Ginebras tiñe Madrid con su indie pop morado y hace historia en la capital

Ha venido a dar la noticia hasta Mónica Carrillo. Este 12 de octubre, la banda Ginebras ha tenido el placer de conquistar el altavoz más amplio de Madrid y cambiar el título de la celebridad al "Día de la Ginebridad".

Era la primera vez. El primer concierto que un grupo íntegramente formado por mujeres realiza en el icónico WiZink Center. Ginebras ha hecho historia en uno de los recintos más codiciados por los artistas para demostrar lo que todos sabemos: la capacidad de las artistas para llegar a gente y llenar espacios. La misma que todas las grandes bandas anteriores que han pisado ese suelo.

Con todo dispuesto y Magüi Berto (guitarra rítmica y voz principal), Sandra Sabater (guitarra solista y segundas voces), Raquel López (bajo) y Juls Acosta (batería), un mar morado de fans preparados para la ocasión inundaba la capital este jueves para recibir en el WiZink Center a las Ginebras, la banda que llena de color, purpurina y buen rollo cualquier espacio.

Temblando de euforia, con el síndrome de la impostora acechando y los nervios a flor de piel, una de las bandas indies más populares del momento ha hecho gala —una vez más— de su alcance.

Después de ser teloneras de Rigoberta Bandini, colaborar con sus propios ídolos de la cultura popular—Dani Martín, Fran Perea—, implantar hasta una moda y recorrerse España de arriba a abajo de festival en festival llenando cada escenario, el éxito de las Ginebras es innegable, y la celebración ha sido este 12 de octubre. "A nosotras nos gustan las mujeres, somos bisexuales y estamos cantando en el WiZink Center", ha destacado Raquel.

Hace solo cuatro años que cuatro chicas que nadie sabía muy bien de dónde salían eclipsaron el panorama nacional con La típica canción, un tema convertido en himno que empezó la trayectoria de la banda hasta lo que es hoy: carne de WiZink. Luego vino su versión de Con altura, de Rosalía, que se versionó en prime time, y el resto ha sido trabajo, música, ensayo, error, ensayo, actuación y... éxito.

Una montaña rusa de emociones que han querido traer, en versión física, al mismísimo espectáculo, para hacerla parpadear tras ellas durante el concierto más largo que han dado hasta el momento.

El grupo, que lanzó este año su segundo álbum ¿Quién es Billie Max? ha llegado al WiZink como llegó a la industria musical: rodeada de su familia discográfica —con Trashi y Elyella como teloneros—, que no ha dudado en acompañarlas en un día como este.

Sobre los comienzos se ha sincerado Magüi con el público al interpretar, al piano y con un cuarteto de cuerdas acompañando, la balada Muchas gracias por venir, : "No esperaba cantar mis canciones en público. Poder estar aquí tan tranquila contándoos todo esto, hablando abiertamente del miedo que tengo, sin sentir miedo precisamente por estar contándolo... Muchísimas gracias por venir. Gracias a toda la gente que nos ha apoyado en esto. Gracias por hacerme valiente. Esta canción la compuse muerta de miedo por si mi cuerpecito y mi cabecita no iban a aguantar lo que esta vida de emociones supone, y al final terminamos grabándola en Abbey Road. Así que, yo creo, que todo es posible".

Tres artistas invitados, una batucada, un cuarteto de cuerdas, trompetas, trombones y una estelar aparición de Eva Soriano después, las Ginebras han dejado un mensaje muy claro: si algo hay que celebrar y agradecer este 12 de octubre es, en primer lugar, su música.