40 años de Hombres G: como nació el grupo liderado por David Summers

La historia deHombres G nació en los pasillos de TVE. Allí se conocieron tres de sus cuatro integrantes —Rafa Gutiérrez, Javier Molina y David Summers— en 1982. Iban a participar en un programa infantil navideño y de su encuentro salió una amistad que los acabó alzando hasta los escenarios.

La realidad es que Molina y Summers ya se conocían desde los cinco años. Los dos pasaron sus primeros años en el barrio de Chamberí, en Madrid, pero Summers pronto se mudó con sus padres al Parque de las Avenidas, algo que no le impidió codearse con la alta sociedad madrileña. Estudió en el prestigioso colegio de El Pilar, donde también estuvieron matriculados José María Aznar o Alfredo Pérez Rubalcaba, y se defendía con el clarinete, la guitarra y el bajo.

Tras aquel encuentro en RTVE, la pasión por la música unió rápidamente a los tres jóvenes, que tardaron muy poco en juntarse bajo el nombre de Los Bonitos Redford, con el que empezaron a componer y ensayar sus primeras canciones. Gracias el amparo de Los Nikkis tuvieron contacto con Lollilop, la discográfica con la que grabaron sus primeros temas.

Poco tardaron en rebautizarse con el nombre con el que se les continúa conociendo hoy en día. En 1983 y ya junto a Daniel Mezquita se dieron a conocer como Hombres G, con el que hacían una referencia clara a los G-Men, una película estadounidense del cine negro de 1935 protagonizada por James Cagney, en la que los G-Men (Hombres G) eran agentes del FBI.

Summers estaba en la voz y el bajo; Gutiérrez, en la guitarra; Mezquita, guitarra y teclados y Javier Molina, a la batería.

Los gloriosos años 80 y la marea de sujetadores

Sus primeros temas, Milagro en el Congo, Venezia, Marta tiene un marcapasos y Hace un año empezaban a sonar en la radio, pero los problemas de liquidez del sello les obligaron a firmar con otra compañía.

Tras el verano de 1984 se unen a Producciones Twins y en enero de 1985 el grupo grababa su primer álbum de estudio, titulado Hombres G, y lanzan las que a día de hoy son dos de sus canciones insignia, Devuélveme a mi chica y El ataque de las chicas cocodrilo.

Era mediados de los años 80 y mientras en Madrid triunfaba la Movida, los chicos de polito y el jersey al cuello llenaban salas de conciertos allá por donde pasasen. Su gira de 1987 agotó las localidades de más de 70 actuaciones por las plazas de toros y estadios de fútbol de numerosas ciudades españolas.

En aquella época de máximo esplendor, era habitual que una legión de fans enloqueciese cada vez que subían al escenario. Lanzaban ropa interior a mares y los sujetadores que recibían sobre el escenario se contaban por centenares. Eran tantos que incluso se dedicaron a guardarlos durante una época para acumularlos y terminar los shows con una explosión de lencería.

El propio Summers lo contó en una de sus visitas a El Hormiguero. Era Francis, amigo y blackliner de Hombres G, el encargado de recoger todas las prendas. "Se dedicaba a recoger todos los sujetadores y bragas y teníamos un 'flight case' lleno de ropa interior. Porque en cada concierto eran 300 o 400 sujetadores y qué íbamos a hacer, ¿tirarlos a la basura? Entonces Francis los iba guardando y al final de la gira en el último bolo nos echaba todos los sujetadores a la vez", dijo para sorpresa de Pablo Motos.