15 años sin Michael Jackson: de qué murió el rey del pop y cómo se contó la noticia
El 25 de junio de 2009, el mundo entero entró en shock: el rey del pop había muerto a los 50 años, víctima de un paro cardíaco, solo unos días antes de comenzar una nueva gira. La autopsia revelaría después que la muerte se produjo por una sobredosis de medicamentos para poder dormir administrada por su médico personal.
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"Muere el rey del pop". "Muere Michel Jackson". "Michel Jackson, el rey de pop, muere a los 50 años". "Una estrella idolatrada y atormentada: muere Michael Jackson a los 50 años". "Muere Jacko". "Michael Jackson ha muerto". Todos los grandes periódicos, todos los informativos de televisión y todos los boletines de radio abrieron con la misma noticia aquella mañana del 25 de junio de 2009.
El mundo de la música y sus millones de seguidores entraron en shock, pues Michael Jackson parecía despertar del peor de sus momentos, marcado por las acusaciones de abusos a menores que le sentaron en el banquillo, pero quería volver a subirse a los escenarios y el 13 de julio comenzaba su nueva gira This Is It en el O2 Arena de Londres.
Las primeras informaciones que llegaron a las redacciones apuntaban a que el cantante había sufrido una parada cardiorrespiratoria. A las 12.26 minutos de la tarde —21.26 horas en nuestro país— los servicios médicos de Los Ángeles recibieron una llamada urgente desde la casa del cantante. El equipo médico que se desplazó hasta el domicilio de Michael Jackson en Bel Air intentó reanimarlo en el lugar durante más de una hora y fue trasladado al hospital en helicóptero en estado de coma profundo. A las 14.26 horas certificaron su fallecimiento a los 50 años.
"Estamos abrumados por su muerte", reconocía su hermano Jermaine Jackson solo unas horas después en unas declaraciones a la prensa. "Su médico personal, quien estaba con él en el momento, trató de reanimar a Jackson, al igual que los paramédicos que le transportaron al Ronald Reagan UCLA Medical Center", explicó a los medios y confirmaba que el motivo del fallecimiento había sido un paro cardíaco, pero eso solo se sabría "una vez que se haya realizado la autopsia".
La causa, el propofol
Hasta agosto no trascendieron las primeras informaciones de la autopsia, ya que los médicos requirieron la realización de algunas pruebas adicionales y la familia pidió una investigación adicional, pues los primeros datos no eran concluyentes. Finalmente, los informes confirmaron que la muerte fue provocada por la administración de un potente sedativo, el Propofol, que se utiliza para inducir la anestesia general en cirugías y que debe ser administrado con un equipo de monitorización y reanimación adecuado, combinado con benzodiacepinas.
La autopsia también reveló, según informó el portal TMZ en exclusiva, que "Jackson tenía osteoartritis que era visible en la parte inferior de la columna y en los dedos”. Según los exámenes, su corazón estaba sano, aunque sus pulmones estaban inflamados, y no se detectaron drogas ilegales ni alcohol, ni tampoco pastillas en su estómago. "La forma de muerte, que ya se informó como homicidio, se basó en parte en la administración de propofol en un entorno no hospitalario", aseguraba el medio digital.
A partir de ese momento, las miradas se dirigieron al doctor Conrad Murray, el médico personal del cantante, al que la policía interrogó varias veces. Murray admitió durante la investigación haber estado tratando a Jackson de insomnio durante las seis semanas anteriores a su muerte, porque se encontraba en una etapa personal especialmente delicada, nervioso por sus problemas con la justicia y la importante gira que iba a empezar en unos días con la que iba a dar más de cincuenta conciertos.
"El cardiólogo empezó inyectando al artista 50 miligramos de Propofol, aunque fue bajando la dosis por temor a que Jackson pudiera hacerse adicto a ese fármaco. El médico decidió entonces rebajar a la mitad la cantidad del calmante y combinar su efecto con el de dos sedantes: lorazepam y midazolam", desvelaron los medios americanos.
Poco después se confirmó la pauta administrada esa noche —en la que parecía tener especiales problemas para quedarse dormido— que provocó el fatal desenlace: a las 22.40 horas, 25 mg de propofol diluido con lidocaina por vía intravenosa; a la 01.30 horas, 10 mg de diazepam; a las 02.00 horas, 2 mg de lorazepam; a las 03.00 horas, 2 mg de midazolam; a las 05.00, 2 mg de lorazepam; a las 07.30, 2 mg de midazolam.
Después de meses de investigaciones y de especulaciones, el entierro de Michael Jackson tuvo lugar 70 días después de su fallecimiento, el 3 de septiembre de 2009.
El médico, culpable de homicidio involuntario
Tras conocerse los detalles que rodearon al fallecimiento del artista, Conrad Murray, el médico que velaba por la salud del rey del pop antes de iniciar su gran gira, fue acusado de homicidio involuntario.
El 7 de noviembre de 2011 fue declarado culpable y en noviembre condenado a cuatro años de prisión.
La fiscalía consideró que el doctor había cometido "negligencias severas": "Administró al cantante una dosis letal de medicamentos, concretamente el anestésico propofol, y después abandonó a su paciente en su habitación para atender llamadas telefónicas —once contaba la sentencia—".
Los miembros del jurado anunciaron su veredicto por unanimidad. “Michael Jackson murió debido a las acciones y a las faltas del doctor Murray en llevar a cabo sus obligaciones médicas, y esa responsabilidad no le corresponde a ningún otro médico y tampoco exclusivamente porque se trataba de Michael Jackson", sentenció el juez encargado del caso.
Murray fue puesto en libertad condicional y su licencia médica fue suspendida en California y Nevada.