Las canciones de 'Adolescencia': la banda sonora de la serie de moda y su secreto que ha pasado desapercibido
De la serie del momento, Adolescencia, se ha elogiado la técnica cinematográfica con la que se ha rodado, el trabajo de interpretación de sus protagonistas y el debate que ha puesto sobre la mesa: ¿qué está pasando con los adolescentes? Pero la música también tiene un papel importante a lo largo de los cuatro capítulos, que además supone un giro de guion al papel de Emilia Holiday, la actriz que da vida a la víctima.

Lucy Mangan tituló su reseña en The Guardian como “Lo más cercano a la perfección televisiva en décadas”. Thomas Sotinel, el crítico de cine de Le Monde, la define como “La historia de una tragedia británica en cuatro tomas secuenciales virtuosas”. Y para Margaret Lyon, la crítica televisiva de The New York Times, el tercer episodio de la Adolescencia es “una de las horas de televisión más fascinantes que he visto en mucho tiempo”.
Adolescencia es la serie de moda, a la que la crítica eleva al cielo de las producciones audiovisuales y el público la señala como necesaria y especialmente inquietante, algo que consiguen la técnica cinematográfica usada, las excelentes interpretaciones y la crítica social que se esconde tras la historia.
Plano secuencia, un joven y brillante protagonista y la deprimente realidad de los adolescentes
El primer capítulo arranca con la detención de Jamie, un adolescente de 14 años, por el presunto asesinato de una compañera del colegio. La policía asalta el hogar familiar para arrestar al niño y buscar pruebas ante la incredulidad y el miedo de sus padres y su hermana. El traslado a la comisaría se realiza en esa misma atmósfera de ansiedad y pavor que se consigue gracias a que los cuatro capítulos se han grabado en cuatro planos secuencia, es decir sin ningún corte, todo seguido.
Porque el trabajo de los actores no sería tan redondo sin un buen guion, sin lo que cuenta la miniserie y donde quiere poner el foco: ¿qué están viviendo los adolescentes? Machismo, misoginia, violencia, redes sociales, bullying, ideología incel, masculinidad tóxica, la desconexión paterna…
“En aquel momento se habían producido una serie de agresiones con arma blanca en el Reino Unido. Estas cosas son aquí el pan de cada día, tristemente, pero en estos casos particulares, hablábamos de chicos adolescentes que acuchillaban y mataban a chicas de su edad. Los dos tenemos hijos —se refiere a Stephen Graham, creador de la serie, además de protagonista— y nos preguntábamos: ‘¿Cómo puede llegar a hacer esto un chaval?’. Creíamos que había un mensaje por comunicar. Habremos hecho bien nuestro trabajo si la serie despierta alguna clase de conversación”, explicó Philip Barantini, director de la serie.
Las canciones y el secreto de una voz
Ha sido Barantini el que ha desvelado una importante curiosidad sobre la música de la serie en una entrevista con la web de Netflix Tudum. Aunque no haya sido un aspecto tan relevante para la crítica, la banda sonora, a cargo de Aaron May y David Ridley, contribuye a crear ese ambiente de angustia y desconcierto.
Además de las 16 piezas que compusieron May y Ridley, a lo largo de los cuatro capítulos suenan tres canciones que contribuyen a engrandecer la emoción de esas escenas.
Fragile, de Sting
Al final del segundo episodio, cuando el padre acude al lugar donde fue asesinada la chica para depositar un ramo de flores suena Fragile, de Sting. Este famoso tema del músico británico habla de la vulnerabilidad y la fragilidad del ser humano.
”Para grabar esa versión coral del tema de Sting usamos al coro del mismo colegio donde rodamos la serie”, desvelaba el director de la serie.
Take on Me, de A-ha
En el último capítulo, el de la celebración del cumpleaños del padre, durante un trayecto en el coche de la familia, la nostalgia se apodera del ambiente con el mítico tema de la banda noruega A-ha Take on Me.
Eyes of a Child, de Aurora
Pero el plato fuerte de la banda sonora se reserva para la escena final de la miniserie, cuando Jamie le dice a su padre que se declarará culpable. En ese momento en el que su padre se derrumba completamente, entra en la habitación de su hijo y se abraza a su osito, suena Eyes of a Child, de la cantante, también noruega, Aurora, que dice en su letra “Prefiero sentir este mundo a través de la piel de un niño”.
Pero lo llamativo de esta canción es que es interpretada por Emilia Holliday, la actriz que hace de Katie, la chica asesinada, a la que apenas se ve salvo en los vídeos. “Katie forma parte de toda la serie. Su presencia siempre está ahí”, explicaba Barantini sobre este personaje.
Según el director, cuando el equipo supo que la actriz podía cantar, decidieron que ella formara parte de la serie, que fuera ella quien interpretara la voz principal en esa escena final de la serie, pero también la voz que se escucha al final de Fragile, un detalle que pasaba inadvertido hasta que él mismo lo explicó.