Dani Fernández es pura contradicción en su concierto en el Movistar Arena de Madrid
Dani Fernández es una estrella pero no sabe si quiere serlo. Dani Fernández es uno de los iconos indiscutibles del pop rock español actual, pero los focos le persiguen. Sin embargo, todo cambia cuando el ciudadrealeño se sube a un escenario, y así lo demuestra durante su segunda cita en el Movistar Arena de Madrid con su gira Esto es una jauría. "Esto que está pasando tengo que aguantarlo porque es lo mejor de mi vida", desvela, abrazando la contradicción inherente a la fama.
Dani Martín se une al concierto de Dani Fernández para cantar 'Me has invitado a bailar'

Dani Fernández fue el representante de España en Eurovisión Junior 2006. Dani Fernández ha sido uno de los cinco integrantes de la boybandAuryn entre 2009 y 2016. Dani Fernández es uno de los mayores exponentes del pop rock en España desde que debutó como solista en 2018. Dani Fernández es todo esto, pero también es un hombre con un sueño cumplido, con mil contradicciones y con una pasión desorbitada por la música en directo.
El artista ciudadrealeño de 33 años no parece haber alcanzado techo. Como prueba, su concierto en el Movistar Arena de Madrid del sábado 8 de marzo: el segundo de su gira Esto es una jauría. Un espectáculo donde Dani Fernández se funde con más de 15.000 personas, con una jauría a la que ama y odia al mismo tiempo.
Entre ruidos, tensión y mucho humo, el show comienza con una reflexión sobre la fama que seguirá desarrollándose durante todo el concierto. "Esto es una contradicción. Esto es una moneda, apostamos a cara o cruz. Esto es como cuando todo cambia mientras se mantiene todo igual. Esto como sentirte verdugo cuando sigues siendo una víctima. Esto es sentirte juzgado y aun así ponerte a juzgar. Esto es una jauría", dice el cantante —o la persona, si hay alguna diferencia— en voz en off antes de aparecer en el escenario con una camiseta blanca y unos pantalones azules.
"A veces dudo si estoy aquí porque me han señalado, o soy yo el que quiero que me señalen"
Joderme la vida inicia el espectáculo en el Movistar Arena con un Dani Fernández oculto entre los barrotes de su propia jaula, un espacio cuadrado que recrea la portada de su último disco: La jauría. Con pirotecnia y guitarra eléctrica en mano, el artista anima a dar palmas por primera vez —llegarán muchas más— antes de interpretar uno de sus primeros éxitos en solitario: Clima tropical.
Con Inertes, Dani Fernández abandona el pie de micro y recorre la pasarela para fundirse con su público. Pero solo por un momento. Al terminar, retrocede sus pasos y agradece al público haber llenado un segundo Movistar Arena en su misma gira, después de hacerlo por primera vez el 26 de diciembre de 2024 en el antiguo WiZink Center.
"Me seguís sorprendiendo. Si para mí uno era demasiado, hoy va a ser el celebrar que la música no tiene techo, que sigo viviendo de lo que más me gusta al lado de todos vosotros", le dice al público antes de presentar a Yarea, la primera invitada, su mujer y la madre de su hijo. "Hoy vamos a tener muchísimas sorpresas. Una de las mujeres de mi vida, que salga a cantar esta canción conmigo". Esa canción es Solo tienes que avisar, durante cuya actuación la pareja no esconde su amor.
La fiesta vuelve y va durante todo el concierto entre espacios de emoción y otros de locura. La quinta actuación pertenece a este segundo grupo, pues Por no bailar contigo suena a lo grande con un Dani Fernández que se funde en unas gafas de sol.
Continúa la jauría con temas como Me sabe fatal o Plan fatal. Pero antes, una nueva reflexión sobre el éxito y las personas detrás de él: los fans. "Te dan aliento, te dan historias, te dan fuegos artificiales. Pero también te consumen, te señalan... Yo también me miro, me expongo, me animo, me exijo, me juzgo, me persigo, me regalo historias y enciendo dentro de mí fuegos artificiales. Ninguna moneda cae de canto cuando se lanza al aire, y a veces dudo si estoy aquí porque me han señalado, o soy yo el que quiero que me señalen", dice en voz en off.
