Crónica del viernes: La perfección de José González, la enormidad de Patti Smith y la elegancia de Alt-J
Con Richie Hawtin todavía resonando en la cabeza, nos armamos de valor y nos plantamos en el Parc del Fòrum con el sol de las 3 para hacernos con las reclamadas entradas para el Auditori Rockdelux y poder disfrutar de José González. Y lo conseguimos.
El Auditori Rockdelux es un mundo aparte dentro del Primavera Sound. Una vez entras ahí se respira una atmósfera tranquila y acogedora que nada tiene que ver con las largas caminatas entre escenario y escenario y las prisas por conseguir un sitio que te permita ver el concierto de forma decente.
Tras chapurrear algunas frases en castellano, José González se disponía a arrancar su concierto con Crosses, dando paso a una hora de concierto que nos supo a poco pero que nos dejó hechizados.
Teardrop con toques latinos, Open book, Down the line o Stay Alive fueron algunos de los temas incluidos en el setlist que el sueco de origen argentino terminó con un magnífico Heartbeats, siendo la mejor manera de inciar la tercera jornada de festival.
Nos acercamos al escenario Primavera para ver el proyecto paralelo del lñider de The Strokes, Julian Casablancas + The Voidz. Y aunque la fórmula de guitarreo guarro y acelerado funciona, la puesta en escena de Casablancas que también parecía haber cerrado con Richie Hawtin la noche anterior y no haber dormido desde entonces, nos dejó un poco fríos.
Todo lo contrario ocurrió al pasarnos al escenario Heineken, situado justo enfrente para poder ver a Patti Smith. Simplemente mágica. Vestida de negro y con su pelo gris y acompañada de su banda dispuesta a tocarnos de principio a fin el brillante Horses, Patti arrancaba con Gloria y poco a poco hizo que un todavía adormilado público de viniera arriba a grito de “Came on, motherfuckers!!”.
Uno de los momentos más entrañables y emotivos fue hacia el final del concierto cuando empezó a recitar, sin poder evitar emocionarse, todos los nombres de sus amigos desaparecidos entre los que se encontraban Jimmy Hendrix, Johnny Thunders, Lou Reed o su marido Fred 'Sonic' Smith.
Pero poco le duró el sentimentalismo y finalizó el concierto con una energética Rock and Roll Nigga en la que terminó arrancando las cuerdas de su guitarra recordándonos que ella siempre será la esencia del puro rock and roll.
Ante la maldita decisión de elegir entre Damien Rice o Belle and Sebastian, uno de los peores solapes de esta edición, finalmente nos decantamos por el cantautor irlandés.
Con una sobria puesta en escena más apta para el Auditori Rockdelux que para el gigantesco escenario Primavera, Damien aparecía con su guitarra para engancharnos simplemente con su voz a ritmo de 9 Crimes, Volcano, Delicate o Rootless tree.
Alt-J era sin duda la banda que más ganas tenía de ver en esta edición del Primavera Sound y toda la responsabilidad que eso conlleva debido a las expectativas. Y puedo decir que, en mi opinión, fue el mejor concierto de esta edición.
La maestría y la elegancia con la que se desenvuelve la formación inglesa y sobre todo, la interacción que tuvieron con el público hizo de su concierto algo memorable.
Repasando su corta trayectoria compuesta por dos álbumes de estudio que clavaron, no pudimos evitar movernos al ritmo de Taro, Matilda, Hunger of the pine, Fitzpleasure o la esperadísima Breezeblocks.