Un Dani Fernández rockero e íntimo deslumbra en el WiZink Center

Casi un año llevaban esperando este momento los miles de fans que se han agolpado a las puertas del WiZink Center de Madrid para ver a Dani Fernández. Una espera que ha merecido cada anhelo, pues el cantante ha demostrado que su irrupción como uno de los cantantes de poprock más destacados de panorama nacional se ha conseguido a base trabajo, constancia y conexión con su público.

La Jauría que el manchego ha plasmado en su álbum y en el concepto audiovisual que le ha acompañado en el concierto, ha inundado el espíritu de los presentes desde el primer acorde de Joderme la vida, la canción con la que ha decidido comenzar su show, aún dentro de la caja de cristal que le lleva acompañando desde el lanzamiento.

Vestido con una camiseta negra sin mangas y unos pantalones de cuero rojo, Dani Fernández ha sabido conjugar su versión más rockera con esas canciones íntimas que tan bien ha compuesto desde el inicio de su carrera. Una combinación que se ha hecho presente durante el primer tramo del directo con Clima tropical, con algunos fragmentos a cappela, e Inertes.

A pesar del éxito que lleva tiempo acompañándole, el artista ha confesado que "no se acostumbra" a hitos como hacer un sold out en el WiZink Center de Madrid. Un logro del que ha querido hacer partícipes a sus fans, asegurando que "lo más importante" es su permanencia y el ánimo que insuflan a "la gente que se dedica a la música a que sigamos adelante".

Tras esta muestra de cariño a sus seguidores, ha llegado el turno de uno de los momentos más bonitos de la noche al subir al escenario a su compañera de oficio y de vida Yarea, con quien ha cantando un sentido Noviembre para honrar el fruto de su relación, su pequeña hija Belice.

En este éxtasis emocional, con todo los asistentes entregados al artista, se ha lanzado con Oaxaca, su canción junto a Iván Ferreiro, y su composición durante la pandemia, y temas tan aimados como Por no bailar contigo, Me sabe fatal y su versión en solitario de Sin vergüenza, la canción que tiene con los cartageneros Arde Bogotá, como preámbulo para el tramo más rockero del concierto.

Un segmento del directo que ha inagurado junto a sus grandes amigos Rafa y Alberto, de Viva Suecia, de quienes ha confesado delante de los miles de personas que no perdían detalle que aparecieron en su vida cuando "estaba acabado porque tenía muchos prejuicios" con él mismo. Unas preocupaciones que desaparecieron junto a los murcianos y que dieron forma a Lo siento, una de las canciones que más alto se han cantando en el estadio madrileño, antes de dar paso al que, sin duda, ha sido el hit rock en su cita en la capital: Cariño, suéltate el pelo.

Ha tocado bajar el ritmo con un Dani Fernández sobre una plataforma en el centro de la superficie, recordando sus primeros pasos en solitario "por salas pequeñas", pertrechado únicamente con su guitarra para regalar Competir y La trama principal. Esta última, la ha cantado apenas sin acercarse al micrófono, porque su propia voz llenaba el anfiteatro sin necesidad de apoyo tecnológico, haciendo incluso brotar algunas lágrimas por una atmósfera que vinculaba a todos los asistentes con el artista.

Ya de vuelta sobre el escenario princpial, y acompañado de músicos e instrumentos de cámara que complementaban a su banda, el tono épico se ha disparado con la invitación de su amiga Valeria Castro para cantar a dúo ¿Y si lo hacemos?, además de rendir un sentido tributo a su "banda favorita" con Supersubmarina.

Un gran preámbulo para casi acabar su concierto con algunos de sus éxitos más populares como Dile a los demás, Me has invitado a bailar y Bailemos. Y decimos casi porque, a pesar de que ya se superaba la hora y media de concierto, el público seguía necesitado de canciones de esta estrella de Alcázar de San Juan, su siempre presente pueblo natal, y Dani Fernández ha querido agradecer como se merece las muestras de cariño durante todo el show cerrando el concierto con Sin tus piernas y Todo cambia.

Un espectáculo con el que los fans del manchego solo puede anhelar una nueva cita en Madrid para disfrutar de nuevo de su música.