Leiva denuncia la crisis del sector musical: "Mi jefe de gira está vendiendo birras por la playa"
Leiva denuncia la complicada situación de los profesionales que hasta ahora trabajaban para que un artista pudiese sacar adelante una gira. Ellos son los que más están sufriendo las consecuencias de la pandemia y a muchos no les ha quedado otro remedio que reinventarse.
'Madrid Nuclear' es el primer álbum en directo de Leiva, un disco que recoge el último concierto del cantante hasta la fecha. Fue el pasado 30 de diciembre cuando un WiZink abarrotado arropaba al cantante del sombrero en un concierto que desde la perspectiva del 2020 parece más lejano todavía.
Los videoclips nos recuerdan lo tranquilos que vivíamos cuando la idea de una pandemia mundial era cosa de ciencia ficción. Sin embargo, ha sucedido, y muchos profesionales no han tenido más remedio que reinventarse para poder seguir teniendo un plato de comida en la mesa. Parece exagerado, pero no lo es.
"TODO LO QUE OCURRE EN ESE CONCIERTO HOY ESTARÍA PROHIBIDO"
.En una entrevista con Iñaki Díaz-Guerra para El Mundo, Leiva reflexiona sobre lo impactante que fue para él trabajar en este disco en directo mientras España entera estaba confinada en sus casas.
"En medio del confinamiento severo yo estaba trabajando en la edición de este concierto: las imágenes, las mezclas, equilibrando el volumen de público y, sobre todo, viendo imágenes. Y, claro, me daba cuenta de que absolutamente todo lo que ocurre en ese concierto hoy está prohibido. Todo. Todo lo bueno que hay en ese concierto, todo lo que ves y te conmueve, sería imposible hoy. Era otra vida".
"SI ME PUEDO PERMITIR NO DAR CONCIERTOS ASÍ, PREFIERO NO HACERLO"
.Desde el pasado mes de marzo son muchos los artistas que no han podido hacer un solo concierto. Otros sí han tocado, con restricciones de aforo, pero está claro que la liturgia de lo que conocíamos como música en directo ya no es la misma. Ahora el público está sentado, baile estático, mascarilla obligatoria... Y nada saltar abrazado a tu mejor amigo mientras te dejas la voz en ese estribillo que tanto has escuchado en los auriculares.
De momento, Leiva renuncia a adaptarse a esta nueva normalidad. Se lo puede permitir. "Yo no quiero viajar en la furgo con mascarilla y tocar para gente sentada con mascarilla y distancia de seguridad. Si me puedo permitir no dar conciertos así, y puedo por ahora, prefiero no hacerlo. Por respeto al ritual, a mí y al público", explica.
Sin embargo, esta decisiónsupone dejar fuera a muchos de los profesionales que lo han acompañado hasta ahora cerrando conciertos, programando giras... Y muchos de ellos han tenido que tirar de lo que tenían más a mano. "Ahí surge la enorme contradicción entre mi situación y la de los técnicos, que no se pueden permitir parar si quieren llevarse algo a la boca. Ahí es donde vienen las angustias. Yo tengo la suerte de haber trabajado toda la vida con amigos y no puedo desentenderme de su situación. Y, joder, mi road manager que es un capo y lleva toda la vida en esto, se ha comprado una nevera para vender birras en la playa en Tenerife y mi backliner está repartiendo para Glovo. Ese es el panorama y es muy complicado", se sincera.
¿CÓMO SERÁ EL FUTURO?
.45 shows tuvo que cancelar Leiva este 2020. Las salas pequeñas son un salvoconducto para algunos artistas, pero el público de Leiva es tan numeroso que volver a reunir a tanta gente en un mismo espacio de momento se aventura difícil. "Si en enero se puede, saldremos a tocar el año que viene e intentaré recuperar los conciertos que hemos perdido en 2020. Siendo realistas, con mi dimensión de público me parece poco verosímil que en julio estemos metiendo 20.000 personas en un recinto, pero quién sabe...".