Pero la música lo calma todo, y por eso siguen sonando temas como Sin vergüenza o Disparos mientras dos amigas se abrazan desde la grada o dos niñas cantan a pleno pulmón manteniendo en alto una pancarta que dice: "La mejor música del mundo". Música o un aullido; ese que introduce Cariño, suéltate el pelo al grito de "rock and roll"
'La trama principal', en acústico y sin micrófono
El momento más espectacular del concierto es, al mismo tiempo, el más íntimo de todos. Una intimidad casi imposible, con un Dani Fernández rodeado por unas 15.000 personas, con una guitarra acústica y situado en el medio de la pista. Subido a una pequeña plataforma cuadrada —y con los auriculares in-ear dando problemas—, el artista demuestra por qué se ha ganado el amor del público al cantar La trama principalsin micrófono.
La voz de Dani Fernández inunda todo el recinto mientras los asistentes demandan silencio —una estampa que deja una anécdota curiosa: en un momento, una mujer canta a pleno pulmón, casi como si fuera un dúo con el artista, mientras algunos se ríen de la situación y otros siguen pidiendo silencio absoluto para escuchar a su ídolo—.
En medio de la actuación, el público rompe a ovacionar a un Dani Fernández visiblemente nervioso. Su nombre se escucha a gritos mientras él se toca el pelo y pronuncia la frase que mejor define el concierto: "Esto que está pasando tengo que aguantarlo porque es lo mejor de mi vida".
Aunque no siempre sea fácil mirar de frente a los focos, Dani Fernández tiene clara una cosa: la música en directo es su vida, y no quiere perderla. Aunque se quede cantando para cien personas. Aunque termine disfrutando de ella solo como espectador. Y así, llega una nueva reflexión en voz en off: "Siento los ojos del resto viéndome cuando estoy dentro. También siento el aire en la cara cuando estoy fuera. Veo los dedos de la jauría, ahí señalándome desde el otro lado del cristal, y no sé diferenciar en qué lado de él estoy. Nuestra urna es un refugio, y soy prisionero de ella. Aunque quieras estar dentro, también hay vida fuera".
Invitados y euforia, o viceversa
Tras la intensidad de lo acústico, llega la orquesta y llega Criminal —"Soy un esclavo de mi arte", canta—. Y sigue hablando: "No me acostumbro y no sé si eso es bueno o malo. Muchas veces, una de las cosas que me rondan es normalizar esto que está pasando aquí. Cuando veo los vídeos, parece que es otro Dani el que navega por este lugar tan grande", dice con la misma sinceridad con la que define a Valeria Castro como una de sus "mejores amigas dentro de la música". Una amistad para siempre, como lo es su colaboración: ¿Y si lo hacemos?
Más emoción llega con Supersubmarina, el tema de la banda homónima que se disolvió tras un grave accidente de tráfico. La banda a la que Dani Fernández le habría gustado ver "doscientas o quinientas veces", su banda favorita a la que rinde homenaje siempre que puede. "Me dijeron que la cantara las veces que me diera la gana", confiesa sobre los integrantes de Supersubmarina.
Así, con el público haciendo coros y con el artista pidiendo palmas una y otra vez, suenan éxitos como Dile a los demás o Me has invitado a bailar, esta segunda con la mayor sorpresa de la noche: la aparición de Dani Martín para cantar a dúo con Dani Fernández, al que define como "la gran esperanza".
Con la euforia al máximo nivel, el ciudadrealeño vuelve a ponerse serio. "Muchos ya me conocéis. Sabéis que sigo sin creerme esto que me está pasando. Es casi imposible ver a la gente que está arriba. Gracias por estar tan lejos y tan cerca a la vez. [...] Cuando pase el tiempo y se vaya todo a la mierda —sé que vendremos menos—, seguiré pensando que el chaval que empezaba en las salas sigue teniendo la misma energía".
Así, Dani Fernández canta Bailemos, y el verso "Que dure este minuto cien años más" cobra un nuevo significado; uno donde el amor romántico deja paso al amor por la música en directo. Como penúltima canción, suena Si tus piernas con una emoción y una voz casi desgarrada que provocan lágrimas entre el público —y escenas tan bonitas como la de una pareja cantando mirándose el uno al otro—.
El concierto merecía un final apoteósico, un final a la altura de Todo cambia. "No tengo palabras para describir esto", dice Dani Fernández en medio de la actuación del tema que da nombre a su documental recién anunciado: "Tengo una historia que contar desde los 14 años, cuando viajé a Rumanía a representar a España. A mí no me gusta renegar de donde vengo. Estuve en Eurojunior. Tuve que encontrarme, perdonarme, pero hay una historia de superación, de muchos momentos jodidos. Gracias por acompañarme y por acogerme todo este tiempo".
Con esas palabras resonando en eco por todo el Movistar Arena, el concierto termina con un último estribillo, con gritos, con besos, con un abrazo del equipo y con una jauría que disfruta más que juzga.