Dua Lipa arranca el Mad Cool en un gran espectáculo pop con guiños a la cultura underground
La cantante angloalbanesa ha dado el pistoletazo de salida al Mad Cool 2024 con un concierto que acentúa su pretensión de convertirse en una de las divas pop más importantes de la industria musical. "Me siento afortunada y bendecida", ha dicho en español, cercana y cálida con su público.
Dua Lipa habla en español y conquista al público del Mad Cool: "Me siento bendecida"
Parecía que le costaba creérselo, pero ya no. Dua Lipa sabía que un día sería cabeza de cartel de los festivales más importantes y así está siendo. Al Mad Cool llega convertida en una estrella global con un masivo poder de convocatoria. Buena parte de los asistentes -56.000 en total- de esta primera jornada compró su entrada para verla a ella.
No pisaba la capital española desde junio de 2022, cuando presentó Future Nostalgia en una colorida gira que ahora ha evolucionado en un espectáculo mucho más que pop. Aunque su tercer álbum, Radical Optimism, no tuvo la misma acogida que el anterior, es innegable que Dua Lipa acumula un repertorio de consolidados éxitos que convierten en show en una psicodélica noche de fiesta.
Sonriente y decidida, Dua aparecía en el escenario vestida con un conjunto corto de brillantes y escoltada por un equipo de bailarines que casi parecían un escuadrón de seguridad. El sonido de un tambor marcial daba paso a Training Season, esa canción en la que habla de lo harta que está de enseñar a los hombres a conquistarla en citas sin futuro. Su maestría consiste en combinar estas historias de redención con unos ritmos que suenan como si por casualidad tuvieras la mejor noche de tu vida en el primer antro que has encontrado.
La celebración de la cultura underground y alternativa es evidente en One Kiss, con remix extendido, y Pretty Please, que llega revitalizada con un swing funk y un interludio de breakdance que mezcla house, disco y rave en dos minutos llenos de cambios de ritmos.
Antes de este momento clubbing suena These Walls, del último disco y tocada en acústico, una semi balada de influencia britpop a su vez precedida por Break my Heart e Illusion. Emocionada y cálida con su público, paraba el show para demostrar su dominio del castellano con una tierna declaración de amor casi impoluta: "Me siento muy afortunada y bendecida, la gente aquí en España tiene muchísima luz y amor. Me llenan de energía. Quiero decir muchas cosas, pero mi español no es perfecto. Te quiero".
Es un espectáculo exhaustivamente medido, con coreografías tan milimétricas que hasta el confeti de Levitating parece seguir una trayectoria predefinida.
Con Hallucinate, un tema house, se afianza que el setlist esconde tantos éxitos conocidos que apenas te das cuenta cuando aparecen las más desapercibidas, como Happy for You o Cold Heart, ese no tan popular tema con Elton John. El impulso electrónico y eléctrico de New Rules y Electricity contagió a la masa, que con la noche caída sobre el cielo de Madrid se dejaba llevar por las luces de mil colores que bien podrían ser las del icónico Studio 54.
La traca final llega con un trío infalible. El sensacional hit pandémico Physical, la imperativa y poderosa Don't Start Now y la pegajosísima Houdini, que ponen a un público de lo más disfrutón a bailar como si encima de ellos se coronase una gigantesca bola de discoteca.
El show, de poco más de una hora, confirma la evolución de un artista tan enigmática como omnipresente, con conciencia social y capacidad suficiente para autoconvencerse de que el imperio que ha creado no dejará de crecer. Es la reina de la pista.