ENTREVISTA | NUEVO DISCO V.E.H.N.

Love of Lesbian: "Si hubiésemos visto a otra banda tocar en el Palau Sant Jordi nos hubiésemos arrepentido"

Love of Lesbian acaba de publicar V.E.H.N (Viaje Épico Hacia la Nada), un disco que Santi Balmes y su banda llevaban cocinando desde hace tres años. Un álbum enfadado y algo triste que sirve de elegía sonora para un amigo desaparecido pero en el que también hay hueco para la esperanza y el desahogo. Charlamos con Julián Saldarriaga y Oriol Bonet, guitarra y batería, sobre este estreno.

Uri Bonet y Julián Saldarriaga de Love of Lesbian
Uri Bonet y Julián Saldarriaga de Love of Lesbian | Europa FM

Madrid24/04/2021 08:46

Love of Lesbian lanza V.E.H.N (Viaje Épico Hacia la Nada) como quien tira un bote salvavidas a un náufrago que se ahoga en el mar. Ha pasado un año desde el inicio de la pandemia y estamos antes la única banda española que ha tocado en directo ante 5.000 personas, un semimultitudinario público que recibió el 27 de marzo en el Palau Sant Jordiuna vitalista dosis de normalidad.

Nos reciben Oriol Bonet y Julián Saldarriaga, batería y guitarrista de Love of Lesbian, en la azotea del Hotel Riu Plaza España, donde ha tenido lugar la frenética promoción del disco V.E.H.N. Llega solo una semanas después del experimento de Barcelona.

Nuevo disco, nueva criatura

Santi Balmes, el letrista de la banda, no tiene prisa a la hora de componer. Cerca de tres años han hecho falta para perfilar todas y cada una de las canciones que dirigen el rumbo de este Viaje Épico Hacia la Nada, un álbum que con su título homenajea a un amigo desaparecido. Se trata de su octavo disco de estudio.

"Es un esfuerzo [sacar un disco], es evidente, ahora queda el proceso más ajeno, ese momento en el que procuras haber alimentado lo suficiente a la criatura para que se defienda en un mundo hostil", dice Julián Saldarriaga, guitarrista, que afronta el estreno con la ilusión y esperanza de "haber construido un disco con las mejores canciones posibles para que pueda sobrevivir en este 2021".

"En vez de las doce uvas escuchamos las doce canciones"

La banda no ha hecho más que recibir buenas críticas desde el lanzamiento, que celebraron reunidos el día anterior a esta entrevista a media noche. "A las 00:01 lo celebramos en una habitación todos juntos, mirábamos las plataformas a ver cómo salían los temas. Casi como un fin de año, en vez de las 12 uvas, escuchamos las 12 canciones", cuenta Saldarriaga, que señala que es "un momento muy dulce para sacar un disco".

15 años de 'Maniobras de Escapismo', el álbum que lo cambió todo

En 2020 se cumplieron 15 años del estreno de Maniobras de Escapismo, el primer disco en español de la banda, que hasta 2005 había elegido el inglés como idioma vehicular. A partir de ahí, el ascenso ha sido lento pero paulanito, una carrera asentada en la idea de que la música es lo más importante, sin atrezzos que difuminen el mensaje de "la palabra lesbiana".

¿Firmaban ellos por otros 15 años de viaje? "Desde luego. Los 15 años que llevamos han sido un proceso de musculación y ejercicio muy duro como para que ahora que estamos fit y preparados para encarar cualquier cosa nos perdamos este momento. Estamos en momento muy dulce como personas, disfrutando de nuestra madurez".

Letras tristes y con una dosis de esperanza

Escuchando los 12 temas que componen V.E.H.N. nos encontramos con un trabajo más introspectivo, una mirada hacia el interior en la que predominan los colores grises, muy lejos del arcoíris multicolor que irradiaba El Poeta Halley, su anterior trabajo.

"En realidad no buscábamos la tristeza o el blue, la idea de estar como apenados. Hay ganas de transmitir una cierta rabia, una cierta agresividad, una desolación. El disco empieza así porque habla de la muerte de un amigo pero a medida que va avanzando tiene una apertura más emocional, algo que irradia motivación personal, revelación, confianza", continúa Saldarriaga, que señala que la última canción, El Paso, es "de algún modo esperanzadora".

"Te miras diferente dentro de un escenario"

En directo para unos pocos privilegiados y en streaming para el resto del mundo, la banda pudo presentar el disco sobre un escenario un día antes de su estreno, es decir, un día antes de esta entrevista. Fue una oportunidad que aún en plena pandemia no está al alcance de cualquiera.

"Todo lo que sea salir al escenario a tocar después de estar un año y medio en casa es un lujo", reconoce Oriol Bonet, que asegura segundos después que nada más coger las baquetas se recupera la mirada: "Parece mentira pero te miras diferente dentro de un escenario. Para nosotros es recuperar músculo, volver a ejercitar y hacer aquello que nos apasiona, que es hacer magia en un escenario".

El trampolín: un salto al vacío, un paso adelante

Santi Balmes se enfrenta al abismo cara a cara en la portada del álbum, donde desde la altura de un trampolín fija la mirada en una piscina vacía que representa el incierto futuro.

