Las polémicas más sonadas de Kurt Cobain sobre el escenario
Kurt Cobain, el icono mundial del grunge, engordó la leyenda con su mal carácter, sus adicciones y las polémicas que protagonizó fuera y dentro de los escenarios. Muchos de los conciertos de su banda Nirvana se convirtieron en todo un espectáculo y no precisamente musical.
El grupo estadounidense Nirvana puso la banda sonora a una generación, la bautizada como Generación X —los nacidos en la década de los 60 y los 70—. Su líder, Kurt Cobain, fue un referente de los primeros años 90 y con su fatal desenlace –se quitó la vida el 5 de abril de 1994 con solo 27 años–, se convirtió en un mito de la música del siglo XX.
Además de por su música —Smells Like Teen Spirit es el himno de esa generación—, la leyenda del grunge fue engordando su fama con su carácter atormentado, sus adicciones y sus continuas excentricidades. Sonada fue su sesión de fotos para la revista Rolling Stone con una camiseta que decía "Corporate magazines still suck (Las revistas corporativas todavía apestan)" o el pijama verde con el que se presentó el día de su boda con Courtney Love.
En los shows en directo, el líder de la banda también hizo gala de su extravagancia y su mal carácter. Peleas, enfados, boicots… coparon titulares tras algunos de sus conciertos. Aquí, algunas de las polémicas más sonadas de Cobain y su banda.
A puñetazos en Dallas
En 1991, Nirvana comenzaba a convertirse en una de las bandas más prometedoras. En octubre dieron un concierto en el Trees Club de Dallas que ha pasado a la historia como uno de los directos más excesivos del grupo. Con mucho más público que el que permitía su aforo —había cerca de 1.000 cuando solo estaba autorizado para 700—, Cobain quiso suspenderlo porque no cumplía con la seguridad exigida, pero el club decidió seguir adelante.
(A partir del minuto 41)
Nervioso por el tumulto de la sala y enfurecido porque la persona de seguridad no hacía nada —al revés, parecía animarlos— para que los fans no se subieran al escenario, el vocalista de Nirvana decidió lanzarse al público mientras que el de seguridad trataba de devolverle al escenario. En ese tira y afloja, Cobain estampó su guitarra contra él. El otro le propinó un derechazo que lo tiró al suelo y lo siguió para darle patadas, cosa que el resto de la banda impidió.
En silla de ruedas, con peluca y bata de hospital
El ofrecido en el Reading Festival en 1992 es uno de los conciertos más recordados por los seguidores de la banda de rock. ¿Por qué? El músico, en uno de sus alardes de excentricidad, subió al escenario empujado en una silla de ruedas, con una peluca de pelo largo rubio y una bata de hospital.
"Es muy doloroso, pero con el apoyo de sus amigos y su familia lo conseguirá", explicó uno de sus compañeros de Nirvana. Con aparente gran dificultad, Cobain se puso en pie y empezó a cantar hasta caer desfallecido. Segundos después se levantó, buscó la guitarra y ahí sí empezó el concierto, el último de la banda en Reino Unido.
El autoboicot de Cobain para castigar a un público machista
En octubre de 1992, Nirvana aterrizó en Buenos Aires para ofrecer uno de los conciertos más esperados en Argentina.
Más de 50.000 personas abarrotaron el Estadio Vélez Sarsfield para ver a los ‘dioses’ del grunge, que actuaron tras el show como teloneros los grupos Los Brujos y Calamity Jane. Esta última era una banda femenina que sufrió los abucheos del público, les llegaron a tirar cosas al escenario y terminaron por verse obligadas a dejar a medias su actuación.
El rechazo de Kurt Cobain por esa actitud —siempre manifestó su adhesión al feminismo— lo llevó a plantearse no salir al escenario.
Al final salió y se cobró su propia venganza. Nirvana no tocó ninguno de sus temas más famosos y sustituyó el repertorio por las canciones del nuevo disco que saldría unos meses después.
El último accidentado concierto
El último concierto de Nirvana antes del suicidio de su líder tuvo lugar en Munich, en marzo de 1994, dentro de una gira que ya anticipaba el ocaso de la banda —que luego se precipitó con la muerte de su líder— y del estilo que ellos habían abanderado.
Cobain viajó a Alemania con bronquitis y faringitis. Aunque los médicos le recomendaron descanso y la cancelación de varios conciertos, él decidió hacerlo a pesar de su estado de salud.
Los problemas en la voz del cantante, que no llegaba a las notas altas, además de dificultades técnicas, como un corte en el suministro eléctrico que obligó a parar y una acústica terrible, hicieron de ese concierto un fiasco. El resto de la gira fue cancelada. Días después el músico sufrió una sobredosis en Roma e ingresó en un centro de rehabilitación del que escapó a los dos días. El 5 de abril de ese año se quitó la vida.