Camila Cabello: "Noto una presión muy fuerte en la imagen. Estar delgada, parecer joven..."
La artista cubano-estadounidense, que vuelve a España este verano como cabeza de cartel del Alma Festival después de siete años, reflexiona sobre la exigencia estética que sienten las mujeres en la música y cómo ha aprendido a confiar en sus gustos y procesos creativos.

Camila Cabello (Cuba, 1997) está a punto de regresar a los escenarios españoles tras siete años de ausencia. Lo hará con un concierto en Marbella y otros dos en Madrid y Barcelona dentro del cartel del Alma Festival y de su gira Yours, C.
La cantante promete dar un repaso a todas sus etapas musicales en sus próximos espectáculos y, en su entrevista con Europa FM, no descarta alguna sorpresa con nombre español. Pero más allá de lo musical, la cantante habla con franqueza sobre la cara menos amable de la industria: la presión estética, que pesa mucho a la hora de subirse a un escenario.
"Yo no siento presión de hacer un mejor show. Esa presión me la pongo yo por respeto al público. Pero donde noto una presión muy fuerte es en la imagen. Estar delgada, parecer joven, no tener arrugas…", afirma. La artista afronta el tema con la naturalidad de quien lleva años enfrentándose a las expectativas de un mundo que en muchas ocasiones juzga más a las mujeres por su imagen que por su calidad artística.
A pesar de todo, Camila vuelve a los escenarios con ilusión. Define su próximo show como una celebración de todas las versiones de sí misma. "Este show no es solo sobre mi último disco C, XOXO. Es una celebración de mi catálogo entero".
Además, no cierra la puerta a una posible aparición de Alejandro Sanz, con quien colaboró en el tema Mi Persona Favorita. "Me encantaría, va a haber sorpresas, aún no sé cuáles, pero las va a haber", dice la artista, que recuerda que creció "escuchando a Luis Miguel, David Bisbal, Maná o Shakira".
Su entrega sobre el escenario es tal que hace poco se desmayó durante unos segundos en un concierto en México. "Estaba enferma, la altitud era alta, y la plataforma empezó a girar muy rápido. Pensé que me iba a caer. Mi madre estaba en el público y se asustó mucho", recuerda sobre el susto que vivió encima del columpio que utiliza para cantar June Gloom. "No voy a decir si lo usaré más o no en los shows porque me gusta torturar a los fans", bromea.
"El Guincho me enseñó mucho"
Después de coronar las listas de éxitos globales con hits de influencia latina como Havana, Bam, Bam o Señorita, su último álbum ha servido para explorar otros universosmusicales y sonidos experimentales. Ha puesto en marcha la libertad creativa y se ha dejado llevar por su intuición. "No tengo miedo, confío en lo que a mí me gusta", subraya.
Junto a ella, El Guincho, productor de Rosalía. "Me encanta trabajar con gente que me reta, que me hace crecer a mí, de quien puedo aprender y mejorar como autora, mejorar como artista. Me enseñó mucho", recuerda.
A sus 28 años y a pesar de su grandísimo nivel de exposición, Camila cree en sí misma y no maquilla las palabras ni esconde las presiones que atraviesa. Al contrario, las nombra, les da forma y las convierte en parte de su relato como mujer y como artista.