"En definitiva el trampolín es lo que nos ancla en los que hablamos de dar pasos. Te ves en el vacío y tomas una decisión, si saltar o no saltar. En el momento si no saltas te estancas, si saltas se crea una frontera entre lo que habías hecho antes y después de dar el salto. Para nosotros muestra ese paso", cuenta el batería.

"El disco iba a llamarse 'El Paso"

Julián Saldarriaga habla de cómo esa idea de la portada fue mutando con el paso del tiempo y sobre todo a raíz de la crisis del coronavirus. "Hay algo curioso con la portada, que es medio profético. La teníamos más o menos clara antes de la pandemia, y como bien dice Uri Bonet es como 'ese paso'. De hecho, el disco iba a llamarse El Paso durante un tiempo, pero después de la pandemia y todo esto nos hemos dado cuenta de que una sensación de ese tipo, en una piscina vacía, crea un abismo, una sensación de no tener muy claro lo que va a pasar y eso lo hemos vivido todos. No saber qué va a pasar a largo plazo", señala el guitarrista a la vez que reconoce que la carátula "ha cobrado un significado distinto después de la pandemia".

La única banda española que ha tocado para 5.000 personas

La música en directo volvió al Palau Sant Jordi de Barcelona de la mano de Love of Lesbian, que tocaron el pasado mes de marzo para 5.000 personas que previamente se habían sometido a una prueba de antígenos. El suyo ha sido el primer concierto en España sin distancia social, una prueba piloto que sirve de ensayo clínico para intentar dilucidar cómo será el futuro de los grandes eventos.

El concierto les regaló esa vieja sensación de estar ante una multitud, que en esta ocasión estaba impaciente por soltar el lastre de un año muy complicado, así que pueden sentirse afortunados.

"Si hubiéramos visto a otra banda en el Palau nos hubiéramos dado de golpes contra la pared por no haber sido nosotros"

"Estamos muy agradecidos de que Festivales por la Cultura Segura contasen con nosotros y nos dejasen representar en cierto modo al sector musical en este concierto. Es como todo, te lo plantean y piensas un montón de cosas, lo hago, no lo hago, de qué manera... Quisimos estar muy encima, cómo se comunicaba, qué se hacía...", dice Oriol Bonet sobre esas dudas que genera una oportunidad así en un momento tan delicado. "Nos dimos cuenta de que no podíamos no hacerlo. Si hubiéramos visto a otra banda esos días, en el escenario y con todo lo que pasó, nos hubiéramos dado de golpes contra la pared por no haber sido nosotros", sentencia Uri Bonet.

"Volvimos a escuchar como se coreaban las canciones pero siempre con mascarilla"

El batería reconoce que los días antes del show había cierta preocupación por la respuesta y la actitud del público ahora que la responsabilidad individual tiene tanta repercusión a nivel social. "El público fue ejemplar. Teníamos cierto miedo, cierto padecer, pensando 'que no salga ninguna foto con nadie sin mascarilla'. El público de Barcelona fue exquisito, volvimos a escuchar como se coreaban las canciones pero siempre con mascarilla", celebra.

Asistentes al concierto de Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi de Barcelona
Asistentes al concierto de Love of Lesbian en el Palau Sant Jordi de Barcelona | Agencia EFE

Un evento así, que hace año y medio hubiera pasado desapercibido para la prensa extranjera, fue noticia en todo el mundo. Las fotos del público, que no guardaba distancia pero que sí cumplió escrupulosamente con la obligación de llevar puesta la mascarilla, se publicaron en China, Latinoamérica, Israel y Palestina, por citar algunos lugares. "Nunca hemos salido en tantos medios como lo que nos pasó después del concierto", confiesa Oriol Bonet.

50 conciertos: sus planes para 2021

Antes trabajaban con la agenda a casi dos años vista, pero esta situación hace que el grupo tenga que revisar la agenda cada dos o tres meses, lo que reconocen que les hace un poquito "más maleables".

"Cosas tan pragmáticas como los conciertos, que antes decías: 'Los primeros 50 van a salir con unas pantallas, con una escenografía'. Eso ahora mismo es imposible porque cada región, cada recinto tiene sus limitaciones", reflexiona Saldarriaga, que reconoce que ahora deben de adaptarse a las exigencias y medidas de cada sala.

"Somos un bicho diseñado para tocar en directo"

Aun así, las previsiones de trabajo para 2021 de momento son buenas y si el escenario no empeora, Love of Lesbian ofrecerá alrededor de 50 shows en directo durante el año para presentar al público este nuevo álbum.

Algunos serán doble pase en un mismo día y en algunas ciudades repetirán. "Aquí en Madrid haremos tres días, pero toda la gira internacional se ha ido al garete de algún modo, una gira en Estados Unidos, los conciertos que teníamos programados en México y en Colombia también han quedado aplazados. La idea es sentirnos afortunados por volver a trabajar, que era lo que necesitábamos, porque somos un bicho diseñado para tocar en directo. Una prueba de ensayo era como gasolina suficiente para poder aguantar dos semanas más", concluye Saldarriaga.