Lenny Kravitz y su rock atemporal unen a Madrid en su concierto en el Movistar Arena
Siete años después de su última visita a España, Lenny Kravitz pisa con fuerza el escenario del Movistar Arena de Madrid con su gira Blue Electric Light Tour 2025, con la que presenta su doceavo álbum de estudio homónimo. Entre sus grandes éxitos y canciones nuevas, el estadounidense hace alarde de su amor por el rock, por la unión y por la música en directo durante la noche del domingo 6 de abril.
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A sus 60 años, Lenny Kravitz sigue enamorado de la música. Desde sus años de éxito durante los 90 y principios de los 2000, el estadounidense recorrió el mundo con su mezcla de géneros: blues, rock, soul... Esa esencia la mantiene todavía, y así lo demuestra durante su visita a Madrid en el Movistar Arena el domingo 6 de abril, antes de pasar por A Coruña el día 10 y por Pamplona el 12 con su gira Blue Electric Light Tour 2025.
Con motivo del lanzamiento de su duodécimo álbum en 2024, el estadounidense ha salido de gira este año con España como uno de los destinos de su trayectoria europea. Y su primera parada llega en la capital, donde el público ha llenado el antiguo WiZink Center con mucha diversidad de fans. Pocos minutos antes del concierto, algunos ya estaban de pie, otros levantaban el brazo con los cuernos en alto, algunos permanecían algo inmóviles y expectantes... Pero todos, con un objetivo en común: disfrutar de la música en directo de Lenny Kravitz.
El cantante llega puntual a su cita con unas gafas de sol y con la parte baja del torso al descubierto. Nueve miembros de su banda le acompañan sobre el escenario entre vocalistas, un trompetista, un bajista, una batería, un guitarrista, etc. "Mi familia", dice Kravitz, que durante todo el espectáculo pondrá la música instrumental por encima de cualquier otro elemento escénico —aunque también recurre a juegos de iluminación y efectos visuales en las pantallas—. Lo mejor llegará al final, pero antes...
Desde los años 90 al presente
El concierto de Lenny Kravitz en Madrid comienza con el escenario teñido de azul y con Blue Electric Light sonando en su versión de estudio, el tema que da nombre a su último disco y su gira actual. El artista y su grupo no llegan hasta las primeras notas de Bring It On, para la que Kravitz se funde por primera vez en su micrófono, guitarra en mano, mientras el público levanta los brazos y las pantallas le muestran en blanco y negro. ¿Un viaje en el tiempo...?
Minister of Rock 'n Roll da buena fe del rollazo de voz del estadounidense, mientras TK421 destaca por el primer solo de guitarra de todos los que llegarán después. Always on the Run empieza sonando a todo volumen con la eléctrica como protagonista, y al finalizar... Kravitz se queda en silencio y con el puño en alto mientras recibe la primera ovación del público; abraza su guitarra, lanza una púa al público y pide aplausos antes de pronunciar sus primeras palabras en castellano: "Estoy muy feliz de estar con ustedes. Todos juntos somos energía, vida, amor. Y significa mucho para mí".
Su boca vuelve a envolverse en la música con I Belong to You o Stillness of Heart, que cuenta con un solo de guitarra acústica. "¡Madrid, vamos!", pide Kravitz, que alza el pie de micro para que el público cante la canción. No muchos responden a su llamada, pero eso no le impide bajar del escenario para acercarle al micrófono a los asistentes en la primera fila de la pista. "All that I want / Is stillness of heart / So I can start / To find my way / Out of the dark / And into your heart", suena en el Movistar Arena.
"No todo el mundo se despertó hoy, pero nosotros sí. Seguimos teniendo vida"
Tras interpretar Believe —un tema sobre el empoderamiento personal que tres mujeres cantan abrazadas mientras, a pocos metros, dos chicos simulan que tocan la guitarra y la batería—, Lenny Kravitz vuelve a hablar. Esta vez, en inglés: "Qué celebración tan bonita. Estamos encantados de estar aquí hoy. Otro día de vida, que no hay que darlo por hecho. No todo el mundo se despertó hoy, pero nosotros sí. Seguimos teniendo vida, seguimos teniendo lecciones que aprender. Esa luz es amor. No hay nada que este mundo necesite más que amor y unión, y que todo el mundo entienda que somos uno. Lo que le pasa a otro, le pasa al resto. Somos una raza, la humana", reivindica. Y añade: "Podríais haber estado en cualquier sitio, y habéis decidido estar aquí. Sois los que me dais luz, poder. Os quiero y os respeto, Madrid".
Acto seguido, el estadounidense toca con su banda dos canciones de su último disco: Honey, la que Kravitz baila con la mano en el cinturón, y Paralyzed. Una transición de batería lleva a Low: "Drop with me, let me go / Got to keep it low", repite. Aplausos mediante, llega The Chamber, y al terminar se sienta para recibir una nueva ovación. Sonríe, y el público con él. Lanza a la pista la toalla con la que se estaba secando el sudor, y escucho decir a un chico a mi lado: "Qué afortunado quien la haya cogido".
Así, el cantante se sienta al piano para tocar I'll Be Waiting, canción que le dedica a Penélope Cruz y Javier Bardem, que acudieron al concierto junto a Goya Toledo, casada desde 2015 con el rockero Craig Ross, guitarrista de Lenny Kravitz. Las linternas de los móviles inundan el Movistar Arena, y Kravitz aprovecha para mencionar, de nuevo en castellano, a su telonera: "Ha sido un honor tener aquí conmigo a la gran Estrella Morente. Gracias por traer el flamenco que tanto amo". Acto seguido, el público vuelve a gritar y él se arrodilla sobre el escenario.
Los grandes éxitos, para el final
Si bien no muchos cantaron los temas previos, todos los asistentes enloquecen con la llegada de los grandes éxitos del estadounidense. Suenan It Ain't Over 'Til It's Over, Again, su versión de American Woman, Fly Away, Are You Gonna Go My Way... Durante todos ellos, el público abandona sus asientos para ponerse de pie, mientras veo a un hombre llorando a mi lado o miles de brazos en alto. "Qué power. Funcionan muy bien. Qué guay la atmósfera, muy chulo. Otro rollo. Tan espiritual... es un aura", escucho a mi alrededor.
De repente, el recinto permanece a oscuras. "Vamos, Lenny, sal a bailar, que tú lo haces fenomenal", canta un hombre del público ante las carcajadas de las personas alrededor. La espera no dura demasiado, y pronto vuelve el estadounidense con un aviso: "Este es nuestro momento. Un momento juntos, para brillar, para expandir amor, para dejar a nuestros espíritus libres".
Ese momento durará unos 20 minutos con Let Love Rule como banda sonora. La última canción del concierto suena eminentemente instrumental con solos de saxofón, teclado, guitarra... Los asistentes cantan, aplauden. En medio de una escalera, una señora baila como si fuese el último día de este mundo. Y, como sorpresa, Kravitz abandona el escenario y aparece en una de las gradas, donde están Cruz y Bardem, mientras repite una y otra vez con el público: "We got to let love rule". Que el amor nos domine, esa es la petición del artista para todos los asistentes.
"Siempre estaréis en mi corazón", dice en castellano. Para acabar, vuelve a dirigir el micrófono al público y se quita las gafas de sol por primera vez antes de abandonar el escenario. Durante un momento, vemos a Leonard Albert Kravitz, y él nos ve a nosotros. Y juntos, seguimos disfrutando de un rock atemporal que siempre sonará mejor en directo.