¿Quiénes son Marta, Sebas, Guille y los demás? La historia de la canción de Amaral
Marta, Sebas, Guille y los demás es uno de los grandes éxitos de la extensa trayectoria de Amaral. Un himno que evoca a la nostalgia de cualquier grupo de amigos que recuerdan aquella época en la que tenían menos responsabilidades y más tiempo para estar juntos. ¿Qué ha sido de los amigos de Eva Amaral y Juan Aguirre?
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Ya han pasado 24 años desde que Amaral lanzó su primer álbum y desde entonces no han parado de cosechar éxitos. No fue hasta Estrella de mar, su tercer disco, que se dieron a conocer por el gran público gracias a canciones como Sin ti no soy nada, a la que le han seguido una larga lista de hits.
Una de estas canciones que nunca pasarán de moda porque generación tras generación puede sentirse identificada es Marta, Sebas, Guille y los demás, popularmente conocida como Son mis amigos. El tema, incluido en Pájaros en la cabeza, el cuarto álbum del dúo zaragozano, habla de un grupo de amigos que con el paso de los años se han ido distanciando hasta no saber prácticamente nada el uno del otro.
Pero lejos de ser algún reproche, es una oda a la amistad y a la nostalgia de aquella época en la que fueron felices, antes de adentrarse de lleno en "la vida adulta". En la canción hablan de Marta y Sebas, que se han marchado de España a Santiago de Chile y Buenos Aires, respectivamente.
Por otro lado, a un tal Guille le pierden la pista y recuerdan a otras personas como Carlos, a cuya hermana, Isabel, le echaron del trabajo "sin saber por qué". También hablan de una tal Alicia que se fue a vivir a Barcelona y de Claudia, de la que lo último que supieron fue que tuvo un hijo.
Pero, ¿todas estas personas eran reales? Efectivamente. Todas ellas formaban parte del grupo de amigos de Eva y Juan antes de que salieran de Zaragoza para cumplir el sueño de vivir de la música.
Una canción para los amigos de siempre
En una entrevista, Eva Amaral explicó que decidieron hacer esta canción cuando la banda empezó a despuntar con su anterior disco en ese momento, Estrella de mar, y empezaron a pasar mucho tiempo fuera de Zaragoza.
"De repente empiezas a recordar que antes veías todos los días a tus amigos, que llegabas a la salida de clase o del trabajo y te juntabas a tomar algo y ahora te das cuenta de que hace muchísimo tiempo que no los ves y que ya no hay ese contacto diario", reveló, asegurando que se trataba de una canción tanto para aquellos amigos con los que seguían en contacto como para los que ya habían perdido la pista.
Una canción a sus orígenes y a la esencia que no han perdido
Por otro lado, Juan explicó en la misma entrevista que además de ser una canción para sus amigos de toda la vida, también lo era al lugar de donde vienen, a su esencia.
Juan es del barrio zaragozano de Las Delicias, mientras que Eva es del de Casablanca. "Hablamos un poco de nuestro origen, de ser chavales de barrio y de que eso no lo hemos perdido", aseguró el músico.
Además, Aguirre aseguró que esta fue la primera canción que hicieron que no es "poética", sino que tiene un estilo muy narrativo.
¿Qué fue de estos amigos?
En un artículo publicado en el suplemento de El País, Tentaciones, en 2008, se pusieron en contacto con algunas de estos amigos.
Eva Amaral y Marta Corbatón se conocieron a los 15 años y se hicieron inseparables. Estudiaron juntas en la Escuela de Artes y Oficios y fue testigo de la pasión de Eva por la música y su ascenso hasta convertirse en una de las artistas más importantes del país.
Marta aseguraba a la publicación que era "raro verla en el escenario", porque Eva es muy tímida pero "se transforma con un micro y la guitarra". Cuando Eva se mudó a Madrid la llamó para darle la noticia que llevaba años esperando poder dar: iba a grabar su primer disco.
Años más tarde, Marta llamó a Eva y la pilló en Santiago de Chile, algo que relata en la canción que más tarde Marta escucharía en el segundo disco de su amiga: "No me dijo nada, fue una sorpresa".
Durante el confinamiento, Eva aseguró que sigue en contacto con Marta y continúan contándose sus cosas con la misma complicidad que aquellas dos adolescentes que se conocieron estudiando arte.
Cuando Guille —del que Eva cantaba que "no sabía nada"— escuchó la canción, le hizo llegar su teléfono a través de la agencia de dúo zaragozano. "Este es mi nuevo teléfono, para que no vuelvas a decir que no sabes nada de mí", escribió en un mensaje junto a su número.
Sin embargo, años después volvieron a perder el contacto. "Creo que fue novio tuyo", le dijo Juan divertido en la mencionada entrevista, a lo que Eva respondió también con humor: "Ya has tenido que salir. Ahora voy a hablar yo de tus novias y vas a flipar".
Por su parte, Sebas, del que lo último que se supo fue que se mudó a Buenos Aires, debe continuar viajando por el mundo. Eva llamó a su supuesto número en Argentina pero alguien respondió: "Ché, qué pesadez. Es la cuarta vez que llaman acá preguntando por un tal Sebastián".