La dura infancia de Ara Malikian durante la Guerra del Líbano: "Intentábamos fingir que éramos felices"
La historia de Ara Malikian es una historia que merece la pena conocer. El violinista libanés de 54 años la recordó este martes durante su visita a El Hormiguero, donde habló de sus inicios en la música y viajó al pasado para hablar de su infancia en plena Guerra del Líbano. "Cuando hay guerra, no hay futuro y los niños, si no pueden soñar, dejan de ser niños", reflexionó el artista.
Ara Malikian está inmerso en plena gira. El violinista libanés de 54 años tiene conciertos hasta el mes de junio, en los que presentará su nueva música.
"Todas las piezas de esta gira las he compuesto en el confinamiento", ha contado este martes durante su visita a El Hormiguero, en la que ha explicado que son piezas muy especiales por haberlas compuesto en compañía de su hijo Kairo, con quien pudo disfrutar de tiempo de calidad durante esos meses.
"Antes de la pandemia tenía un ritmo de vida de 120 conciertos al año. Estaba todo el día en los aviones, en los aeropuertos... De un día a otro vine a casa y me acordé de que tenía un hijo y mi hijo dijo ¡anda, este tío es mi padre! Fue maravilloso estar con él tanto tiempo, estar en su mundo. Los niños tienen un mundo ilimitado de imaginación y fantasía y fue maravilloso", contó a Pablo Motos, que aprovechó para preguntarle por infancia. "¿Es verdad que a través de tu hijo sientes que estás viviendo la infancia que te robó la Guerra del Líbano?"
Una infancia robada por la guerra
La respuesta es un sí rotundo. Ara Malikian era un niño de siete años, la edad de su hijo, cuando estalló a Guerra de Líbano. "Cuando hay guerra, en el fondo los que más sufren son los niños porque dejan de tener una infancia. Dejan de jugar, dejan de estar en la calle... Teníamos que estar todo el día en casa, en los sótanos", contó el músico, quien reconoce que en una situación así "no tienes niñez", dijo sin olvidarse de la actual Guerra de Ucrania. "Cuando hay guerra, no hay futuro y los niños, si no pueden soñar, dejan de ser niños", añadió.
Ara Malikian pasó parte de su infancia en un refugio antiaéreo, donde vivió situaciones terribles que borró durante una época de su mente. "Para seguir adelante en tu vida tienes que borrarlas, yo las había borrado pero salieron a través del documental de mi mujer, Nata [Moreno], y ahí me acordé que pasamos meses y meses en los sótanos. Y en los sótanos la vida sigue. Yo tocaba, otros bailaban, otros cantaban... Intentábamos fingir que éramos felices escuchando los ruidos de las bombas", contó el músico refiriéndose al trabajo Ara Malikian: una vida entre las cuerdas.
La música, aliada en la guerra
Ara Malikian echa la vista atrás y reconoce que la música fue su aliada en la guerra.
"No sé si el arte y la cultura tienen la fuerza de parar la guerra, pero es verdad que son belleza y en el momento en que empiezas a repartir belleza, como es la música, la música sana, la música cura, te cambia el cerebro, te mete cosas bellas...", apunta el artista.
La música no podrá parar una guerra pero la música es belleza y la belleza temprana puede frenar la violencia. "Si metes belleza en la cabeza de los niños y de los jóvenes, seguro que luego no se dedicarán a la violencia y cosas malas", reflexiona.