismo día, un 14 de febrero, Will llamó a Jada Pinkett Smith, con la que se casó dos años después y ha tenido tres hijos, Jaden, Willow y Trey.
Los inicios de la relación estuvieron marcados por el sexo desenfrenado. "Bebimos todos los días, tuvimos sexo varias veces al día durante cuatro meses seguidos”, cuenta Will Smith, que ante aquello se planteó una cuestión. "Empecé a preguntarme si aquello era una competición. En cualquier caso, en lo que a mí me concernía, sólo había dos posibilidades: iba a satisfacer sexualmente a esta mujer o iba a morir en el intento. Esos primeros días fueron espectaculares".
De esos inicios han pasado casi 27 años y muchos baches que la pareja ha podido superar. Su fórmula del éxito es tener una relación abierta, aunque es algo que no aconseja. Lo decía el pasado noviembre en una entrevista con GQ: "No recomiendo este camino a nadie. Pero vivir esta libertad que hemos pactado y el apoyo incondicional que nos damos el uno al otro es, para mí, la definición más alta del amor".