Por qué Raphael se metió el dedo en la nariz en su actuación de Navidad más mítica
Raphaelismo, el documental de Movistar + que repasa la vida y obra de uno de los artistas más conocidos de nuestro país, revela también curiosas anécdotas que el cantante ha protagonizado durante sus innumerables shows y conciertos.
Te interesa
Dirigido por Charlie Arnáiz y Alberto Ortega, el documental de Movistar + Raphaelismo repasa la historia de un artista incombustible al paso del tiempo. Con 60 años de carrera a sus espaldas, no hay moda, tendencia ni público que se le resista.
Su familia colabora en Raphaelismo
En el documental colabora su entorno más íntimo. Natalia Figueroa, y sus tres hijos, Jacobo, Alejandra y Manuel Martos, aportan una visión mucho más cercana y humana del mito que todos conocemos.
Todo esto sin olvidar las propias declaraciones del cantante, que se implica al máximo en este proyecto personal, que incluye un ingente archivo fotográfico y audiovisual al que hasta ahora solo tenía acceso la familia del artista.
A lo largo de cuatro episodios, Raphaelismo narra desde sus inicios "a su manera" en el año 1965 hasta la crisis en Las Vegas que le obligó a retirarse, sin olvidar su doble paso por Eurovisión, además del encanto y misticismo de sus gestos y maneras, que no siempre fueron entendidas por la audiencia.
Un artista incombustible con inicios bulliciosos pero precarios
Las letras de Raphael no tardaron en calar a un público para el que primero pasó bastante desapercibido. Antes de debutar en el Teatro de la Zarzuela, cantaba en salas en las que la gente estaba más pendiente del baile y el disfrute que de la música, pero esa invisibilidad no tardó en mutar en gritos y fanáticos por doquier.
"Hablaba de amor y desamor, de lo que ellos estaban hablando, y por qué me tratas así, y trátame mejor, mira que no vuelvo. Esas cosas las escuchaba yo, y las escuchaba Manolo, y de ahí salieron muchas canciones", cuenta el propio Raphael sobre sus primeros directos antes de que Bermúdez lo fichase para la conocida como "tournée del hambre", una gira necesaria en la que aunque escasease el dinero, había que darse a conocer.
Con la llegada de Francisco Bermúdez, uno de los empresarios musicales más grandes de la época -fue el responsable de traer a España a Los Beatles- su éxito empezó a subir como la espuma. "Vino al camerino y me dijo, lo has conseguido, yo me voy a encargar de ti", explica Raphael en el documental.
Su primer disco de villancicos
El artista nunca imaginó que uno de sus momentos más incómodos sobre el escenario le reportaría tantos beneficios. Un gesto inocente en pleno directo que le hizo reconocible ante la gran masa. A día de hoy se hubiese convertido en un meme.
"Yo le propongo a Hispavox hacer un disco de villancicos y les pareció genial la idea. Les dije 'He pensado cerrar con la canción de El Pequeño Tamborilero. La tenían ellos grabada, pero no la habían sacado todavía, por Frank Sinatra. Y me dicen, 'oye no vas a cantarla tú también. Y yo con toda mi cara le digo '¿y? ¿yo que tengo que ver con ese señor? Nada que ver, por eso debo hacerlo. Voy a hacerlo muy diferente a él'. Lo convencí. Y fue el comienzo fuerte de mis discos", cuenta Raphael sobre cómo se gestó la grabación de uno de sus temas de Navidad más míticos.
El dedo en la nariz cantando El Pequeño Tamborilero en TVE
La hora de cantar el villancico en directo para toda España llegó gracias a Televisión Española, que contactó con Raphael con la intención de poner en marcha un especial sobre el cantante.
"Ese día yo llevaba peluca. Tenía el pelo cortado a cero porque iba a entrar en el servicio militar. Fue cortarme el pelo y llamarme de Televisión Española y me dieron el estrellato, con un especial mío y con El Tamborilero", cuenta.
"Fue la famosa noche que yo me metí el dedo en la nariz, porque todo estaba sembrado de serrín y eso me da alergia. No era grabado, era en directo. Y lo estaba viendo toda España. Y me picaba toda la nariz. Entonces hice así (replica el gesto). Al día siguiente la gente decía 'deme el disco de ese chiquito que se metió ayer el dedo en la nariz'. Fue mi primer día grande de verdad en la televisión, que fue justo detrás de La Zarzuela. Todo iba a una velocidad increíble", recuerda con cierta añoranza.
Unos años después, en 1969, casi consolidado como uno de los grandes artistas de la época, Raphael volvió a protagonizar un especial de Navidad para TVE donde interpretó "la canción con la que ustedes y yo empezamos a ser amigos".